Luke estaba en la entrada de su casa, sacó un manojo de llaves de su mochila, tomó una de las tantas llaves que se encontraban allí y la introdujo en la cerradura, al abrirse la puerta se podía percibir solo el sonido de un maldito reloj que estaba al lado de la escalera, cerró la puerta atrás de él, se quitó la chaqueta la cual estaba mojada, la colgó en una percha y se dirigió hacía la cocina, la casa era muy vieja, por lo que se podía percibir un fuerte olor a humedad, la mayoría de las paredes de la casa estaban barnizadas, excepto las de la cocina y las del baño, esas eran de un color verde agua
- ¡Ya llegué! - exclamó hacia las escaleras
Pasó un momento y sintió que alguien bajaba las escaleras, era su tía Rose
- ¿Por qué llegaste tan temprano? - preguntó la mujer con una voz aguardentosa
- Son las 7:30, no es temprano - respondió Luke
La mujer lucía delgada como si estuviese enferma, su cabello a medio teñir y despeinado le daban un aspecto algo tenebroso, tenía 45 años, pero su piel parecía la de una mujer de 60, ella sufría de esquizofrenia la cual obviamente controlaba con medicamentos, los cuales la mantenían algo sedada, la gente del barrio desconocía la situación de la mujer, ya que esta no salia frecuentemente de la casa, para las únicas ocasiones que salía eran para ir al psiquiatra, o más recientemente cuando tuvo que matricular a su sobrino, pero a todas estas actividades siempre debía ir acompañada de Luke
- ¿Te tomaste tus medicamentos? - preguntó Luke tomándola suavemente por los hombros
- ¿Los medicamentos?, si claro - respondió la mujer con una mirada perdida
Luke se dirigió al baño, en la puerta del botiquín había pegada una hoja con el horario en los que su tía debía tomarse cada medicamento, y estaba en la hora en la que debía tomarse el penúltimo, del botiquín sacó unas pastillas de un envase que decía "Haloperidol", caminó hasta la cocina, llenó un vaso con agua y se dirigió hasta la sala de estar que era donde se encontraba su tía
- Tía Rose falta una más aun - dijo él en voz baja acercándose lentamente a ella
- Tony ahora no - se quejó la mujer
- Tía Rose, no soy Tony, soy Luke - hizo una pausa - y debes tomarte este medicamento, así no escucharas esas voces - comenzó a acercarle la pastilla a la boca, está comenzó a resistirse, el chico al no poder con la situación, le abrió la boca bruscamente e hizo que se tragara la pastilla dándole agua
La mujer escupió parte del agua sobre él, Luke se miró la ropa toda mojada, que ya estaba con manchas de comida desde la mañana, no soportó más y se puso a llorar, estaba cansado de estar cuidando a su tía, todos creían que ella estaba a cargo de él, ya que ella era su tutora legal, él tenia 17 años y debía tener muchas responsabilidades, ella al ser una enferma mental no podía hacerse cargo de las cosas de la casa, ni siquiera de tener un empleo, vivían con la herencia que habían dejado los padres de Luke antes de morir, pero él para tener un poco de dinero extra trabajaba los fines de semana en un restaurante de comida rápida, tenía pensado vivir con ella hasta cumplir 18 y allí trataría de mejorar su vida.
El maldito sonido del despertador, ese sonido que le avisaba a Luke que era otro día de mierda, se sentó en la cama, apagó el despertador, caminó hasta su armario, luego de escoger la ropa se dirigió hasta el baño, se quitó el pijama y entró a la ducha.
Aquel día los pasillos de la preparatoria lucían más deprimentes que de costumbre, pero Luke no estaba seguro si esto era así siempre o era solo su percepción de su segundo día como chico nuevo, ya que su primer día había sido horrible, caminó hasta el casillero que le habían designado pero de pronto recibió un fuerte empujón contra este, luego del impacto se volteó a ver quien había sido, se trataba del mismo idiota del día anterior, es decir Russel Tate, al cual Luke en ese momento aún no le sabía el nombre, luego de que Tate se alejara de allí junto a sus amigos, el chico colocó su contraseña y abrió el casillero, de allí sacó el libro de matemáticas, materia en la que se consideraba bastante ineficiente
- Buenas días Luke Parks - era la voz de Jean
- Ah hola - respondió algo cortante cerrando el casillero rápidamente
- ¿Por qué huyes? - preguntó la chica
- No estoy huyendo es solo...no es nada - dijo yéndose de allí
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EL CLUB DE LOS SILENCIOSOS
TerrorUn extraño profesor de filosofía decide crear un club después de clases para conversar en más profundidad con sus alumnos, con la idea de aconsejarlos y ayudarlos con sus problemas, pero no todo es tan bueno como parece.Los problemas de sus alumnos...