Capítulo Once.

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Siete de la mañana del día maldito

Mi cumpleaños.

-Feliz cumpleaños mocosa, tienes treinta minutos antes de que te secuestre- dijo él vía llamada -¿Sabes qué hora es?, ¿A dónde vamos?, ¿Por qué solo treinta minutos?, ¿Estás loco?- pregunté

-Uno, eres muy preguntona y dos, si, si estoy loco- colgó Josh.

Me alisté como pude, un atuendo neutral, pues no me dijo a dónde iríamos, si estaba nevando o no, no me dijo nada.

Escuché que saludó a mis tíos, después de eso tocó mi puerta y nos fuimos, era demasiado temprano.

Me subió a su carro y me tapó los ojos con una bufanda, -¿A dónde vamos?- insistí –Ya te lo dije Neill, es un secreto-

Escuché que estábamos en la carretera, él sabía que me daban miedo los autos, sin embargo yo sabía que era mi medio de transporte común, por eso me comportaba relativamente tranquila, él manejaba moderadamente.

Siempre me había preguntado cómo es que hace tantas cosas como manejar, comprar alcohol, etc., solo con dieciséis años. -¿Josh puedo hacerte una pregunta?- cuestioné –Claro, dime- respondió –Cómo es que tienes licencia para conducir con sólo dieciséis años?- pregunté, el rió por lo bajo –Déjame decirte un pequeño secreto, tal vez yo no tenga la edad que tú crees...- susurró y me panique, ¿cuántos años tenía?, ¿es un pedófilo?, él notó mi cara de miedo –Ay dios Jane, tengo dieciocho, soy mayor de edad, mis padres  decidieron meterme dos años después de lo recomendado, así que todos suponen que tengo dieciséis- argumentó.

¡QUÉ!

Literalmente me quedé en shock, mi mejor amigo era mayor de edad, con razón.

[...]

Unas horas después, sentí que estacionó el carro, abrió mi puerta y me bajó de este –De acuerdo mocosa, ahora voy a quitarte la venda en uno, dos, ¡tres!- corrió hacia enfrente, de pronto, veo cómo un globo aerostático se inflaba enfrente mío, y un cartel que decía "feliz cumpleaños Jane" –Feliz cumpleaños a la mejor amiga del mundo- dijo él, lo abracé, le agradecí por todo, me ayudó a subir al globo y luego él, comencé a ver cómo nos elevábamos del suelo, -Y, para hacerlo más especial...- sacó su celular y reprodujo una canción de su playlist

[...]

Nos bajamos del globo y me dirigió al carro de nuevo, -Gracias de verdad Josh, no era necesario- agradecí –En lo absoluto Neill, sin embargo, Créeme cuando te digo que mi vida ha dado un giro demasiado radical cuando te conocí, es por ello que celebramos tu vida, te adoro Jane- musitó él.

Me vendó de nuevo los ojos, me ahorré la molestia de preguntar a dónde nos dirigíamos, puesto que ya sabía que nunca me lo diría. Minutos después, sentí que la tarde se volvía fría, me bajó del auto y me destapó los ojos -¿Un diner?- pregunté –No solo es un diner, Neill, es una de las mejores experiencias que tendrás en tu vida- prosiguió entramos al establecimiento y había gente completamente diferente  lo acostumbrado, gente con una estética diferente a donde giraras la cabeza, no lo digo como algo malo, me encanta que la gente se exprese y se refleje en absolutamente lo que sea.

De pronto, Josh me agarró de la mano y me dirigió hacia una puerta detrás de la cocina, me quedé totalmente plasmada. –¿Un club nocturno? Josh soy menor de edad por si no lo recuerdas, además aunque tu padre sea obscenamente rico no significa que me dejen entrar-

-Uno, mi padre no es obscenamente rico, él trabaja para alguien obscenamente rico, y dos, ahora tienes diecisiete Neill, ¡felicidades, eres mayor de edad!-

Josh me hizo pasar, literalmente parecía que él era el dueño del lugar, todo el mundo lo conocía, -¡Hey, que tal todos, eh, bueno, quiero que todos le aplaudan a mi mejor amiga, Jane, que hoy está cumpliendo años!- dijo siempre alegre. Cómo las cosas pueden cambiar drásticamente, de ser la más ignorada de la escuela a la chica a los que todos aplaudían y alababan, Josh sin duda era lo máximo.

Después de esas palabras y la bulla que hizo la gente, reprodujo una canción, LA canción, esa con la que te olvidas de todo lo jodidamente malo de tu vida y solo disfrutas el momento, tratas de rescatar cada pequeño detalle del momento y solo disfrutas.

Firestone.

Solía escucharla cuando Tim y mis demás amigos salíamos a la playa o algo así, me encantaba esa canción.

Josh me tomó de nuevo de la mano, nos dirigimos a la pista de baile, la luz era ultravioleta, casi no se podía ver nada, había letreros neón por todas partes con frases como "Here" o "Either Way", palabras que a cualquiera que no ha sufrido suficiente le habrían parecido sin sentido, sin embargo yo sí las entendía. "Aquí", como "aquí es seguro", "aquí y ahora", "Ni modo", conformista, duro, difícil, pero en muchas ocasiones cierto.

Bailamos como nunca, como si fuera de esas noches de música a todo volumen, nada más existía, ni mi dignidad, ni la depresión, la muerte, los problemas, nada... solo éramos él y yo.

[...]

Tres de la mañana del día después de mi cumpleaños, el mejor cumpleaños que había tenido en mucho tiempo, como era de esperarse, sí bebí muchísimo, probé el vodka de mandarina, muy bueno por cierto, vomité en los zapatos de Josh, conocí nuevas personas.

-De acuerdo mocosa, bebiste demasiado, hora de ir a casa... Ben me va a matar- dijo él, me subió al carro y nos dirigimos a casa, recuerdo que me subió a mi cuarto, me dejó en la cama, me tapó y dijo –"Me gustó verte feliz aunque sea solo un día" y, aunque estaba borracha, pensé, todas las veces que estoy con Josh me sentía feliz, viva, me encantaba pasar tiempo con él, era divertido, excéntrico, jamás dejaba que se burlaran de alguien o de él mismo, siempre estaba feliz sin importar nada.

Y entonces lo entendí:

El tiempo es corto.

La vida es dura.

Y la edad sólo es un número

Last Goodbye | Mena Puertos [1] +13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora