I NEED YOU, I'm still here...

CAP. 3 "EN LA SALUD..."

Eran las 6:30 de la mañana cuando comenzó a sonar la alarma de su esposo, al parecer había olvidado el celular en su cuarto la noche anterior. Se removió entre las cobijas para después extender su mano hasta el celular de su esposo y apagar la alarma, esperó unos minutos mirando el techo y se levantó de la cama. No había dormido bien la noche anterior debido a la falta del calor de su alfa pero aún tenía que preparar el desayuno para su esposo, podrían haber discutido pero eso no evitaba que dejaran sus atenciones con el otro, en especial el omega ya que no le agradaba la idea que Katsuki se fuera sin comer al trabajo, aun sabiendo que este podía desayunar en su trabajo seguía sin agradarle la idea.

Salió de la habitación, bajó las escaleras y fue directamente a la cocina. Abrió la nevera, sacó los ingredientes que necesitaba y los colocó sobre la mesa, después se dirigió a la alacena y sacó dos panes para después colocarlos dentro de la tostadora. Se dedicó a freír dos huevos y dos rebanadas de tocino mientras la cafetera hacia su trabajo. A los pocos minutos escucho como se abría la puerta de la cocina y entraba el alfa ya bañado, con su traje color vino y peinado, esté tomo una taza de la alacena, apagó la cafetera y retiró la jarra con café, salio de la cocina hacia el comedor que estaba conectado con esta por una ventana con una pequeña barra donde estaba un florero y un pequeño portarretrato donde estaban los 4 juntos, para después verter un poco de café en la taza y sentarse a esperar que su desayuno estuviera listo.

Después de unos minutos el omega colocó el plato frente al alfa, el cual contenía dos panes tostados, cada uno con un huevo frito, encima una rica y muy picosa salsa, también hecha por el omega y a lado las rebanadas de tocino.

Katsuki dio las gracias y se dispuso a comer, Izuku se sentó del otro lado de la mesa, estaba un poco nervioso, aún recordaba las palabras de su esposo de la noche anterior - "Quiero el divorcio" - esas dos palabras le habían dolido mucho.

La historia de amor del Alfa explosivo y el Omega dulce había comenzado cuando tenían 17 años, estaban en su último año de preparatoria. A Katsuki lo habían transferido a la escuela de Izuku llamada Yuei, específicamente en el mismo salón del pecoso, pero esa no fue la primera vez que se vieron, sus madres eran amigas de desde la secundaria pero cuando Mitsuki, la madre de Katsuki, se casó al terminar la universidad estas se separaron y en cuestión de unos cortos años perdieron el contacto. Así fue hasta que Masoru, el padre de Katsuki, fue transferido por cuestiones de trabajo y volvieron a su ciudad natal donde consiguieron una casa en el mismo vecindario que la casa de Inko, así fue como un día en el que ambas salieron al supermercado a comprar los ingredientes para la comida se encontraron y decidieron reunirse. Ese día Izuku iba llegando del parque cuando su mirada se encontró con una señora de cabello cenizo y ojos color rubí, quien le sonrió alegre para después ver a su madre preguntándole si él era el pequeño Izuku, está le respondió que sí, la mujer enseguida saltó hacia él abrazándolo y apretandolo contra ella. Después de ese abrazo tan asfixiante se percató de una cuarta presencia en la sala, este no era nada más y nada menos que Katsuki de 17 años, su madre lo había obligado a ir a la casa de Inko diciéndole que tenía que socializar y su amiga tenía un hijo de su edad, a lo que Katsuki le había respondido que le importa una mierda y claro, Mitsuki tuvo que amenazar lo y decirle que si no la acompañaba se las iba a ver con ella a lo que Katsuki no se pudo negar esta vez.

Cuando sus miradas se cruzaron sintieron una conexión inmediata, algo les decía que tenían que estar cerca del otro pero eso no quitaba el mal carácter del rubio que al inicio complicó todo, este ignoraba al peliverde diciendo que le fastidiada su presencia y que su olor era repugnante, así que una semana después de estar detrás del alfa, Izuku decidió que tenía que darle su espacio.

A la segunda semana de conocerse la actitud del rubio cenizo cambio un poco, se portaba más calmado y no decía nada cuando se quedaba a solas con el pequeño Izuku, esto sorprendió al omega, pues antes incluso si él no hablaba Katsuki le dirigía una mirada de advertencia para que no se acercará a él o lo amenazaba.