12. Fiesta catastrófica

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A la mañana siguiente, después de pasar una eterna noche dándole vueltas a todo lo que sucedió, me levanté sigilosamente mientras Draco seguía durmiendo. Fui a ducharme y pasé un buen rato debajo del agua dejando que esta recorriera todo mi cuerpo. Notaba un nudo enorme en el corazón y en la garganta, no podía dejar de pensar en que en ese mismo momento podía estar muerta si no fuera por una persona a la cual pasé años de mi vida odiando. Irónicamente, ahora me sentía más cercana a él que nunca. Cuando salí de la ducha me vestí con un vestido largo, estrecho y negro. Me maquille, me peine con una cola alta y me puse un anillo en cada dedo.

-Estas preciosa... Como siempre -dijo Draco al verme delante del espejo. Levanté mi cabeza y, a través del reflejo del espejo, lo vi sin camiseta apoyado en el marco de la puerta. -¿Cómo te encuentras? -Me encogí de hombros, volví a mirarme a mí y me coloqué un collar de plata con un colgante de serpiente. 

-¿De verdad me veo bien?

-Espectacular.

-Tengo tan pocas ganas de la ceremonia de finalización del torneo... 

-Será un momento. -Se acercó y me abrazó por detrás. -Estoy orgulloso de ti. 

-Antes de ir a la ceremonia... ¿Puedo hablar contigo? -Lo cogí de la mano y lo llevé al borde de la cama para que nos sentáramos uno frente al otro. -No te lo podía decir, pero yo ya sabía que Voldemort estaba merodeando por aquí antes de que sucediera lo del torneo.

-¡¿Qué dices, Kira?! ¿¿Porque no me dijiste nada?? -se alteró.

-Escúchame, Draco, amor, por favor. Todos lo pactamos, todos lo sabíamos y todos éramos conscientes de a que nos estábamos enfrentando. 

-No me ocultes las cosas, Kira. Si lo hubiera sabido... 

-Si lo hubieras sabido, ¿que? -interrumpí. -Tan solo hubieras sufrido por mi y por no poder hacer nada. Lo único que he podido hacer ha sido decirle a Snape que no te quite los ojos de encima mientras estaba ahí dentro. -Draco agachó la cabeza, respiró con fuerza algo enfadado y se volvió a levantar.

-No pasa nada... Lo importante es que estés bien. -Cerré los ojos, me besó la frente y se levantó. -Tengo que irme a mi habitación, debo vestirme para la ceremonia.

-Nos encontraremos en el comedor. -Ambos salimos a la vez de la habitación y nos encontramos con Pansy, la cual estaba enfadada con Draco.

-¡¿Se puede saber que...?! -gritó Pansy al vernos salir juntos.

-No empieces -contestó Draco.

-¡Te he estado esperando toda la noche en tu habitación!

-Ese es tu problema, yo no te he pedido que hagas eso. -Pansy empujó a Draco una vez, pero no dejé que lo hiciera una segunda, ya que él seguía lesionado del brazo por el empujón que le dio James, el chico de Hufflepuff. Me interpuse, la cogí de las muñecas y la aparté de Draco.

-Apártate.

-No le vuelvas a poner la mano encima -amenacé.

-Tu mantente alejada de mi novio, hermanita bastarda. -Me reí.

-Ya te gustaría a ti que fuera su hermana -susurré mirando a Draco. -Mira Pansy, voy a ser concreta porque tengo bastante prisa. -La cogí por el pelo de la nuca y la acerqué a mi cara de forma agresiva. Draco puso su mano sobre mi brazo para que la soltara, pero no le hice caso. -Como me entere que le vuelves a poner tus sucias manos encima a Draco te voy a dar tal paliza que te van a tener que reconocer por las huellas dactilares. ¿Me he explicado con suficiente claridad? -La solté y me miró con una mezcla de rabia y miedo.

Eres la elegida (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora