Capítulo 41

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A pesar de tener esos coloridos ojos sus emociones expresadas eran todo lo contrario de lo que sus ojos reflejaban, simplemente estaban llenos de odio hacia las personas que tenía al frente y por desgracia éramos nosotros, las mismas personas que tendrán que encargarse de ese odio para liberar aquella chica de la prisión de raíces de ira para que pueda sonreír una vez más. Nuestra adversaria es la primera en actuar al usar las raíces que la rodeaban como látigos de castigo los cuales por fortuna no lograron impactar en ninguno de los dos pero si ocasiono nuestra separación momentánea lo que ella aprovecho para intentar encerrar a la joven de traje moteado, pero a mi ágil reacción logro detener esto con un par de dagas y darle chance de escapar, mi compañera al no tener un arma fija para defenderse me condiciona a estar pendiente de ella todo el tiempo, no importa lo que me pase con tal de que ella pueda purificar el akuma y volver todo a la normalidad con su amuleto encantado, esa son las condiciones de victoria el cómo consiga eso no es relevante.

— ¡Ladybug no te alejes, si te atrapa estaremos acabados!

— ¿¡Acaso crees que no lo sé!? Debo encontrar donde se oculta el akuma primero.

— ¡está en su cabello!

— ¿¡Cómo lo sabes!?

— ¿¡Acaso importa!?

Corriendo hacia su dirección mientras esquivo por cada vez menos las raíces de mi demoniaca amiga logro posicionarme cerca de mi compañera para así poder protegerla con una ruleta y así darle tiempo de escapar antes de que la raíces la encerraran en una de las esquinas. Al volver a reposicionarse me pongo codo a codo con ella con facilidad gracias a mi habilidad de volverme invulnerable, esto es realmente incomodo, tener que protegerla sin que sea capaz de hacer algo es realmente frustrante, como me gustaría tener a Miss a mi lado en vez de ella pero no es posible, incluso si por algún azar del destino pudiese contactarla dudo que llegara a tiempo y si lo hiciera no podría entrar aquí, estaría demasiada expuesta sin contar que al entrar ella le podríamos dar un chance a pacha mama de que escapara, supongo que no siempre se puede tener lo que se quiere.

— ¿Alguna idea para llegar hasta su cabello?

— ¿Y si usas tu amuleto encantado?

—Hubieras dicho eso antes, ahora nos toca ir hasta donde deje mi yoyo.

— ¿Y supongo que te tendré que cubrir hasta allí no?

—Supongo que tendrás que ser mi caballero por esta ocasión.

—Lo que digas.

Con un poco de irritación ante el comentario hago una leve mueca he invoco una ruleta para cargarla como si fuera un escudo mientras siento las vibraciones de los múltiples ataques por parte de las plantas zombis, por cada golpe escuchaba como un pedazo de madera salía volando del artefacto con gran ferocidad la pregunta era ¿Cuánto más podría aguantar, seis golpes, tres, uno, podría ser lo suficientemente veloz para llegar hasta el artefacto mágico?

—Joker concéntrate no empieces a divagar ahora.

—Si.

Con ese último comentario veo como un agujero se abre en la ruleta para que en el siguiente impacto partiera la ruleta en dos. Esto no va a funcionar no lograremos llegar hasta el yoyo de Ladybug si continuamos de esta manera solo queda hacer algo que hacer.

—Ladybug yo hare de cebo tu corre hasta el yoyo e invoca el amuleto encantado.

—Estamos en esto juntos.

— ¡Hazlo de una maldita vez, entre más tiempo y cosas invoque más inútil seré, solo hazlo no podemos perder más tiempo!

Tras reprender a la heroína ella comienza a correr a la par de que invoco un par de navajas en mis manos para arremeter directamente contra la joven árbol la cual busca eludir mis ataques escudándose entre hierbas y raíces, que no logro penetrar por lo corto de mis armas, si tan solo tuviera algo más grueso sería capaz de destrozarlas sin ningún problema. Ella al ver mi intento desesperado para vencerla entra en un frenesí en el cual me ataca sin descanso con múltiples raíces gigantes que logro evadir y las que no simplemente me forzaba a transformarme en tinieblas provocando que cada vez más mi condición empeorase, poco a poco sentía como mi corazón comenzaba a arder mientras mis músculos eran cada vez más rígidos, no creo poder aguantar más de diez minutos con esto.

The Joker and FoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora