Súcubo

Capítulo 1 -Paranoia

Esta historia contiene: Contenido adulto, lenguaje vulgar, burlas desmesuradas sobre dos creencias opuestas, humor extremadamente crudo y sin censura. 

No quiero quejas del trabajo, vas a leerlo bajo tu propio criterio. Si no te gusta, ahórrate el comentario de insultar al autor. No se culpa al producto, al final, has venido aquí porque has querido. 

—Fiesta en la casa de Hayama ¿Te apuntas?

La voz de mi amigo Takumi me saca de mis cavilaciones. Agito la cabeza un par de veces intentando deshacerme de mis pensamientos y me enfoco en el tipo de ojos azules que me mira con escrutinio.

—Yo solo...— busco algo bueno que decir, pero nada viene a mi mente. Sé que últimamente estoy más distante y distraído que de costumbre, aunque, en mi defensa, cualquiera lo haría si se sintiera...observado. —Creo que no podré asistir.

—¡Joder! ¡Que puta lástima me das!— Takumi resuena con su voz irritante y alza los brazos en señal de indignación —¿Otro jueves que no nos acompañas? Te dije que Mito va a estar ahí ¿Qué no pensabas ligar con ella?— no digo nada y mi silencio parece irritarlo —Bien, como quieras.

Ambos apenas cruzamos unas palabras de despedida. Tomo mi mochila, algunos libros y cierro la taquilla para irme cuanto antes de la escuela. Salgo por la enorme puerta de la academia y el frío hace estragos en mi cara al golpearme contra una ráfaga de aire helado.

Comienzo a caminar, solo porque hoy no se me apetece tomar el autobús -mi grave error-. La calle está parcialmente transitada, pero no me toma mucho tiempo llegar a un tramo en donde la tarde parece unirse a las calles para recrear una escena de terror.

No me molesta caminar solo, tampoco es como si no lo he hecho antes. Me gusta pensar que, soy el tipo a quien evitarías en la calle por tener un aspecto poco amigable, sin embargo, esa confianza que estuve construyendo con los años y la experiencia, se ha esfumado en cuestión de días, dos semanas para ser exactos.

Me siento observado, siento que...algo, está por ahí, asechando. Soy consciente de lo patético que sueno, de lo extraño que es cómo mis entrañas se atenazan de solo pensarlo. Soy un chico -a mi parecer- de muy mal carácter, alguien que no piensa ni vacila al momento de darle un puñetazo a cualquiera que me quiera joder la vida. Pero ¿Por qué me siento así?

Vulnerable

Intento disipar esos pensamientos al ponerme los audífonos, hago sonar lo mejor del metal sinfónico en mi lista y empiezo a sentir mis hombros liberarse poco a poco.

Hundo mis manos en los bolsillos de mi pantalón y subo el volumen de la música opacando cualquier ruido que quiera interferir con mi paz mental.

De pronto, me detengo de golpe. Mis pies se aferran a la acera y mis ojos se enfocan en esa arbolada. Hay un pequeño parque en el centro de la ciudad, siempre he cruzado a través de él para ahorrarme varios minutos para llegar a casa...

Eso solo que...

Está vez es diferente. Siento que algo me espera en ese lugar y estoy tragando esa amarga sensación para creer que es solo mi imaginación. No sé cuánto tiempo pasa cuando los destellos del sol comienzan a desaparecer. He estado tanto tiempo dudando entre cruzar o no que la noche está a punto de arribar y eso...