Celos
Solo con ver su carita toda tierna y llena de pequitas podías llegar a pensar que Mikey era un hermoso angelito caído del cielo.
Literal le hacia homenaje a su nombre.
Asi que te sorprendiste de sobremanera cuando te enteraste que exploto, si, exploto, quemó, destruyo los valiosos cómics de Raphael solo porque el habia dicho que te veías bonita sin maquillaje y desarreglada.
Ni siquiera Raphael pudo reaccionar cuando vio el aura oscura que emanaba de su hermano menor.
Y ni hablar de Splinter, se quedo con la boca tan abierta que casi se atraganta con una mosca.
Acababas de llegar después de acompañar a Donnie y Leo a comprar las pizzas, cuando el olor a quemado era la rica fragancia que dominaba la sala, desde la entrada podías ver como Raphael estaba de rodillas en el piso sosteniendo las cenizas de sus hermosas historietas.
-¡¿Que paso?!-te acercaste a el junto con tus amigos e inspeccionaron el área, no había peligro, solo un Mikey con gafas oscuras mirando como el fuego consumía otra hilera de cómics.
Te lo llevaste arrastrando a otro lugar mientras los dos que quedaban apagaban las llamas, claro y Raphael que seguia en shock.
-Muy mal.-le diste un sopé a tu tierno pero cínico novio cuando se tranquilizo.
-¡Auch! ¡Pero Puppy, te estaba coqueteando!-gruño molesto.
-¡No me estaba coqueteando!-por un momento el blanco de tus ojos se vio por lo molesta que estabas, pero te tranquilazaste y lo apegaste a ti.-y aunque me hubiera coqueteado, no lo preferiría a él sobre ti, sabes que te quiero mucho, muchísimo.-empezaste a suavizar tu voz y dejabas besitos cortos por toda su carita, en especial el área de los cachetes.
-... lo siento..-susurro mientras escondía su cabeza en la curvatura de tu cuello.-me puse celoso sin razón alguna, pero en verdad pensé que... incluso te veías más feliz con el.-su voz apenas salía, podías escucharlo solo porque estaba cerca de tu oreja, de no ser asi, serían solo balbuceos.
-No podria ser feliz sin ti, cielo, eres mi peronita especial, eres quien me hace reír con todas sus estupideces, y te amo por eso.- al terminar de aclarar las cosas ambos se dieron un tierno beso.
-¡MALDITO MIKEY! ¡¿DONDE ESTAS?!-y de un momento a otro, tu novio era arrastrado por el de banda roja que se encontraba molesto hasta los huesos.
-¡AHHHHHHH! ¡AYUDAAAA!-y no te quedo de otra más que ir a tratar de salvar a tu angelito.
