𝐂𝐑𝐄𝐂𝐄𝐑┊𝗱𝗼𝘁𝗲𝗻.

t h r e e

—¿Qué quieres ser de grande, Jaemin? —Chittaphon observaba cómo ambos niños estaban muy concentrados en los dibujos que coloreaban. Jaemin y Dongyoung estaban sentados juntos en una de las mesas del salón, se escuchaba el eco de las voces de los niños platicando acerca de lo que querían ser de grandes, el trabajo era dibujarlo.

—Policía, veterinario, doctor y astronauta —contestó Jaemin con una gran sonrisa. Chittaphon rió disimuladamente, puesto que que no quería que sintiera que se burlaba de él. Dongyoung miraba cómo Jaemin pintaba en su hoja, no paraba de hacerlo, le parecía curioso, porque él no sabía por donde empezar.

—¿Y dibujarás todo eso allí? —preguntó Chittaphon, intentando darle forma a las cosas que Jaemin estaba dibujando. El niño asintió.

—Sí, voy a dibujarme a mi en el centro, y a mi alrededor haré un carro de policía, un perro, el espacio y algo de doctores —explicó, centrado en la hoja que tenía sobre la mesa. Chittaphon asintió, miró ahora a Dongyoung, que había estado pendiente de lo que Jaemin hacía durante un largo tiempo.

—¿Y tú Dongyoung? ¿qué quieres ser de grande? —Chittaphon se preguntó si su atención a Jaemin se debía a que no sabía aún qué le gustaría ser de grande y buscaba tomar ideas de Jaemin. Dongyoung dejó de mirar hacia el dibujo de Jaemin para mirarlo ahora a él.

—Quiero ser ingeniero en energías renovables —contestó sin ninguna clase de dudas, Chittaphon se sorprendió un poco, pero se limitó a sonreírle, porque Dongyoung siempre lograba sorprenderlo de una u otra forma.

—Eso suena tan aburrido, Youngie —Jaemin levantó la mirada de su trabajo para mirar a Dongyoung con una pequeña sonrisa. Jaemin decía eso la mayoría de las veces, cuando Dongyoung hacía comentarios que a él le parecían complicados pero interesantes. Le gustaba que su mejor amigo fuera tan inteligente, porque así lo ayudaba cuando no entendía, pero algunas veces en verdad no podía comprender lo que Dongyoung decía o pensaba, era peculiar.

—No puedes ser un policía, un veterinario, un doctor y un astronauta al mismo tiempo, Jaemin —le contestó a la defensiva. Jaemin soltó el color rojo para buscar el café, negando repetidas veces hacia Dongyoung.

—Si tu puedes ser inge-eso yo también puedo ser todo lo que quiero, ¿verdad Chittaphon hyung? —Jaemin y Dongyoung miraron a Chittaphon, uno con la emoción de que le dijera que sí pues estaba seguro de ello, y el otro en cambio esperando que lo que dijo fuese confirmado, porque tenía la razón.

—Ah, no lo sé, tal vez... —se limitó a contestar. No quería causar una discusión entre ambos, y tampoco quería destruir las ilusiones de Jaemin. Porque no se lo merecía, o no aún por lo menos. Las ilusiones y los deseos infantiles son siempre los más poderosos, los más hermosos; Chittaphon no podía quitárselos.

—¿Ves, Dongyoung? —Dongyoung rodó sus ojos e ignoró a Jaemin, quien regresó su atención a su trabajo, perdiendo su atención de nueva cuenta en éste.

—Como sea... —murmuró Dongyoung. De cualquier forma estaba seguro de que llegaría el momento en el que Jaemin se daría cuenta de que él tenía la razón. Tomó un lápiz y colocó la punta sobre el papel, esperando que se se ocurriera cómo representar lo que quería ser de grande.

—¿Y por qué no has empezado a dibujar? —preguntó Chittaphon después de unos segundos de ver a Dongyoung debatiendo con la hoja en blanco. Todos los niños de la clase, por lo que había visto estaban terminando, unos ya habían finalizado y habían seguido la indicación de la mestra, de pegarlos todos ordenados en una de las paredes del aula, para que así todos los vieran y después compartirlos juntos.

—Es que no sé dibujar muy bien —confesó sincero. Cuando se trataba de ser creativo en los dibujos solía tener dificultades y no ser el más listo, no era como dibujar figuras geométricas, porque eso si le parecía bastante fácil. En cambio Jaemin dibujaba muy bien, le gustaban mucho sus dibujos—, preferiría escribirlo...

Chittaphon se permitió extrañarse de las palabras de Dongyoung, porque él nunca había conocido a un niño que prefiriera escribir antes que dibujar. De nuevo Dongyoung había logrado sorprenderlo.

—Entonces escribe, si se te da mejor está bien —opinó Chittaphon encogiéndose de hombros. Dongyoung lo miró esperanzado.

—¿Seguro? —estaba inseguro, porque él quería hacer el trabajo correctamente, y no equivocarse, todos dibujaban así que él por obviedad también tenía que hacerlo.

—No creo que haya algún problema con la maestra —le dijo el mayor con una sonrisa cómplice dirigida sólo para Dongyoung, y sonrió porque de nuevo tenía esa sensación de sentirse especial a causa de Chittaphon.

—¡La letra de Dongyoung es muy bonita!, además escribe cuentos muy bonitos, y sus respuestas en los cuestionarios siempre son las más largas —Jaemin había soltado el color que estaba usando para mirar a Chittaphon, y decirle todo eso con emoción, sintiéndose con el derecho de alardear sobre Dongyoung por ser su amigo.

—Eso está bien, todos somos buenos en diferentes cosas —habló Chittaphon con una sonrisa de lado, recibiendo una mirada de Dongyoung agradecida, porque estaba reconociéndole su talento—. Jaemin sabe dibujar y tu escribir, son un buen equipo.

Jaemin sonrió ampliamente, como si las palabras de Chittaphon dichas fuesen su mayor felicidad. Tomó la mano de Dongyoung, que estaba en la mesa para enredar sus dedos y asintió en dirección a Chittaphon. Le gustaba la idea de que Dongyoung y él eran un equipo.

—Somos mejores amigos —comentó sin quitar su expresión de felicidad—, así que yo puedo ayudarte a dibujar, pero no sé qué es eso que quieres ser —Chittaphon se daba cuenta de las diferencias entre Jaemin y Dongyoung, diferencias que los unían. Y es que Jaemin era casi todo lo contrario a Dongyoung, desde su personalidad hasta su capacidad de darle importancia a los lazos sociales.

—¿Aunque te trate mal a veces? —Dongyoung preguntó con un tono de voz desanimado. Jaemin sabía que él no era muy bueno expresándose, pero eso no le importaba en absoluto. Dongyoung soltó su mano de la de Jaemin lentamente, recuperando su lápiz.

—Los amigos siempre se perdonan —contestó encogiéndose de hombros—, siempre, siempre, siempre —Dongyoung repitió las palabras de Jaemin en su mente, ¿eso podría ser cierto? ¿siempre, siempre, siempre? —. Así que Chittaphon hyung, como también eres nuestro amigo, tendrás que perdonar a Dongyoung si algún día te trata mal.

Dongyoung levantó su mirada rápidamente para ver la reacción de Chittaphon con curiosidad. Él no lo trataría mal nunca, es su hyung, así que no necesitaba saber esa respuesta porque nunca llegaría a requerirla. Aún así, se sintió bien algo dentro de él cuando miró a Chittaphon asentir ante la pregunta de Jaemin.

—Anda Dongyoung, puedes escribir. Estoy seguro de que serás lo que quieres ser, al igual que Jaemin —Chittaphon se levantó después de haberle sonreído a ambos. 

Dongyoung escribió, todo lo que quería hacer y le gustaría ser, todo lo que sabía y había leído, Chittaphon confiaba en que podría llegar a lograrlo, así que no debía tener dudas de ello.