Todos extrañamos algo,
un momento, un lugar,
a alguien especial.
Todos tenemos pedazos de nuestra alma
que no volverá a ser los mismos.
Con el tiempo hasta olvidamos
que nos faltan piezas
y andamos por la vida,
como si nadda os doliera.
Actuando como si nunca hubiéramos llorado
hasta quedarnos dormidos,
o al contrario,
no poder si quiera dormir
porque el nudo en tu garganta
te impedía respirar
y te asfixiaba cada vez más.