Baby Heroes [Katsuki Bakugo / Izuku Midoriya X tú]

VI

A la noche siguiente los dos niños estaban frente a la joven mientras sus compañeros estaban tras los sillones.


- Prometo que esto no dolerá – Sonrió la adolescente tomando aire, haciendo círculos con sus muñecas, moviendo sus brazos en infinitos y laterales, a medida que sus movimientos tomaban velocidad, una aura negra rodeaba sus brazos mientras su cabello se alzaba ligeramente – Por el poder concedido de la fuerza del mal, todo lo que es malo y oscuridad te ordeno restaures tu verdadera esencia.


- No suena muy bien... - Murmuró Sato haciendo a todos asentir.


Los niños fueron envueltos por el aura negra que estaba en las manos de su amiga y está sonrió emocionada, vio el aura crecer, moverse incesante, aquí era el punto que se decidía todo...


- ¿Restaurar la esencia de alguien? – Preguntó Tokoyami mientras la joven asentía con rapidez.


- Es un hechizo antiguo, para cuando en la época de metamorfosis y que los humanos continuaran como tal, quizá así Katsuki e Izuku vuelvan a ser adolescentes – Habló ilusionada la joven.


- Creo que hay un problema potencial... - Dijo el hibrido tomando el libro - ¿Si su esencia es continuar así o ser alguien más?


La adolescente empezó a negar – He estudiado mucho, sé que puede funcionar, en realidad, el peor caso será que se queden así.


Las memorias de su conversación con su amigo la inundaron llenándola de miedo mientras sentía sus brazos arder, las venas estaban encendidas en purpura pero no le importó cuando su magia se dispersó y todos se acercaban, con Kirishima y Todoroki con mantas en las manos y nadie viera de más a los adolescentes pero entonces unos chillidos los hicieron palidecer.


La nube negra desapareció dejando ver a dos bebés... de casi dos o tres años, le había reducido la edad, los niños estaban bajo sus anteriores ropas y los chicos gritaron al ver a su compañera caer precipitadamente al suelo de la impresión.


Un olor fuerte y que caló en su nariz despertó a la chica de golpe, Yaoyorozu le había puesto un algodón con alcohol debajo de sus fosas nasales y la adolescente abrazó a la pelinegra.


- Ni te imaginas, soñé horrible, Katsuki e Izuku eran bebés – Cuando la joven observo mejor vio a los niños sentados en el suelo y escuchó un tierno "aba" de Izuku estirando sus bracitos, mientras que sus deditos se cerraban y abrían haciendo puños como pidiendo que lo cargaran.


La chica palideció y tomó al pecoso que llevo sus manos con curiosidad a la cara de su amiga riendo y estrujando el rostro de la adolescente, haciendo que formará muecas que a su vista eran graciosas.


- Creo que salió peor –Murmuró Mineta recibiendo un golpe de parte de Asui.


- Sabíamos que podía pasar algo así – Habló Tokoyami.


Un aura negra llena de depresión rodeo a la joven que abrazaba a su ahora amigo bebé contra su pecho, el bebé se veía demasiado cómodo recostado sobre los acolchonados pechos de su amiga, incluso había empezado a dormitar.


- Tú, Midoriya aprovechado – Le gruñó Kaminari siendo detenido por Sero. 


Entonces vieron al rubio cenizo gatear hacía las piernas de la chica dándole golpecitos, la adolescente lo tomó en brazos con cuidado y recibió un tierno beso en la mejilla de su amiga haciéndola sonrojar.


- Katsuki... Bobo – Reía la joven mientras izuku miraba al cenizo con sus ojos entre cerrados.


Para la no sorpresa de todos es que Bakugo le sacó la lengua al peliverde.


Pero si les sorprendió fue que Midoriya imitará su acción y empezaran a manotear golpeando a su amiga en el proceso.


- ¡Deku te vas a lastimar! – Habló Uraraka tomando al pecoso mientras Mina tomaba a Bakugo.


- ¿Estás bien? – Le preguntó Shoji a su recién despierta compañera y ella asintió sonriendo mientras Koda le acercaba una botella de agua, fue cuando notó que sus venas seguían purpuras, bebió el agua y suspiro.


- Aizawa me va a matar... - Sollozó recibiendo palmaditas en la cabeza por parte de Aoyama.


- Mademoiselle, todo está bien, en cuanto encuentren al que hizo esto ellos volverán a lo que eran. -


- Yo tengo una duda – Se escuchó la voz de Hagakure – Si el hechizo de (____) muestra la verdadera esencia de alguien ¿Por qué son bebés?


- No lo sé – Volvió a sollozar la joven mientras Iida ponía una mano en su hombro.


- Lo intentaste, está bien, solo debemos cuidarlos y explicarle al profesor – Calmó el peliazul mientras su compañera asentía.


- Gracias... - La chica se levantó para ver a sus pequeños amigos, ambos insultándose en lenguaje bebé, o eso era lo que especulaba.


- Creo que al menos así podríamos controlarlos un poco más – Habló Tsuyu. 


La adolescente iba a caminar pero un dolor horrible en su cabeza la hizo temblar y retroceder chocando contra uno de los libreros en la sala. 


- ¿Estás bien? – Se acercó Kirishima y la joven empezó a negar.


- (____)-chan, tranquila – Intentó acercarse la peliverde pero su amiga solo sostenía su cabeza, apretando fuertemente los ojos.


La estudiante sentía como si golpearan en su cabeza y un ruido de alta frecuencia penetrará en sus oídos, sintió algo atraparla, era la cinta de Sero mientras Momo se acercaba a auxiliarla.


Después de un rato y de la asistencia del profesor Aizawa, la chica se relajó quedando semi-inconsciente en el suelo, escuchando el fuerte llanto de sus amigos hechos bebés por parte de su hechizo.


Podía ver una imagen de ella misma con sus amigos, quienes divertidos bromeaban con ella mientras comían en la casa del cenizo, con Mitsuki sonriendo ante la imagen de los pequeños niños de apenas ocho años de edad, que comían sus fideos llenos de manchas de tierra y solo dios y ellos sabían porque estaban empapados en un día soleado.


Ella y Katsuki jugando "Rock band" él en la batería y ella con el micrófono, el oji-rubí tenía una sonrisa orgullosa y ella bailaba al ritmo musical y daba pequeños saltitos emocionada, mientras abraza incidentalmente al de mirada carmín por el cuello cantando al unísono.


Observaba la enorme y cegadora sonrisa de la pelusita verde que tenía por amigo mientras asistían a una convención de héroes, con su amigo explicándole todo con sus ojos titilantes haciéndola reír llena de ternura.


Pero entonces esas imágenes que tanto atesoraba la chica se fueron disolviendo como si de pintura lavable se tratará, fue cuando quedó inconsciente viendo como última imagen la regordeta carita de sus bebé-amigos que gateaban hacía ella entre las piernas de sus compañeros.