Capítulo 31 "Aquel Martes"

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Era Martes por la mañana y todos se preparaban para un nuevo día de clases, pero nadie sabia que aquel día, no sería un día como cualquiera, Fox despertó en el hospital, miró la hora en su celular, eran las 7:00 am, tenía 1 hora para arreglarse, así que se fue de allí y caminó hasta su casa, al llegar allí notó, que su madre estaba en casa, se encontraba durmiendo en el sofá, el chico caminó hasta la habitación de su madre, que tenía la puerta entreabierta y se dio cuenta de que las cosas de Jeff ya no estaban ahí, al ver esto esbozó una sonrisa, posteriormente se dirigió a su habitación, escogió la ropa que usaría aquel día y se dirigió al baño. 

En la casa de Luke todo estaba en completo silencio, el único sonido que rompió este silencio enfermizo, fue el despertador de Luke, el chico suspiró luego de apagar el despertador, se sentó en el borde de la cama y de uno de los cajones de su mesa de noche sacó un cuchillo, lo observó un momento, había tenido guardado ese objeto allí durante mucho tiempo, el lo consideraba algo para usar en caso de emergencias, en ese entonces era por si entraba algún ladrón a la casa, pero ahora su finalidad había cambiado, el chico caminó silenciosamente hasta la puerta de su habitación, ocultando en cuchillo detrás de su espalda, abrió la puerta y caminó hasta la habitación de su tía Rose, quitó el seguro de la puerta y al abrir esta se encontró con una deplorable escena, la mujer se encontraba boca arriba, con la boca y el pecho con vomito, sus ojos aún estaban abiertos, con una mirada fija en el techo, en el lugar se podía sentir un olor bastante fétido, que daba a entender que sobre esa cama probablemente también habían deposiciones

- Buenos días tía Rose, ¿dormiste bien anoche? - preguntó en un tono sínico el chico

La mujer parecía no reaccionar ante ningún estimulo, seguía en la misma posición, Luke se acercó hasta la cama y cuidadosamente puso su mano en el cuello de la mujer, para sentirle el pulso, grande fue su sorpresa al notar que aún tenía pulso, esto no le parecía algo posible, ¿Cómo el veneno para ratas no iba a matarla? con las terribles condiciones físicas en las que se encontraba la mujer y las horas que habían pasado, no tenía sentido que aún siguiera con vida, el chico decepcionado, se subió arriba de la cama, quedando sentado sobre su tía, aprisionándola con sus piernas alrededor de la cintura

- Vas a dejar de hacer mi vida imposible - exclamó alzando el cuchillo para posteriormente enterrárselo en el pecho

El chico notó una reacción en su tía al hacer esto, la mujer trató de aferrarse a la vida, mientras sujetaba desesperadamente los brazos de Luke, el chico logró soltarse del agarre de la mujer y siguió apuñalándola, la mujer ya había perdido la vida, pero el chico seguía haciendo esto de forma repetitiva, la cama estaba cubierta de sangre, al igual que el pijama y el rostro de Luke

- ¡Tu mataste a mis padres!¡Tu arruinaste mi vida! ¡Tu hiciste que me volviera un puto perdedor de mierda! - exclamaba mientras la apuñalaba 

Llegó un momento en el que se detuvo, estaba jadeando, dejó el cuchillo a un lado de la cama y observó fijamente la escena, no podía creer lo que acababa de hacer, era realmente espantoso, el cuerpo inerte de su tía cubierta de sangre y otros fluidos, la habitación llena de manchas de sangre y un olor totalmente repugnante, Luke comenzó a llorar, cubriéndose el rostro con sus manos, su llanto era desconsolado, lloró como nunca antes lo había hecho, al dejar de llorar, entre sollozos se bajó de la cama, tomó el cuchillo y caminó de regreso a su habitación, se lavó las manos y también lavó el cuchillo, se miró en el espejo de su baño, su rostro estaba manchado con la sangre de su tía, cubierto de lágrimas y tenía los ojos hinchados, dejó el cuchillo bajo el colchón de su cama y caminó hasta su armario, de allí sacó la ropa que usaría para ir a clases y fue a ducharse, al estar bajo la ducha, comenzó a notar como poco a poco la sangre caía mezclada con agua, sobre su cuerpo desnudo, deseaba que el agua también se llevara los problemas en los que se había metido, pero sabía que esta vez su vida se había arruinado por completo, no sabía que iba a hacer con el cuerpo de su tía, no quería que sus vecinos sospecharan, en especial la señora Davis, la vecina de en frente, a la cual había descubierto un par de veces espiándolo, incluso más de una vez había intentado entrar a la casa, con la excusa de que se sentía sola y quería conversar con alguien. El chico al salir de la ducha, se vistió, se peinó y se puso mucho perfume, para así disimular un poco el fétido olor de la habitación de su tía, temía a que alguien lo descubriera.

Jimmy había estado toda la noche investigando acerca de "el club de los silenciosos", pero no había nada de información sobre esto en internet, ni tampoco en la Deep Web, había dormido solo 2 horas, luego de arreglarse para ir a clases, echó un ultimo vistazo a la lista de miembros del club, allí estaba Tyler, el director Lane, el padrastro de Taylor, un hombre de apellido Tate, del cual tenía la leve sospecha de que era el padre de Russel Tate, y luego otros nombres los cuales no conocía, de pronto Jimmy fue sorprendido por su hermana Lily

- ¿Qué es eso Jimmy? - preguntó la chica intrigada al ver la hoja

- No es nada - mintió

- Vamos Jimmy, no me mientas, se que todo este tiempo has estado investigando algo, pero descuida, no le diré a nuestros padres - su actitud parecía muy comprensiva algo extraño en ella

- ¿Lo prometes? 

- Por supuesto - dijo con una mirada sincera

Jimmy cerró la puerta para que sus padres no escucharan y le pasó la hoja a su hermana, la chica comenzó a leer la lista y al ver a el director Lane allí esto le pareció extraño

- He estado investigando principalmente a mi profesor de filosofía, pero en todo esto descubrí algo mucho más extraño, una misteriosa secta liderada por Lane y compuesta por otras personas entre las que también es parte mi profesor de filosofía y algunos padres de mis compañeros - explicó susurrando

- Oh por Dios, no puede ser cierto eso - dijo sorprendida

- Créeme que es cierto, estoy hablando muy en serio, temo por mi seguridad y por la de los demás chicos de mi clase, se que los miembros de esta secta tuvieron algo que ver en la muerte de Tate y Taylor - se acercó a su escritorio y sacó una hoja con una copia de la lista - Quiero que te quedes con la lista original y yo me quedaré con la copia, por si me llega a ocurrir algo tu le mostraras a todos esta evidencia - afirmó

- Pero Jimmy ¿De que hablas?¿que te va a ocurrir? - preguntó asustada la chica

- No lo sé, pero solo quiero que sepas que te amo mucho Lillian, se que no digo estas cosas nunca, pero ahora siento que es el momento, quiero que te cuides y que seas una gran mujer - aseveró para luego depositar un beso en su frente 

La chica lo abrazó y no pudo evitar que unas lágrimas cayeran por su rostro, estaba asustada, no quería perder a su hermano, de pronto fueron interrumpidos por la voz de su madre quien los llamaba para subir al auto, al estar allí, los padres de Jimmy solo iban discutiendo durante el camino, esto era algo que ocurría todas las mañanas, pero no iba a aguantar que ese día fuera del mismo modo

- ¡YA BASTA! ¡Dejen de discutir de una puta vez! - exclamó Jimmy haciendo que sus padres se quedaran callados

- Jimmy no seas irrespetuoso - dijo la mujer algo sorprendida

- Por favor mamá, se lo pasan discutiendo todas las malditas mañanas, a veces ni siquiera sé porque siguen casados - se quejó el chico

- Eso no es cosa tuya Jimmy, son cosas de adultos - agregó su padre

- Si es cosa mía y también de Lily, somos sus hijos y debemos aguantar esto todo el tiempo, eso no es bueno para nosotros, además nunca sabrán cuando sea el ultimo día que nos veremos y disfrutar ese ultimo día discutiendo, no creo que esté bien - finalizó diciendo Jimmy

Sus padres se miraron y asintieron con la cabeza, su hijo tenía razón, estas discusiones constantes, eran lo que los estaba dividiendo como familia y debían cambiar esto. Al llegar a la preparatoria Lane, Jimmy miró con algo de miedo a través de la ventana, no tenía ganas de bajarse, pero sabía que si trataba de explicarle esto a sus padres, ellos no le creería, así que tomó aire y abrió la puerta.



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