Capítulo 40

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Tres meses después

̶—Entonces, aceptarás a salir con el ¿sí o no? —Tengo una semana intentando que Megan le diga que si a Dean. Se nota que el pobre está bastante enamorado, pero ella es tan terca que se niega a darle una oportunidad.

̶—No lo sé, es que...

—¿Te gusta? —Pregunto antes de que encuentre una excusa para darme.

—Pues... —Mi amiga se sonroja.

—Te gusta. —Afirmo. —¿entonces cuál es el problema?

–¿No dejaras de molestar con eso verdad? —pregunta irritada.

—La verdad es que No. —respondo.

—De acuerdo. Aceptaré salir con él. —dice con una expresión de fastidio, pero la emoción en su voz la delata.

—Siiiií. Gracias alex. Te debo una —Dean sale de su escondite debajo de una mesa y Megan inmediatamente me mira con odio.

—Traidora. —Me dice entre dientes.

Estamos en la cafetería trabajando y Dean me pidió, como las ultimas 30 veces en dos meses, que le ayudara con Megan.

No lo habría hecho de no estar segura que Megan también siente algo por el.

—Te costará caro Dean, ya ves que traicioné a mi amiga por ti. —respondo con una sonrisa.

—Pagaré lo necesario. —Me dice y luego se dirige a Megan —¿Te parece el sábado en la noche? —le pregunta.

—Creo que estoy ocupada —Contesta mi amiga obstinadamente.

—¿Y el domingo? Podemos almorzar —Vuelve a preguntar Ben.

—Almuerzo familiar —dice Megan sin más y luego se dirige a limpiar unas mesas con Dean pisándole los talones y proponiendo día tras día mientras ella encuentra excusa a cada uno de ellos.

Dede de que Abril salió del hospital, las cosas cambiaron un poco. Ya no tengo el ingreso que me proporcionaban las prácticas, pero tampoco tengo el gasto del hospital.

El papá de Megan fiel a su palabra, me ayudó a encontrar un empleo de asistente con un horario perfecto para estar al pendiente de mis hermanas sin descuidarlas.

Y los fines de semana trabajo un rato en la cafetería, mientras Linda pasa el día con las niñas. Me habría negado si no fuera porque las tres me lo suplicaron encarecidamente. Ahora parecen ser las mejores amigas.

Papá sigue en rehabilitación, o eso creo, no se ha puesto en contacto ni una sola vez con nosotras y la verdad no nos hace falta. Estamos muy bien sin él.

Ahora solo somos nosotras tres contra el mundo. O eso es lo que siempre dice Amy. Luego megan se molesta y dice que somos cuatro y la pelea no termina hasta que intervengo con un tranquilizador de peleas que suele ser helado.

Ahora me parece que han pasado siglos desde que toda esta pesadilla empezó y que todo fue una historia ajena a mi. Como si todo el dolor hubiera sido producto de un mal sueño, y en cierta forma sigo esperando despertar del todo, para que por fin el dolor se esfume y deje mi vida y felicidad intacta.

Pero sé que las cosas no funcionan así y  no voy  a desear tener una vida perfecta, porque a pesar de todo, las cosas que hacen que te derrumbes son pruebas que te pone la vida, que te obligan a elegir entre rendirte y  quedarte en el suelo o limpiarte la suciedad y  levantarte incluso con más coraje que antes.

Yo elijo levantarme no solo ahora, siempre. Mamá siempre decía que lo único que no tiene solución en la vida es la muerte.

Sé que probablemente me derrumbaré más veces en mi vida, pero nunca me quedaré en el suelo, de eso estoy segura. A fin de cuentas, somos aquello que construimos después de quedar en ruinas.

La vida es un instante | Completa✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora