Fox se despidió de Jean con un dulce beso, a ella no le importó si sus padres veían por la ventana, ambos sabían que algo iba a ocurrir al día siguiente, tenían ese horrible presentimiento, ambos se quedaron abrazados un buen rato, la noche estaba bastante fría y salía vapor de sus bocas al hablar, estaban asustados, pero ninguno de los dos era capaz de admitirlo, lo que Jimmy había encontrado en la oficina del director, más que alegrarlos, los había aterrorizado bastante, aquella lista estaba conformado por nombres de gente conocida y desconocida para ellos, sabían que estaban tratando con un extraño culto, del cual no conocían sus intenciones
- Creo que debo irme - susurró Fox mientras abrazaba a Jean
- No por favor no te vayas - suplicó la chica
- Tus padres no dejaran que me quede
- Lo sé, pero no quiero que te vayas - insistió ella
- Lo siento pero debo hacerlo, mañana pasaremos todo el día juntos y en la tarde podríamos ir por una pizza ¿te parece? - propuso el chico
- Me encantaría - sonrió la chica para luego depositar un dulce beso en los labios de Fox
Ambos se besaron por un rato, hasta que se separaron, estuvieron tomados de la mano hasta que finalmente se soltaron, la chica observó como Fox se alejaba poco a poco, por una extraña razón sentía como si esto fuese una despedida, tenía miedo, pero no quería decirle nada para no asustarlo, luego de esto Jean entró a la casa, su familia ya estaba cenando, para variar no la habían esperado
- Siéntate la cena se enfría - afirmó su madre en un tono severo
La chica se sentó con la vista fija en su plato, solo revolviendo la comida, tenia muchos pensamientos en la cabeza que no le permitían comer, ninguno de sus padres notaba esto, solo se limitaban a conversar acerca de sus estúpidos intereses, la chica estaba cansada de como sus padres ignoraban su presencia siempre, de como la hacían sentir, hasta que no aguantó más, tomó su plato y lo lanzó contra la pared, haciendo un fuerte estruendo, que sorprendió a su familia
- ¿Qué has hecho? - exclamó sorprendida la mujer
- ¡Estoy cansada de ustedes, de está familia de mierda, de como me ignoran o me comparan con otras chicas! - exclamó molesta Jean poniéndose de pie
- Jean Sykes esa no es manera de hablarnos - se quejó su padre
- ¿Sabes que papá?, la manera en que ustedes me tratan no es forma de tratar a una hija, se que fui un accidente, pero no es necesario que me lo recuerden todos los días - terminó diciendo para luego marcharse de allí
- ¡Vete a tu habitación Jean! - exclamó su madre
- Para allá iba, no es necesario que me lo ordenes - reclamó mientras subía la escalera
La noche se volvía cada vez más fría, Fox llevaba sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta de cuero, su nariz se estaba poniendo de un tono rosado, por lo frío que estaba el ambiente y en las puntas de su cabello habían algunas gotas de rocío, fijó su mirada en las cintas de policía que rodeaban una parte del bosque de Windville, y recordó en las condiciones que encontraron a Tate y como aún no lograban dar con su asesino, Fox estaba casi seguro de que aquel club de los silenciosos, tuvo algo que ver, pero necesitaban más pruebas. Al llegar a la entrada de su casa, notó que la puerta estaba sin llave, algo extraño ya que su madre tenía turno de noche y Jeff no iba a estar en casa esa noche, el chico abrió la puerta algo extrañado, encendió la luz, y notó que la luz de la habitación de su madre estaba encendida, al ver esto se acercó lentamente, mientras sacaba su celular del bolsillo, al acercarse a la puerta comenzó a escuchar unos gemidos y posteriormente la voz de Jeff, Fox puso la mano en la perilla de la puerta tratando de ser lo más silencioso posible, desbloqueó su celular y decidido abrió la puerta, al abrirla se encontró con una escena que lo hizo enfurecerse demasiado, pero también darse cuenta de que todo ese tiempo tuvo razón y que su madre nunca le hizo caso con esto, en la cama de su madre estaba Jeff teniendo sexo con una mujer, que parecía joven que el hombre, Fox tomó una fotografía con flash, y comenzó a gritarle insultos, el hombre al notar la presencia de su hijastro, se subió los pantalones y trató de de perseguir al chico para quitarle el celular, pero Fox fue más rápido, salió de la casa, el hombre al ir sin camiseta y sin zapatos solo se quedó en la entrada, por el frío que hacia afuera
