Capítulo 8: Falsas ilusiones.

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Quinn salió al balcón, se puso a mi lado y prendió un cigarro, me lo dio y prendió otro para ella, aspiró el humo y soltándolo dijo:

- No sabes disimular. Alexandra dijo que eras muy seria, si supiera que estás a punto de matarla, ya te sacaría del departamento, por suerte Britt te defendió "San, es tierna, sólo dale tiempo", eso dijo.

- ¿Acaso eso debería consolarme? ¡¿Has visto cómo se miran?! Si pareciera que desean besarse, eso si no lo hicieron todo el día.

- No exageres, estás celosa, ven adentro, está buena la charla.

- ¿Fumas? -dijo Britt dirigiéndose a mí.

- A veces lo hago.

- Me voy adentro, entren luego -dijo Quinn.

- ¿Me convidas? -dijo Britt.

Le di mi cigarro y ella lo apagó, luego lo partió en dos y lo dejó en un costado, yo miré eso con sorpresa, ella se limpió las manos y comenzamos a charlar.

- No debes fumar, te hace mal.

- Ok, pero podrías habérmelo dicho antes de matar a ese pobre cigarro.

- ¿Y dejar que él te mate a ti? Ni pensarlo.

Ambas sonreímos, sus ideas me parecían tiernas, ella me tomó de las manos y me dijo:

- Te molestaste hace rato por lo de Robert, pensé que él ya había hablado contigo.

- Lo hablé, mañana hablaremos bien, pero me alegra que ya empieces a practicar, no volviste en todo el día a la empresa, ¿estuviste hablando con Alexandra?

- Sí... se nos pasó el tiempo, ella quería invitar a todas a cenar, me alegra que hayas venido.

- ¿Se pusieron al día?

- Sí, vamos a cenar, luego te contaré...

Cenamos, Britt me llevó de la mano a la mesa, se sentó a mi lado y el tiempo que duró la cena lo dedicó para mí, reíamos y charlábamos de cualquier tema. Al finalizar la velada todas nos despedimos de Alexandra. "Britt, te busco mañana" le dijo, ella le sonrió y la sangre hervía por mis venas.

Quinn dejaría a Britt en su casa y luego a mí, pero ella dijo: "Santana, se queda conmigo". Y así fue, me bajé del auto y entramos en su casa, Harry estaba despierto aún.

- Hija, volviste.

- Perdón papá, estuve ocupada, sabes, ¡ya empezaré a practicar para el musical!

- ¡Hija, eso es genial! -le dijo abrazándola- le comentaré a tu madre, acaba de subir, espérame. Veo que la soltería te hizo bien...

- Papá... -dijo en forma de reproche.

- Es la verdad, hija -dijo riéndose y subiendo las escaleras para desaparecer al instante.

- Santana, siéntate, traeré café.

Britt volvió con el café, Nicole bajó y la felicitó, se abrazaron y lloraron de la alegría, era tierna esa imagen. Harry desde lejos contemplaba la escena, se acercó a mí y me dijo: "Sin ti, nada de esto pasaría, mi princesa es feliz gracias a ti", le sonreí. Nicole me abrazó y me dijo algo similar, Britt escuchó y sonreía abrazada a Harry. Ellos se despidieron y quedé a solas con Britt. "El café no está caliente, déjame calentarlo" dijo yéndose a la cocina, me levanté y la seguí, veía como calentaba el café en el microondas, me apoyé en el marco de la puerta a observarla, ella no notó que yo estaba allí, en realidad eso creía yo, pero me dijo: "¿Siempre estarás espiándome?". Sonreí por eso, me acerqué y le dije: "Siempre te das cuenta, no sé cómo lo haces", ella se acercó a mí y me dijo: "No podrás ocultarme nada nunca, lo sé todo, además sentí tu perfume". Ella se alejó; mientras sacaba leche del refrigerador noté que pudo verme en el reflejo de la puerta del microondas, sin embargo, me gustó lo que me dijo, por lo menos sabía que mi perfume no le era indiferente.

La verdad sobre el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora