Capítulo 4

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Capítulo 4

Santana daba vueltas los libros, los miraba de arriba abajo, y los movía de un lado al otro de su habitación sin saber qué hacer exactamente con ellos. No tenía idea, al leer un poema, cómo había mujeres a las que les podría gustar algo tan empalagoso. "Es que algo más dulce, me haría vomitar" dijo y tiró los libros cerca de su mesa de luz. Se recostó en su cama y cerró los ojos. Luego los restregó y se quedó un rato así, pensativa. "Es que tengo que amarte tanto Danni, para poder hacer esto" y sonrió. 

Luego recordó a su profesora... Brittany era buena en eso. "Diablos, cuando parpadeó de esa manera... pensé que se me caerían las bragas" Rió. Y aunque a Danni la amaba y mucho, era la primera vez que una chica la hacía sentir así... Pero lo atribuyó sólo a la sorpresa... "Ella nunca me había mirado de esa manera... y mucho menos, me había dicho eso que me dijo" Se tocó los músculos de los brazos "En verdad se verá mi buen cuerpo y lo sexy que soy con sólo verme los ojos" Se levantó rápidamente y se quitó el suéter, y mirándose frente al espejo comenzó a hacer poses, como las fisicoculturistas. Tan enfrascada estaba en la tarea, que no vio a Quinn, apoyada en el marco de la puerta, mirando la escena y matándose de la risa.

- Es que te veo y no lo creo... – Santana se volvió hacia la puerta toda roja, y aflojó el cuerpo – ¿Qué se supone que haces? – y entró a la habitación.

- Yo... sólo estaba mirando mi cuerpo.

- ¡Fanfarrona! – dijo Quinn y le tiró una almohada.

- ¡No es eso! – rió – Es que hoy... alguien me dijo que tenía un buen cuerpo y yo sólo lo estaba corroborando – Más risas de su amiga.

- ¡Doble fanfarrona! – Santana se rió y se sentó en su cama. Quinn le tiró un chocolate y la morena le dió un mordisco – y... quién?

- ¿Quién qué? – dijo acostándose y acomodando la almohada.

- ¿Quién es la ciega que dijo eso?

- Brittany... – Quinn se atragantó.

- ¿Qué? ¿Mi primita mirando tu cuerpo? – Santana rió.

- ¿Todavía sigues con esa tontería? Déjala. Tu prima es mayor... es como... Rachel – la miró burlona.

- ¡Graciosa!

- Algún día, tu prima encontrará una caliente como tu... que la lleve al salón atrás del coro...

- ¡Mira Santana, no te pases! – dijo con las orejas coloradas – ¡Mi paciencia con respecto a mi primita tiene un límite!

- Lo siento, pero es la verdad... Mira Quinn, debes prepararte.

- ¿Para qué? – dijo levantándose de la cama, todo tiesa – ¿Acaso mi prima ya no es virgen? – preguntó pálida.

- ¡Claro que no! – Quinn la miró alarmada – ¡Que sí, es virgen! Al menos ella me lo dió a entender...

- ¿Y por qué habla de sexo contigo? – La miró- Es que acaso tu...

- Mira, yo no voy a decirte qué es lo que...

- Santana ¡No me alteres!

- ¡Está bien! – bufó – Demonios ¡Eres celosa! La verdad es que como tu acaparaste a Rachel – Quinn sonrió – Yo tuve que hacerme de una nueva amiga... Y elegí a Brittany.

- ¿Y qué tiene que ver con que sepas que ella es virgen?

- ¡Nada! Ella... yo le pedí un favor...

- ¿Quiéres sexo con ella?

- ¡NO FABRAY!- dijo ya enojada – Le pedí que me ayude con un problema...

Para ConquistarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora