Last Goodbye | Mena Puertos [1] +13

Capítulo Uno.

En un mundo donde no todas las personas aprenden a decir "adiós", existo yo; Jane O'Neill, 16 años y una vida perfecta, al menos para mí lo era.

Me refiero a que, para mí, una vida perfecta es; una mamá, un papá, amigos, una casa, un carro, una escuela digna y el dinero no nos sobraba ni nos faltaba.

Los pondré al tanto...

Mamá y papá se conocieron en la preparatoria, fueron novios pero se separaron en la universidad, hasta que un día se encontraron en el bar del pueblo, se pusieron en contacto, empezaron a salir de nuevo, se graduaron. Papá le pidió matrimonio a mamá, se casaron y después, nací yo, nos mudamos a Cork, Irlanda, donde vivimos actualmente.

[...]

"Mamá"; me viene a la mente un hermoso recuerdo, paz, tranquilidad, confort. Además de regaños, enojo y frustración.

Mi actividad favorita con mamá era mirar la carretera a través de la ventana de mi cuarto, se sentía tranquilidad, y como si el viento recorriera toda tu cara.

"Papá", mi héroe sin duda alguna; fuerte, gentil, divertido. Recuerdo que de pequeña, solíamos recoger margaritas para mamá, las blancas eran sus favoritas.

Cada noviembre salíamos a patinar al lago congelado cerca de mi casa, es una tradición, ellos me enseñaron todo lo que sé; patinar leer, escribir, observar y sentir.

Son personas que sin duda son esenciales en tu vida, pues te enseñan lo que está bien y lo que está mal, te dan los mejores consejos y, aunque no siempre estamos de acuerdo con ellos, siempre tienen la razón.

Creo que el mayor sueño de mis padres era ser felices con lo que tenían. Creo que eso es lo que buscan todos.

[...]

Once de Mayo, un día que sin duda jamás olvidaré.

Lunes, Nueve de la mañana.

Mamá me llamó para desayudar, eran panqueques, papá leía el periódico como todo buen señor.

El día era nublado, había llovido toda la noche y parecía que lo haría de nuevo en unos cuantos minutos, mis padres tenían que hacer un viaje por la carretera, era de negocios, trabajaban en una agencia de bienes raíces.

Jane, te quedarás unos días con tu tía Aly, está en la ciudad y se ofreció a cuidarte mientras no estamos- dijo mamá mientras se llevaba un trozo de pan a la boca.

-¡Hora de irnos!- dijo papá mirando su reloj. Me ponía triste no verlos por unos días, pero, después de eso, haríamos una noche de juegos y día de compras con mamá.

Tomé mi mochila y me subí al carro, llegábamos tarde, tanto a la escuela como al trabajo.

Antes de bajarme del auto, mamá me dijo que la esperara para poder ir de compras.

-Corre amor, llegarás tarde – dijo mamá dándome mi mochila.

- ¡Te amamos linda! – dijeron al unísono.

Fui al campo, pues mi primera clase era deportes, sinceramente, no sé qué hacíamos ahí, el césped estaba mojado, pero la profesora nos obligó a dar 2 vueltas a todo el campo.

Al terminar la primera vuelta, me senté a tomar agua, vi la hora; alrededor de las doce de la tarde.

De pronto veo como la directora y el consejero escolar llegan a hablar con la maestra de deportes, se veían tristes, no le tomé mucha importancia, hasta que me señalaron y me indicaron que los acompañara; tomé mis cosas y fui con ellos. Yo no tenía idea de nada.

[...]

Al llegar los 3 a su oficina, la directora al fin habló, ojalá no lo hubiera hecho.

- Jane... Sé que te cuestionas que haces aquí, tranquila no hiciste nada, pero...-

- Jane, tus padres, ellos tuvieron un accidente en carretera, al parecer, un tráiler se quedó sin frenos.

Mi mundo colapsó.

Mi corazón palpitaba rápidamente y estaba llenando mis ojos de lágrimas.

-Están en el hospital justo ahora... Jane, ¿tienes algún familiar que pueda llevarte y cuidarte aquí en la ciudad?- traté de escuchar todo lo posible, asimilé rápidamente la información y bueno...

Como mis padres se mudaron de Australia a Cork, Aly era la única que estaba en ese momento, la llamaron y me llevó al hospital.

Por la ventana de la habitación los pude ver, ambos cegados y solo veía líneas verdes que se movían despacio de arriba abajo en un monitor. El doctor me dijo que estaban en coma, estaba llorando como nunca antes.