Magliosima, se veía magnifica.
Desde que habíamos cruzado el puente que nos daba la bienvenida a la ciudad, mis ojos trataban de asimilar todo aquello que me rodeaba, las pequeñas casas del exterior hasta los grandes edificios que se construyeron rodeando el palacio, justo en el centro de la ciudad: sus paredes y revestimientos que parecían haberse formado por el paso del tiempo y del agua, en grandes rocas, con figuras orgánicas y muy naturalista, las personas, o bueno, lo que sean, se veían muy tranquilos en comparación a nosotros, que nos veíamos cansados después de todos los sucesos vividos.
Por lo que veía, aquí se vivía una realidad completamente distinta a los asentamientos de los que venían Kai, Jiva y Smuth. La periferia que rodeaba la gran ciudad, vivían con una mejor calidad de vida que los chicos me habían contado, incluso siendo de la parte más pobre.
Toda clase de personas y de criaturas magias, nos miraban como si tuviéramos la peste, no nos querían aquí. Rápidamente, Smuth tomo la delantera y nos hizo avanzar durante un largo tiempo hasta llegar al centro de la gran ciudad. Una vez ahí, Smuth comenzó a hablar con Kai sobre lo que deberíamos hacer, tratando de incluirme lo menos posible.
Después de que hablaran, sin tomar ninguna decisión en específico, comenzamos a caminar manteniéndonos dentro de la zona céntrica de la ciudad, creo que lo que trataban de hacer en realidad era buscar a Jiva. Pero en una ciudad tan grande, y con todo lo que traíamos, era imposible movilizarnos demasiado.
A media tarde, llegamos a una parte de la ciudad, al norte por donde nosotros habíamos entrados, todos se vestían más formales, con largas y amplias túnicas, algunas rojas, otras azules o moradas, de mangas largas, con un sobretodo en blanco y dorado o negro y dorado.
—Kai... ¿Por qué están usando túnicas? ¿En dónde estamos? ¿Tú ya habías estado aquí, no?
—Esta es la parte más cercana a la gran biblioteca de Magliosima, "Zhalker", aquí, las familias más adineradas tratan de incorporarse y llegar a la parte más culta de la ciudad, se representan entre ellos por niveles, identificados cada uno con un color.
—¿Son algo así como castas, verdad?¿Qué color representa a cada nivel?
—Las túnicas rojas son para quienes recientemente logran ingresar a Zhalker, luego le siguen las azules, y por último las moradas, los sobretodo indican el tipo de estudio y aporte que realizan, blanco y dorados pertenecen a la rama filosófica y negro y dorado a la rama política, quienes mandan ahora en esta ciudad.
Luego de la breve charla, continuaron con su camino, querían salir de ahí lo más pronto posible, las malas miradas y los gestos de desagrado no eran fáciles de esconder ni por los pobres, ni por los más cultos. Ya casi habíamos terminado de recorrer la prestigiosa zona, nos encontrábamos saliendo por una de las calles diagonales, en busca de un lugar para quedarnos, y con suerte, encontrar a Jiva, cuando sentí un leve palpitar, no dentro de mí, físicamente, sino en algo mucho más profundo; una especie de llamado, guiándome de vuelta, hacia la gran biblioteca, que parecía de cristal y oro, con grandes columnas de estructura orgánica que se trenzaban, sosteniendo en lo alto del edificio, lo que parecía una gran campana.
Me sentía de alguna manera hipnotizada, ese palpitar se hacía más intenso a medida que me acercaba. En la entrada, un anciano con una túnica morada, y un sobretodo blanco y dorado; el hombre, era un humano, se acerco hasta mí observándome atentamente, como si estuviera analizándome. Luego cerró los ojos e inhalo lentamente, para luego exhalar.
Se hizo a un lado y con sus manos me invitó a entrar al gran edificio. Por dentro se veía incluso mucho más bellos, acompañado de grandes columnas que se alzaban hasta el techo, separando el lugar, de forma que se generan pasillos donde hay miles de libros.
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KEELAN [En edición]
PrzygodoweKeelan Lafken, tiene 17 años, es la menor de 3 hijos, una chica introvertida pero que disfruta de la soledad casi tanto como viajar, adora a sus padres y su sueño es tener una gran aventura para recordar el resto de su vida. Keelan comienza sus vaca...