Soldado
Desde hace un mes que tú y Raphael no tenían algun tipo de comunicación, no porque se hayan peleado o algo por el estilo, tu eras un agente del gobierno, te habian encomendado una misión de la cual podrías no volver, estabas infiltrada en una de las empresas de armas del mercado negro más peligrosas del mundo, un paso en falso y tendrías a media mafia apuntando un calibre a tu cabeza
Y por mas fuerte que seas y por mas armas que tengas en mano, Rapha no podía evitar ponerse nervioso, no tenia noticias de ti, y el lugar en el que estabas era privado, nadie mas que los de alto rango y tu que eras el infiltrado.
Tenías prohibido comunicarte con otras personas del exterior que no fueran los comandantes y jefes de la misión, el teléfono Especial que te dieron solo daba para comunicarte con los de la estación.
-Te dije que le demos un tortumovil.-comento el menor mientras en respuesta recibía una intensa mirada de rabia de sus tres hermanos.
-Cállate Mikey, no ayudas en nada.-susurraron Leonardo y Donatello.
Desde hace ya tres semanas que el segundo mayor del clan estaba desanimado, deprimido, ni siquiera le gritaba a Mikey cuando lo molestaba, tenia la mirada baja y simplemente no tenia ganas de hacer nada, solo esperaba noticias de ti por parte de April con la que tenían una amiga en común en la policía.
-Raphael-llamo Splinter, todos se callaron y lo miraron atentamente- cuando ___ vuelva, tienes que ser un hombro en el cual ella pueda apoyarse, tal vez ella pueda estar cansada no solo físicamente, sino también sicológicamente, tienes que estar fuerte para ayudarla a superar esos momentos.-el mayor apoyo una de sus manos en el hombro de su hijo mostrándole su apoyo.
Y nomás termino de decirle esas palabras motivadoras, una llamada interrumpió el momento.
-ah.. lo siento.-se disculpo Donnie.-¿April? ¿Necesitas algo?
-¡Donnie! ¡Pasame con Raphael! ¡Es sobre __!-todos escucharon como la voz de la mujer de mostraba desesperada.
-claro, claro.-le paso el celular al de banda roja y este puso el audio en alta voz.
-April, te escuchamos ¿que sabes de ella?-el de banda roja se levanto del sofá en el que estaban y todos copiaron su acción. Leonardo apretó el hombro de su hermano en forma de cariño.
-Esta aquí, en Nueva York, pero dicen que su estado es inestable, los doctores no dejan entrar a nadie y hay policías resguardando el hospital. Al parecer la descubrieron, Alicia dijo que posiblemente un oficial corrupto vendió la información de que ella estaba infiltrada.
-.....¿No la has visto?-la voz de Rapha salió en un susurro.
Todos se habian quedado en Shock, no esperaban esa información cayendo como balde de agua fría.
-Estoy tratando de averiguar algo de ella, pero no me dicen nada.. ni siquiera a su hermana, lo único que dicen es que se preparen para lo peor.-la voz de April igual empezó a sonar entre cortada.
-- Leonardo tomo el móvil con suavidad y hablo- muchas gracias April, igual en la noche intentaremos ir a verla.-
-Bien, les llamaré si nos dice algo más.-y termino la llamada.
Todos voltearon a ver a Rapha, este se habia vuelto a sentar y tenia los codos apoyados en las rodillas con las manos tapando parte de su cara. No sabia que hacer, que decir, solo pensaba en ella, en las palabras de April, trataba de no imaginarse su estado, solo se atormentaría más.
-Faltan pocas horas para que anochezca, saldremos en cuanto lo haga.-todos se acercaron al de banda roja y le dieron su apoyo.
[....]
Saliendo de las alcantarillas Leo llamo a la pelirroja para preguntar donde se encontraba.
-Estamos en su casa, despertó hace poco, los doctores vieron mas conveniente que sea atendida aquí con personal militarizado especial.
-Bien, ya vamos para allá.
Cuando voltearon para ir en dirección hacia su casa, el segundo mayor ya estaba a mitad de camino.
Saltaba los edificios como si nada mientras tenia el corazón en la garganta.
No entendía porque la habian dejado ir a su casa si estaba en estado crítico.
Y sin darse cuenta llego a la puerta de tu casa, no dudo si quiera en entrar y al ver como tu hermana lloraba y abrazaba a April con fuerza, se quedo tieso.
Ambas mujeres al notar la presencia de tu pareja, lo voltearon a ver y le hicieron señas para que se acerque.
-¿como esta ella?-pregunto casi en un susurro, pero dejando muy en claro su alteración, estaba apunto de dirigirse a tu cuarto cuando tu hermana le dijo algo que le puso los pelos de punta.
-Ella perdió una pierna Raphael...-lo dijo como pudo entre sollozos.-ella no esta bien..-
El de banda roja se quedo sin habla, y con más preocupación aun, corrió escaleras arriba para llegar a tu habitación, se quedo afuera mirando la puerta gris como si fuera lo más interesante de la vida, dudó, pero al final, toco la puerta, espero por una respuesta pero nada.
-__.... soy yo, Raphael..-lo dijo lo suficientemente fuerte como para que lo escucharas, pero aun asi, no hubo respuestas.
Estaba decidido a entrar luego de cinco minutos de espera cuando un "pasa" muy suave de escucho del otro lado.
Al entrar solo pudo ver parte de tu cuerpo por la luz que apenas entraba gracias a la iluminación del pasillo, prendió la luz y te vio acobijada conectada a una mariposa que transportaba el suero.
Cerró la puerta detrás de si, y a paso lento se acerco a ti, al sentarse al borde de la cama, no lo dudaron, y se abrazaron, el de banda roja tuvo mucho cuidado, no puso demasiada fuerza, solo te apego a el delicadamente mientras tu envolvías tus brazos al rededor de su cuello y derramadas algunas lágrimas.
-Todo va a salir bien mi amor, ya todo va a estar bien..-y queria creerlo, pero le daba miedo el solo cerrar sus ojos y que ya no estés con el. Te amaba demasiado, lo suficiente como para cuidarte todo ese tiempo en la que te dieron de baja en la agencia, te apoyo en todo lo que pudo, incluso cuando no aguantabas saber que tu cuerpo ya no seria el mismo de siempre, el beso cada cicatriz, herida y mancha en tu piel porque para el eras perfecta estuvieras como estuvieras. Lo importante, esque seguían juntos.
