I NEED YOU, I'm still here...

CAP. 10 "PEQUEÑOS TORBELLINOS"

Martes

10 / Octubre / 2028

Eran las 9 de la mañana, ese día Katsuki entraba tarde a su trabajo así que se dispuso a salir de la cama cuando sintió que Izuku no estaba y pudo percibir un olor muy rico provenir de la cocina.

El alfa bajó las escaleras, aún estaba un poco dormido, la noche anterior había tenido una guerra de cosquillas debajo de las sábanas con su dulce omega.

Al entrar al comedor se percató de la presencia de ambos pequeños en sus sillas para comer, no tomó importancia y pasó de largo a la cocina. Como ya era costumbre tomó su taza de café de la cafetera y se recargo de la alacena observando a los dos pequeños por la ventana de barra que conectaba a la cocina con el comedor. Izuku estaba frente a la estufa con un delantal verde pastel preparando el desayuno para ambos, estaba totalmente concentrado en su labor.

Algo le hacía sentirse incómodo, sentía como si su lobo quisiera decirle algo.

-"¿Qué es?"- se preguntaba el alfa mientras tomaba de la taza. Podía percibir olores familiares provenientes de los pequeños. Su alfa trataba de decirle algo puesto que se inquietó más cuando pudo percibir el olor a menta y leche de los cachorros.

"¿Quiénes son? "

Esa pregunta rondaba en su mente, ¿quiénes eran aquellos cachorros? ¿Por qué olían a Deku? Y lo más importante ¿por qué su alfa se inquietaba ante la presencia de estos?.

No tomó demasiada importancia, la incomodidad seguía ahí pero no quería tomarle importancia, tal vez eran algunos de los cachorros que Izuku llegaba a cuidar de vez en cuando así que continúo bebiendo su café.

-"Tal y como me gusta: cargado, con dos de azúcar, un toque de canela y lo más importante, recién hecho." - Katsuki amaba la forma en la que Izuku preparaba su café, después de tantos años se había vuelto un experto en preparar el café perfecto. A Izuku le había costado mucho encontrar el punto exacto que él alfa disfrutaba pero después de muchos intentos al fin una mañana había logrado sacar una sonrisa del rubio después de probar el café. Katsuki le había felicitado y revuelto el cabello cariñoso.

Habían pasado unos minutos en los que había ignorado totalmente su inquietud ante los pequeños, su café estaba a mitad de aquella taza blanca... ¿por qué se parecen a Izuku y a mí? Entonces reacciono.

Aquello había sido como un balde de agua fría sobre él, recobro su postura derecha y colocó la taza detrás de él, sus ojos mostraban asombro y principalmente tristeza sin quitar la mirada de los pequeños ¿Cómo mierda se había olvidado de sus propios cachorros? Fue acercándose a los pequeños a pasos lentos sin dejar de observarlos.

Escaneaba cada parte de ellos, cada rasgó, ¿cómo pudo olvidar esas hermosas pecas de su hijo? ¿Cómo olvidó las hermosas lunares que tenía su pequeña? ¡Maldita sea! Ahí estaba, el momento por el que más había temido los últimos meses. Katsuki se había preguntado ¿cuál sería la primera persona que olvidaría? Frente a él estaba su respuesta. La primera persona importante en desaparecer de su mente, en este caso las primeras personas... Sus pequeños, de todas las personas que había conocido en los últimos años e incluso meses ¿tenían que ser ellos la primera persona? ¡Joder! La puta vida lo odiaba.

Llegó hasta ellos y lo primero que pudo hacer fue abrazarlos, se sentía mal, se sentía culpable... ¡Maldita sea! Ellos no merecían ese puesto.

-Los extrañe enanos - susurro el alfa cerca de los pequeños oídos de sus hijos. Agradecía en el fondo a su lobo interior, este no había olvidado la conexión que tenía con los pequeños y es por eso que esa "incomodidad" en realidad era su lobo tratando de hacerle saber que estaba conectado a los pequeños.