Coqueteo
Las tortugas se encontraban luchando contra el clan del pie, entre esos robots se encontraban Xever y Perrera, las tortugas ya estaban por perder la pelea y retirarse cuando derrepente un misterioso sujeto con armadura negra y franjas azules fosforescentes les ayudo.
Logro destrozar a los robots y hacer que los dos mutantes malvados se cansaran.
Al ya acabar con su objetivo, el extraño salió corriendo del lugar donde se encontraban peleando unos minutos atrás, podía sentir como lo perseguían.
Su sexto sentido se lo decía, corría mas rápido y trepaba como si nada los muros y edificios, saltaba casas y callejones con el fin de tratar de perder a sus seguidores.
Las tortugas pararon en seco al ver que aquel enmascarado igual lo hizo, parecía molesto, volteó y parecía como si pidiera una explicación.
-¿quien eres?-pregunto el mayor de los hermanos.
No recibieron respuesta alguna, el extraño ni siquiera se inmutó.
Volteó y estaba a punto de retomar su caminó cuando alguien volvió a hablar.
-parece que no quiere hablar por las buenas-el extraño volteo de nuevo y ladeó solo un poco su cabeza- hay que hacerlo hablar por las malas-choco sus puntos entre si y sonrió divertido.
-¡Booyakasha!-grito el menor de los hermanos y dio el primer ataqué.
El de naranja trato de amarrar al extraño haciendo que sus cadenas pasaran al rededor de su cuerpo.
Pero el anónimo salto antes de que las cadenas lograran si quiera rozarlo.
El siguiente en atacarlo fue Donatello, que lo ataco con su Boo apenas toco el suelo.
En vez de atacarlos, el anónimo solo esquivaba sus ataques, no los veía como una amenaza aún, no tenia porque atacarlos o dañarlo, más bien le parecía divertido ver sus caras de frustración al saber que no le han puesto ni un dedo encima.
Tres de los cuatro hermanos ya se encontraban cansados, no podían más, pero el temperamental aún estaba de pie, no iba a aceptar su derrota.
Entonces fue que lo logro, pilló desprevenido al sujeto y en cuanto pudo lo tiró al suelo.
Se pudieron escuchar algunas risas estruendosas, el enmascarado se paro del piso y dirigió su mirada al de rojo, quien al ver que no le había echo daño borró su sonrisa de triunfador.
--las risas fueron disminuyendo de intensidad, y cuando menos lo esperaron las tortugas, la persona misteriosa se quito el casco, dejando ver a una joven muuuy sexy, su cabello cayó en cuanto se saco la protección, sonrió ladina y se acerco a paso firme donde la tortuga de banda roja.
La chica tenia una pequeña línea de sangre en su labio inferior, se acerco lo suficientemente a el, quedaron frente a frente y ella lo miro de arriba a bajo-tú amigo-bruscamente pero sin dejar de sonreir ladina poso su mano en el hombro de la tortuga- pagaras por esto-con la otra mano apunto su herida en el labio, paso su dedo pulgar por la herida limpiando el rastro de sangre, pero al hacerlo, el de banda dirigió su mirada a los carnosos labios de la femenina, se acerco más a él haciendo que se encoja en su lugar y tragué saliva sonoramente- créeme que te gustara jugar conmigo- le dijo muy cerca de sus labios.
La femenina se alejó rápidamente del mutante y miro a su alrededor.
--los otros hermanos la veían algo sorprendidos y con un leve sonrojo-¿que? ¿ustedes si querían ver un beso?-les sonrió picara-¿o quieren que los bese a ustedes?-se carcajeo y los otros tres a los que les hablaba se sonrojaron mas y voltearon avergonzados a mirar a otro lado-
La femenina estaba a punto de colocarse el casco pero antes de eso decidió voltearse a mirar a su víctima principal, el que logro darle un buen golpe.
-espero volverte a ver semáforo- la sonrisa de la femenina se amplió mas y después de decir tales palabras se coloco el casco y con una bomba de humo desapareció del radar de las tortugas.
-woow, esa chica si que es intensa-dijo el de morado una vez que salió del trance.
-es hermosa-el de naranja podía sentir como su corazón se movía rápidamente.
Pero ninguno de ellos se comparaba a Raphael, el pobre seguía en shock, estaba muy rojo y no dejaba de mirar la dirección en la que se había ido la chica.
¡si que era hermosa!
-Rapha, ¿estas bien?-le pregunto su hermano menor.
Pero nada, seguía en blanco.
Hasta que reacciono al darse cuenta de algo.
-¡esperen!-grito el de rojo haciendo exaltar a sus hermanos-¡no nos dijo su nombre!.
Y así es como el segundo mayor del clan Hamato perdió la cabeza por una mujer.
