7. Noche de baile

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Una vez llegué a mi habitación empecé a buscar un vestido adecuado para el baile de esa noche. Al final elegí un vestido largo y elegante de color vino. De cintura para arriba era completamente ceñido, dejando mis hombros descubiertos con una sutil manga que bajaba por ellos y un escote discreto pero un poco atrevido a la vez. De cintura para abajo no era tan apretado y además tenía una apertura en un lateral desde los pies hasta el muslo. Me maquillé discretamente y cuando estaba poniéndome los pendientes, alguien llamó a mi puerta.

-Estas preciosa -susurró Draco mirándome de arriba y abajo.

-Tu tampoco estas nada mal, dragón. ¿Te pongo la pajarita?

-Por favor -dijo entrando en mi habitación.

-¿Me ayudas a plancharme el pelo?

-Obvio. -Le coloqué la pajarita verde oscuro alrededor de su cuello y acto seguido me ayudó a peinarme. Mientras estábamos en frente al espejo, noté como me miraba fijamente a través de él.

-¿Quién es el afortunado?

-Diggory.

-Así que Cedric, eh... Has pasado de partirle la cara a querer ir al baile con él. -Suspiré y agaché un poco la cabeza. -Kira, haces lo que quieras con tu vida, sé que eres indomable como un puto león salvaje, pero no me culpes si le tengo un asco que no puedo con él. Ese tío se sobrepasó contigo, te besó sin consentimiento... Como vuelva a hacer algo parecido le hago destrozo hasta el alma.

-Si vuelve a hacer algo parecido no te dará tiempo a enterarte, lo mataré yo antes. -Ambos sonreímos y levanté un poco la cabeza. -Tengo mucho miedo, Draco.

-¿Por qué? ¿Por Cedric?

-No. Bueno, no estoy segura... -Levanté de nuevo la cabeza y le miré. -Han pasado muchas cosas hoy. No me esperaba salir concursante de ese estúpido torneo, no me esperaba ver a Krum, estoy nerviosa por el baile... No sé...

-Ese torneo está ganado. Además, vas a hacer que Krum se arrepienta de haberte dejado porque vas a ir espectacular y te va a ver más feliz que nunca. Mírate. -Me cogió de la cabeza e hizo que me mirara fijamente al espejo. -Eres la niña más bonita e inteligente de Hogwarts.

-Draco... -Me levanté y le abracé. -No me faltes nunca.

-Antes muerto. -Nos separamos y nos miramos fijamente, apoyamos nuestras frentes y cerré los ojos. -Eres mi mitad -susurró. Alguien llamó a la puerta de mi habitación, suspiré profundamente y nos separamos sin dejar de mirarnos.

-¿Estoy bien? -pregunté tocándome el pelo.

-Perfecta -susurró él. Fui a abrir la puerta y vi a Cedric en la puerta extremadamente elegante con un traje negro, igual que su pajarita y su camisa. Me miró de arriba abajo y sonrió.

-Me has dejado sin palabras. -Algo nervioso sacó una caja de su bolsillo, la acercó hacía mi y la abrió. En su interior había una fina pulsera de diamantes blancos.

-Cedric, no hacía falta...

-¿Te gusta? -Asentí sin saber que decir, sacó la pulsera de la caja y me la puso. -Te queda increíble.

-Muchas gracias, de verdad. -Me tendió su brazo, me cogí a él y antes de cerrar la habitación miré a Draco, el cual estaba apoyado en la pared de mi tocador con media sonrisa. Le susurré un te quiero casi insonoro y me fui de la habitación junto a Cedric.

Cuando llegamos al recibidor Dumbledore nos estaban esperando para hacer la gran entrada y la apertura del baile. Nos explicó un poco las normas y como teníamos que entrar, pero no pude escucharle. Los nervios estaban invadiendo mi cuerpo y lo único que podía hacer en aquel momento era mirar a Cedric para tranquilizarme.

Eres la elegida (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora