El sigilo del Fénix ( Cuervos 2) PAUSADA

Capítulo 4

Este capitulo va dedicado a mi lectora estrella. Gracias por esperar mis actualizaciones AnatorresMendez

Hoy se cumplen tres meses desde que empecé a trabaja con August, mi vida poco a poco y sin dificultad se fue adaptando al cambio brusco que provoco él.

En las mañanas soy el perfecto empresario ejemplar, mientras por las noches dirijo un negocio demasiado lucrativo. Para nadie es  un secreto que la cadena hotelera Olimp's ha resurgido desde las cenizas como el ave fénix, y eso fue gracias a los ingresos que venían del otro mundo — por así decirlo— poco a poco dejó de importarme la parte moral, y mucha razón tenía August, ya que una vez que te acostumbras dejas de sentir sensibilidad hacia los demás.

Nuestros negocios volvieron a ser los primeros en toda España;  desde que había asumido el mando en el mercado negro todo parecía ir de maravillas, hasta hoy. Un contenedor que venía directo de Colombia con veinte personas fue incautado por la policía española, y todo gracias a Agatha. ¿Cómo sabemos eso? Fácil, ella a través de su Instagram denuncio la desaparición de una de sus fanáticas colombianas y las investigaciones arrojaron a nosotros, y todo por un maldito teléfono que trasmitía la ubicación en vivo.

— No sé cómo carajos van a resolver esto— aprieto con fuerza el escritorio que está delante de mí mientras miro con rabia al grupo encargado de la entrega

— Jefe, ya no se puede hacer nada, la mercancía está en manos de las autoridades —  Máximo, apenado da la cara por sus hombres

Me impulso desde  dónde estoy sentado y en un abrir y cerrar de ojos tengo a Máximo agarrado por la camisa — no me importa como carajos van a hacer, pero quiero ese cargamento en la clínica en una semana, si no, tu cabeza será la que saldrá rodando Máximo— volví a sentarme recobrando la compostura — son millones que se pueden perder si no recuperamos ese cargamento, y no solo eso, todos podemos vernos involucrados si alguno de ellos llegó a reconocer a nuestros proveedores.

— Tranquilo jefe, yo personalmente me encargare de que recuperemos el cargamento. Si me disculpa, mis hombres y yo saldremos en este momento a resolver el problema.

Solo asentí, la rabia crece  en mi interior hasta el punto de patear la silla y lanzar golpes al escritorio. Maldita Agatha, maldita la hora que volvió a joderme la vida. Necesito destruirla, pero sobretodo, necesito armar un plan, para que no nos involucren en ese caso.

Aún agitado por el momento de rabia y frustración llamo a uno de nuestros contactos dentro de la policía. Al tercer tono contesto: — Ernesto, estaba esperando tu llamada, déjame alejarme un poco y hablamos — dice en voz baja

Escucho como habla con otra persona excusándose para poder atender una llamada.

— Ahora sí. No voy a mentirle, la situación está muy fea para usted, todas las pistas siguen a August, y, aunque nosotros sabemos que él no está vivo, ellos pronto descubrirán ese dato y no tardaran en empezar una investigación que puede arrojar a usted —  se lamenta

— Gracias Mario, cualquier información que tengas no dudes en informarme.

Corto la llamada un tanto preocupado. Me llevo las manos a la cabeza tratando de calmarme.  Si la investigación continúa de esa manera, o si alguno de mis enemigos le da por soltar la lengua estoy frito. Tenemos que prepararnos para lo inminente, por eso, saco mi teléfono y le envío un whatsapp a August citándolo para informarle sobre la situación en la que estamos.

Trato  de calmarme antes de salir de las oficinas, lo último que necesito es mostrar nerviosismo, como siempre, debo mostrar entereza y colocarme la careta de indiferencia que desde hace muchos meses he estado utilizando.  Recojo todas  mis pertenencias de la oficina para irme, no sin antes pasar a informarle a mi secretaria sobre mi partida.