- ¡Estas muerto hijo de puta! - exclamó Fox mientras le enviaba la fotografía a su madre junto con un mensaje que explicaba la situación
El hombre de un momento a otro cambió su expresión de furia a una de suplica, arrodillándose y rogándole que por favor no lo hiciera, el chico comenzó a reírse, había esperado mucho tiempo para ver a Jeff así, era genial verlo humillarse solo, luego de esperar unos segundos para molestarlo, envió la fotografía, el hombre al ver esto se puso de pie y regresó a la habitación, el chico pensó que se había rendido y que iría a empacar para luego marcharse, pero grande fue su sorpresa al notar que el hombre regresaría con un arma, Fox se quedó atónito al ver esto, sabía que si hacía un mínimo movimiento, el hombre dispararía
- Esperé mucho tiempo por esto, se que me adelanté unas horas, pero el mensajero entenderá - afirmó el hombre mientras apuntaba a Fox
- ¿Qué mierda estas diciendo? - preguntó asustado el castaño
- Hice una promesa hace 20 años y el me dio la vida eterna, pero el también me prometió algo más y eso es lo que haré hoy - aseguró acercándose más al chico
Fox comenzó a recordar todo lo que habían descubierto con Jean y Jimmy, recordó aquella fotografía de Tyler en el anuario del 1995, donde lucía exactamente igual que en el presente, parecía no haber envejecido en absoluto, desde ese entonces habían pasado 20 años y Tyler estaba en la lista del club de los silenciosos ¿acaso Jeff también pertenecía al culto?
- Vamos chico, no tengas miedo, no sentirás tanto dolor o eso creo - dijo presionando suavemente el gatillo
Fox cerró los ojos, ya no podía hacer nada, no tenía escapatoria, Jeff estaba listo para presionar el gatillo, pero de pronto fue interrumpido con la voz de su amante, quien tomó las manos de el hombre haciéndolo disparar hacia otro lugar
- ¿Qué has hecho? - exclamó furioso
- No puedes traicionar al mensajero, solo debes esperar unas horas, ten paciencia, él siempre nos la ha tenido - aseguró la mujer poniendo las manos sobre el rostro de Jeff
Fox huyó de allí, corrió muchísimo hasta llegar al hospital de Windville, a donde llegó muy débil, ya había corrido demasiado sin detenerse, se acercó al mesón y preguntó por su madre, la mujer que estaba allí conocía Fox de que era un niño, así que sin pensarlo llamó a la madre del chico, el castaño tomó asiento en uno de las sillas que allí habían, pasó las manos por su cabello, estaba muy nervioso, había sido una noche demasiado tensa( incluso más que las noches en que salía con Tate y los otros tres idiotas), esperó allí un momento hasta que vio a su madre asomarse en el pasillo, Fox se acercó a ella y la abrazó, la mujer se puso a llorar, y el acarició su cabello(él era más alto que ella)
- Jeff intentó matarme - susurró el chico
- ¿Qué hizo qué? - preguntó extrañada
- Intentó dispararme, porque lo descubrí con esa mujer - explicó asustado
- Le diré que se vaya de nuestra casa, ya no volverá a molestarnos - dijo la mujer pareciendo ignorar lo que su hijo decía
- Mamá, intentó matarme y estaba diciendo unas cosas muy extraña, creo que pertenece a un culto o algo así - susurró al final
- Fox no exageres, se que lo que hizo fue algo terrible, pero no inventes cosas
- Estoy diciendo la verdad
- Hijo desde que tienes 11 años que no te creo nada, es bueno que hayas tomado una fotografía o tampoco te hubiese creído - finalizó diciendo la mujer secándose las lagrimas para regresar a trabajar
Fox se quedó allí de pie, sin decir nada, viendo como su madre se alejaba, se sentía totalmente desprotegido y solo, se había sentido así toda su vida, pero en ese momento se sintió aún peor, sus esfuerzos por ser una mejor persona y ser un mejor hijo, no eran valorados, a nadie le importaba y sobre todo a su madre, que jamás iba a dejar de verlo como un mentiroso y un chico problemático, solo le quedaba esperar al día siguiente, porque como dicen los optimistas, siempre hay luz al final del túnel...pero quizás en su casa solo habría más oscuridad.
ESTÁS LEYENDO
EL CLUB DE LOS SILENCIOSOS
Kinh dịUn extraño profesor de filosofía decide crear un club después de clases para conversar en más profundidad con sus alumnos, con la idea de aconsejarlos y ayudarlos con sus problemas, pero no todo es tan bueno como parece.Los problemas de sus alumnos...