Dice que me va a dar un gatito. Le vengo diciendo lo sola que me siento y lo mucho que me encantan los gatos y le hablo sobre los que tenía antes. Estoy tan emocionada, no veo la hora de tener un gatito con quien charlar. Lo único que hago es permanecer acostada en este cuarto todo el día. Estoy tan aburrida. Ya no me deja las esposas puestas. Un día, después de que terminó de tener relaciones sexuales conmigo, me dijo que si prometía comportarme no me pondría las esposas. Iba a confiar en mí porque no me las quería volver a poner; él quería que yo estuviera más cómoda. Pensé en muchas cosas que le podría haber dicho, pero ninguna era cortés, así que simplemente asentí con la cabeza. Luego de irse y que yo me limpiara con el balde de agua que dejó, pensé en aventurarme al otro cuarto que está pegado al mío. Me aseguré de escuchar la cerradura de la puerta de afuera hacer clic al cerrarse antes de siquiera atreverme a moverme, luego me senté y presté atención a todos los sonidos que podía oír. A veces lo oigo llegar antes de que abra la cerradura. Puedo oír muchas cosas que antes ni notaba. Oigo mucho lo que ocurre afuera. Oigo el tren, su pitido y cómo rueda por las vías. Puedo oír a alguien cortando el pasto. Puedo oír pájaros. Y puedo oír los aviones que pasan volando a lo alto. Extraño estar afuera. Estoy tan aburrida aquí sentada. Hasta extraño cepillarme los dientes. ¡Ay, lo que daría por un cepillo de dientes! Nunca olvidaré la vez que mi padrastro me castigó por no cepillarme los dientes. Él creía que uno debía cepillarse después de cada comida. Admito que a veces no me cepillaba después de cada comida. Un día mi amiga Shawnee debe haber llamado y él levantó el teléfono sin avisarme. Shawnee le preguntó si ella y su papá me podían llevar con ellos al cine. Supongo que dijo que sí, y un rato más tarde estaba tocando a la puerta. Abrí la puerta y me sorprendí al verla porque no sabía que venía; Carl no me dijo. Me preguntó si estaba lista para ir al cine; asumió que Carl me había dicho sobre el cine y que me tenía que preparar. Carl anunció que no podía ir porque no me había cepillado los dientes después del desayuno. Dijo que se había fijado y el cepillo estaba seco. Le rogué. Le dije que me los cepillaría en ese instante, le dije que me los había cepillado al levantarme, agregué que tenía muchas ganas de ir y si hubiera sabido me hubiera cepillado los dientes. Pero no dio el brazo a torcer, y me quedé en casa hecha un mar de lágrimas mientras Shawnee y su papá se fueron al cine juntos. Por alguna razón, no me puedo olvidar de aquel día. Lo estoy recordando porque no tengo un cepillo de dientes y sé que Carl se enojaría muchísimo conmigo ya que no me he cepillado los dientes en semanas. Sería gracioso verle la cara si alguna vez le contara eso. Intento mantener mis dientes limpios usando mi dedo para raspar el sarro. Es increíble cuánto sarro realmente se acumula sobre los dientes, en especial los de atrás. También uso mi lengua para lustrarlos. Me pregunto si alguna vez me darán un cepillo de dientes. Duermo mucho para pasar el tiempo. Si algún día logro volver a casa, lo primero que quiero hacer es abrazar a mi mamá y jamás soltarla. Lo segundo que no veo la hora de hacer es correr libremente. Mis piernas están tan acalambradas aquí. Extraño correr afuera con mis amigos. Si algún día logro volver a casa, me encantaría tener mi propio perro. Si alguna vez tengo la oportunidad, correré por la playa con mi perro leal a mi lado. Llevaré a mi perro conmigo por todas partes y nunca más estaré sola. Haremos largas caminatas juntos y él correrá a mi lado mientras yo ando en mi bicicleta. Finalmente me armo de valor y decido ir al otro cuarto. Tengo mucha curiosidad de ver qué hay allí adentro. Entro cautelosamente, está muy oscuro. No logro ver ninguna ventana. Hay una batería y pies de micrófono y grandes parlantes por todo el cuarto. Phillip me dijo que antes de que yo llegara él solía tocar música aquí. A veces Phillip trae la guitarra y toca música y me canta. A veces siento que he escuchado las canciones antes. Una vez le pregunté y me dijo que él había escrito todas las canciones. Cree que algún día tendrá una gran carrera musical. Tengo mis dudas. Dice que es muy bueno. Y algún día será famoso. Sé que no debo, pero intento empujar la puerta que lleva a la parte de afuera. Está firmemente cerrada. No hay esperanza de escapar. No sé qué hubiera hecho si se hubiera abierto. No tengo idea de dónde estoy, y Phillip dice que los Doberman siguen patrullando el patio. Temo que de alguna manera descubra que intenté abrir la puerta. Parece saberlo todo. No me quiero meter en problemas. Solo quiero irme a casa.
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Una Vida Robada
DiversosEn el verano de 1991, yo era una niña normal. Hacía cosas normales. Tenía amigos y una madre que me amaba. Era como tú. Hasta el día en que me robaron la vida.