Katsuki había salido de su casa, dejó salir un suspiro de cansancio y se dirigido a su auto, un Toyota Avalon color negro. Una vez que estuvo dentro de este dejó su maletín en el asiento del copiloto y encendió el auto para emprender el camino a su trabajo.
El desayuno de esa mañana había estado delicioso, no le había mentido al omega, todo estaba casi perfecto y eso le hacía ponerse de buen humor pero entonces recordó el aroma de su omega, esas feromonas de tristeza y abandono no le agradaban en lo más mínimo. Bakugo sabía que era lo mejor, Izuku había tenido la razón la noche anterior, su omega interior iba a sufrir una vez que comenzará a olvidarlo, no sólo él, sus cachorros también y no quería eso, aún estaban muy pequeños para entender cosas tan graves como esas además tenía miedo de olvidarlos, tenía grandes recuerdos con su familia que no quería olvidar como el día que se declaró a Izuku y comenzó su historia verdadera historia de amor.
Recuerda haberse dado cuenta que sentía una pequeña atracción por el lindo omega la primera vez que se vieron, pero no quería aceptarlo así que se ocupó de alejarlo durante la primera semana, a la segunda entró en una fase un tanto extraña, simplemente no hacía nada al estar cerca del omega, le gustaba su aroma. A la tercera semana cuando entraron a clases por alguna razón quería tener ese aroma rodeando lo como las últimas dos semanas así que le dijo que lo esperaba en la parada de autobuses. Con lo que no contaba el rubio-cenizo fue con los amigos del omega, una vez que estuvieron en la escuela se dio cuenta de unas cuantas cosas.
Uno. Estaban en el mismo salón y sus asientos estaban juntos.
Dos. El omega era algo "popular" y como no si era bastante lindo y su aroma era adictivo.
Tres. Todos en su salón eran unos raros.
Cuatro. Izuku tenía a su grupo de amigos y estos eran algo molestos a su parecer, siempre sonriendo y alzando la voz, eran un fastidio además que se le acercaban mucho al omega y esto no le gustaba.
Quinto y más importante. Un maldito bastardo que tenía el cabello de dos colores gustaba de Izuku, se le notaba a kilómetros que moría por esté y esto le hervía la sangre a Bakugo.
El primer día de clases un tipo de cabello negro se le acercó y lo invitó a almorzar juntos, él se negó rotundamente, pero al ver cómo Izuku estaba con los ratos de sus amigos y aún más como ese bastardo mitad-mitad, apodo que le había puesto al alfa de dos colores, se le acercaba mucho a Izuku e incluso discretamente marcaba territorio alrededor del omega simplemente se levantó saliendo del salón y fue seguido por Sero. Para nada le interesaba hacer amigos, él ya tenía a su grupo pero no soportaba la imagen de Izuku junto a ese idiota.
Ese día regresaron juntos a casa pero Katsuki se sentía extremadamente molesto, Izuku llevaba consigo el olor de élidiota mitad-mitad y esto lo llenaba de celos, trató de ocultar sus feromonas y al parecer funcionó, ya que Izuku no se dio cuenta de su sentir. Por estos mismos celos terminó diciéndole a Izuku que esa sería la única vez que irían juntos a la escuela y a partir de ese día comenzaron a evitarse mutuamente.
Así fue durante dos semanas hasta que sus madres se dieron cuenta del incómodo ambiente que había entre ellos, así que planearon algo para que sus hijos se llevarán mejor, ambas eran mejores amigas y soñaban con que sus hijos fueran igual e incluso algo más aprovechando que eran omega y alfa, así que en una de las tantas comidas familiares que solían tener ambas amigas tocaron el tema, Inko tenía pensado hablar discretamente pero Mitsuki era demasiado directa así que simplemente les preguntó qué era lo que sucedía entre ellos, Katsuki aún recuerda esa charla.
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-Maldito mocoso, ¿qué fue lo que le hiciste al inocente de Izuku?- dijo Mitsuki en tono de reclamo una vez que ya estaban a mitad de comida.
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I NEED YOU, I'm still here...
Fanfiction"Lo siento mucho" ... Esas palabras resonaron en su cabeza, él no quería que fuera así ,él no quería que pasara eso, definitivamente no lo quería. Katsuki no quería olvidar, pero su enfermedad lo decía todo, él olvidaría todo poco a poco y no había...