• 16 años •
¿Te quieres casar conmigo?
—Vamos Yeonjun. No hagas esto —me decía mi madre, intentando controlarse, pero podía percibir en su voz que estaba totalmente desesperada tanto por la escena que estaba montando como por la vergüenza que esto le causaba.
—¡No, no me moveré de aquí! —le grité.
Estaba abrazado a un árbol, mi padre y Soobin habían intentado soltarme de allí, pero no lo lograron. Me aferré con más fuerza y no me moví ni un centímetro. Agarraron mis pies y tiraron de mí, pero tampoco aflojé el agarre.
—¡Sólo es una escuela de verano Yeonjun! —me gritó Soobin. No lo quise escuchar, si lo hacía me pondría nervioso y los brazos me flaquearían.
—¡Cállate, esto es tu culpa! —exclamé.
Algunas personas se nos quedaban mirando, nos encontrábamos a la entrada de la escuela de verano para niños matemáticos en medio del bosque. Había reprobado matemáticas y si volvía a hacer el próximo semestre, repetiría año nuevamente. Así que mi maestra converso con mis padres y acordaron que asistiría todo mi verano aquí para reforzar. Para mis padres y la escuela fue la solución perfecta a mi falta de voluntad con los números, para mí significaba una tortura. Podría terminar agonizando si pasaba una semana allí. Estaba seguro.
—¡¿Mi culpa?! ¿Qué tengo que ver yo? —me preguntó Soobin, tirando de mis pies. Yang mi se había unido a ayudarlos y ahora se me hacía más difícil mantener mis brazos junto al árbol.
—¡Eres más listo, me haces parecer un tonto! —le dije. Lo decía de broma, me importaba en absoluto parecer un tonto o un chico listo, sólo quería que me soltaran. Pero Soobin pareció pensarlo y me soltó. Se fue al lado de mi madre con el rostro serio y me miró con tristeza.
Me había creído. Era muy débil a la hora de detectar mentiras.
—Yeonjun, vamos. No es tan malo como piensas, harás amigos nuevos y hasta puede que te diviertas —me dijo Yang mi. No era tan malo si lo ponía así, lo que sucedía era que yo no quería más amigos, con los que tenía me bastaba. Y los números jamás serían divertidos.
—¡No me soltaré, tendrán que amputarme los brazos si quieren que entre!
—Traeré la cierra —escuché que decía Taehyung.
—¡Puedes encontrar novio allá Yeonjun! —me gritó Hyunjin. El pequeño ya tenía doce años y en lo único que pensaba era en chicos, aún así me pareció graciosa su manera de convencerme.
—¿Tienen problemas? —dijo alguien. Moví la cabeza un poco y ví que era un hombre vestido de militar, era mayor y en su pecho tenía insignias y medallas. A su lado iba un chico pálido y alto, aparentaba mi edad.
Soobin se le quedó mirando con mala cara, como Nana cuando se le acercaba a Kkami, el perro de Hyunjin.
—Es mi hijo, no quiere entrar —le explicó mi madre. Él hombre sonrió y me dedico una mirada rápida. Me dió miedo.
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Marry Me | Soojun | Adaptación (Editando)
Teen Fiction-Y por todo ese cariño que te tenemos, Soobin -dijo mi padre, radiante con su traje negro que fue especialmente hecho para la ocasión- queremos que formes oficialmente parte de esta familia. Así que este es nuestro regalo de cumpleaños, la mano de n...