𝙸𝙼 𝙽𝙾𝚃 𝙿𝙰𝚃𝙾 ;; 𝗆𝗂𝗇𝗌𝗎𝗇𝗀 .

𝟏𝟔.-𝑨𝒋𝒂́,𝒔𝒆 𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒐́ 𝒆𝒔𝒂 𝒎𝒂𝒕𝒂 𝒆' 𝒎𝒂𝒏𝒈𝒐.

Si Maduro estuviera acostado en su cama, y de repente por la silueta de la puerta aparece Trump con lencería negra de encaje, sosteniendo un látigo de cuero en la mano izquierda, mientras que con la derecha está alzando un documento de renuncia definitiva a la presidencia de Venezuela, ¿Cuál creen ustedes que sería la cara de Maduro?

¿Tienen una idea? Bueno, más o menos así tiene la cara Jisung ahorita.

Se encontraba recostado en la pared del frente de su casa, llenándose de cal verde en lo que conseguía terminar de asimilar bien las cosas que Lia le había dicho.

Se sentía vuelto un bululú, jamás llegó a pensar que él tendría algo que ver con el hecho de que Minho haya sido tan reservado con respecto a su orientación. Mucho menos, podía creerse que haya sido él quien lo lateo en la playa.

Que aquí entre nos, yo prefiero tener un carajito que me diga que es marico, que tener uno que me diga que es chavista. Yo que uste' dejo quieto al carajito hacer lo que quiera y darle el güevo y/o el culo a quien quiera, señora Colmenares de Lee.

Pero es que todo tiene que ser un mardito peo.

Hace rato, justo después de que acompañara a Lia hasta la paradita, se fue regresando y de camino le escribió un mensaje a Hyunjin pa' que se llegara.

Es que el carajito últimamente vivía más en la casa de care' ardilla que en la suya propia, no si, cuando acuerda se muda y pone su hamaca debajo de la matica de mango que Jisung tiene en el patio y este ni se da cuenta.

Entones, básicamente por esa razón estaba afuera de su casa, esperando al pajúo ese. De tanto pensar y vaina, la vista se le perdió en el suelo, tremendo grito fue lo que pudo sacarlo de trance.

—¡PILAS, MARICO SOBRE RUEDAS!

Ni bien volteó, cuando se topó con Hyunjin montao' sobre una patineta mientras sostenía una botella de sangría Caroreña en las manos.

—¡MARICO, ¿CÓMO SE FRENA ESTA MIERDAAAA?! —gritó el rubio despavorido, pero que va, esos seres no pegan una ni con moco.

En lo que Jisung se apartó y estiró una mano para atajar a Hyunjin, la velocidad a la que este iba soplao' terminó por llevarse a Jisung con él y chocar con el samán que había en medio de la acera y ya la tenía cuarteada de tantas raíces sobresalientes.

¡Pum! Hyunjin le pegó los dientes al tronco seco, de vaina y no los dejaba clavaos', Jisung terminó raspándose una rodilla y la botella de sangría rodo por la carretera.

—¡LA BOTELLA JISUNG MANUEL!

¡Jodaa! Jisung salió mandao' por la carretera, en eso logró agarrar la botella, pero quedó al otro lado de la calle, venía pasando una Toyota limpia y nuevecita y ¡zas!

Metió el caucho en un charco de agua y Jisung quedó fue bello, bañado de agua sucia.

Hyunjin no sabía si reírse o llorar porque la jeta le dolía de tremendo coñazo que se pegó.