一"𝑀𝑖𝑛ℎ𝑜 𝑑𝑖𝑐𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑝𝑎𝑡𝑜, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑦𝑜 𝑛𝑜 𝑙𝑒 𝑐𝑟𝑒𝑜".
Un día como cualquiera, Jisung Manuel se tropieza con un chamo que hablándote claro, está burda de papi. Pero lo que el carajito no sabe, es que junto a él, se meterá...
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Ajá, lo de siempre, todos en su respectivo círculo, Seungmin que se había terminado de vaciar una botella de solera negra la puso en el medio y la giró.
En la primera ronda, el pico de la botella apuntó a Félix, mientras que el culo de esta, apuntaba a Hyunjin.
—Al que le toque el pico de la botella, es el que pone el reto o pregunta—aclaró Seungmin echándose un trago de Relative.
—¿Verdad o reto? —preguntó el pecoso.
—Reto chico, ¿Quién dijo miedo?
El pecoso alzó las cejas, vio pa' los laos y después reincorporó su vista al más alto.
—Llégate pa' donde están el pana Soobin y el jevo y quítaselo un rato pa' bailar lo que queda de la canción que está sonando.
El rubio lo pensó un rato, pero después se paró, fue pa' donde los locos esos y se agarró al jevo de Soobin y se pusieron a bailar la mitad que le restaba a "Kuliquitaca", y mientras Hyunjin se echaba los pasos prohibidos con el Kai, y Soobin lo asesinaba de toda forma posible con la mirada, estos siguieron en su vaina.
En otro giro, la botella apuntó a Lia y a Seungmin, siendo la castaña la encargada de retar o preguntar.
—Verdad—dijo de una vez Seungmin.
—¿Te gusta alguien de aquí?
Jai papá, uste' como que se quiere meter en peo María Julia.
—Si—respondió a lo seco provocando sorpresa entre todos.
Era normal que él se la pasara con Jeongin desde que este se unió a su grupo, así que ya sabrán que estaban suponiendo los demás.
Es que hasta yo marica.
En lo que Minho agarraba la botella y la giraba, llegó Hyunjin y se sentó agarrando un buche de Santa Teresa que tracaleó por ahí.
—Ajá, que fue en mi ausencia—dijo el rubio.
—Que a Seungmin le gusta Jeongin—contestó Chan.
—'Telosico mojonero—atendió rápidamente el menor de todos.
Hyunjin ignoró aquello alzando ambos hombros y la botella quedó en Seungmin y Félix.
—Reto—habló de una el pecoso.
Jai papá, se iba a cobrar la de la vez que no le quiso brindar una empanada.
—Tú y Changbin, allá en los matorrales, siete minutos—ordenó.
El mayor se puso de pie medio tambaleamdo y ayudó a Lix, quien mató con la mirada a Seungmin y se puso de pie.
Y por allá se fueron...
Cuando llegaron por lo menos agradecieron que no hubiera un borracho o un marihuanero, el sitio pese a estar oscuro, estaba fresquito, y les estaba sentado bien para el calorón que cargaban encima.
