Capítulo 15

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Hinata volaba a toda velocidad, el aire pasaba por su rostro de manera fuerte y furiosa, sentía cómo este incluso secaba un poco sus ojos, haciendo que pequeñas lágrimas cayeran nublando su vista.

Debía apresurarse. Después de haber recibido aquella noticia... Debía llegar a su casa lo más pronto posible.

Cuando divisó su casa aceleró un poco y aterrizó de manera adecuada y un poco apresurada. Su respiración errática hacía eco en sus oídos, intentó recuperar el aliento, pero entonces escuchó un grito del interior de su casa y entró azotando la puerta.

Podía escuchar los gritos de su madre y las palabras de aliento su padre y la comadrona.

─ Vamos... Un poco más... Ya falta poco ─ seguido de estas palabras otro grito sacudió a su hogar.

Shoyo entró en la habitación a tiempo para escuchar el llanto de un bebé. Vio a su madre recostada en la cama, estaba agotada, su respiración hacía eco por la habitación, su frente perlada de sudor y su rostro rojo mientras unas cuantas lágrimas caían por sus mejillas.

Su padre cargaba al pequeño bebé con lágrimas en sus ojos, la felicidad que sentían no podía describirse.

Shoyo se acercó poco a poco, sintiéndose un poco temerosa por ver a aquel bebé que formaría parte de su familia desde ese día. Su padre la invitó a acercarse para que pudiera ver al bebé que lloraba en sus brazos.

─ Es una niña ─ dijo cuando la pelinaranja llegó a su lado.

Shoyo la observó con sus ojos abiertos y curiosos. Entonces la niña abrió sus ojos y la vio. Tenía unos hermosos y enormes ojos color café... Shoyo sintió cómo las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

─ Es hermosa ─ dijo aún sin poder salir de su impresión, acarició su cabeza que aún estaba un poco pegajosa, pero eso no le importó para nada. Las lágrimas cayeron con mayor intensidad, no cabía en su alegría.

─ Limpiaré a la bebé mientras piensan en un nombre ─ dijo la comadrona con una sonrisa casi materna.

La mujer tomó en sus brazos a la niña y se la llevó para poder limpiarla con cuidado y cariño, dejando en claro todos sus años de experiencia.

─ Shoyo... ─ la voz de su madre la sacó de su ensoñación. La pelinaranja la miró y tomó su mano, esperando a que siguiera hablando ─ ¿Tienes pensado en algún nombre?

La niña abrió sus ojos y pensó por un momento mientras miraba al suelo.

Abrió sus ojos con un brillo soñador en ellos, casi como si hubiese tenido una revelación.

─ Natsu es... un nombre lindo ─ dijo intentando contener su emoción, algo que no estaba logrando muy bien, ya que incluso sus manos temblaban de felicidad.

Su madre sonrió y le acarició el rostro de manera cariñosa, miró a su esposo y este asintió con una enorme sonrisa en su rostro.

─ Natsu será ─ dijo para luego abrazar a su hija mayor.

La pelinaranja chilló de alegría y las lágrimas se desbordaron una vez más de sus ojos. La pequeña familia se abrazó con cariño para luego recibir a la pequeña Natsu. Esta vez se encontraba limpia y con una manta bordada a mano por su madre.

Se quedaron un momento contemplando a la pequeña bebé que había dejado de llorar, ahora dormía plácidamente en los brazos de su madre, quien era abrazada a su vez por el único hombre de la familia.

─ Ahora todas tus esperanzas por tener un varón desaparecieron ─ dijo Chihiro soltando una pequeña risa al terminar de decir esas palabras.

Kazuo soltó un suspiro seguido de una pequeña carcajada.

Bajo el calor de tus alas [Kagehina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora