Capítulo 14

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Capítulo 14

Durante el almuerzo Brittany no se dejó ver... sólo tuvieron contacto con la rubia un rato a la hora siesta en la sala común. Rachel estaba tejiendo gorros, cuando entró una Brittany bastante colorada y sonriendo.

Se fijó por todos los lugares de la sala y divisando a Rachel, se sentó junto a ella y cruzó los brazos. Santana llegó a los diez minutos, y a los quince lo hizo Quinn con su tablero de ajedrez.

Nadie habló al menos por unos minutos. Brittany tenía la mirada perdida en el fuego... Rachel, miraba callada cada una de las facciones de la rubia por si se delataba en algún gesto. Santana miraba a Brittany. Sentía que el corazón se le salía por decirle lo que sentía, pero se daba pequeños golpecitos en la sien, tratando de repetir el nombre de su novia. Y Quinn... miraba a Rachel, tratando de entender cómo es que la muchacha más inteligente de su año, no se daba cuenta de que a nadie le gustaban los gorreos que tejía... Realmente para algunas cosas, Rachel era bastante lenta.

Brittany salió de su letargo y la miró. Santana le mantuvo la mirada. La rubia murió de pasión. Sentía que esos ojos oscuros la fulminaban... Bajó la mirada hacia la alfombra... si seguía mirándola sucumbiría una vez más... Y eso no quería hacerlo.... O si?

Santana miró esos ojos azules y deseó por todos los cielos que en ese momento sólo estuvieran en el universo Brittany y ella, como una especie de Adán y Eva, en el paraíso... sin nadie que las vuelque a lo prohibido, porque nada entre ellas sería prohibido... sólo la tentación del cuerpo de una y otra disfrutándose mutuamente... Bajó la mirada rápidamente hacia la alfombra... si seguía con esa sensación, se le tiraría encima y la besaría, sin importarle Quinn o cualquiera que estuviera en ese momento en la sala.

- Santana!! – gritó Quinn – ¿Te encuentras bien?

- Si – contestó a secas.

- ¿Jugamos al ajedrez?

- No.

- ¡Anda amiga! – dijo suplicante.

- ¿Para qué quieres que juegue, si siempre me ganas? – dijo ofuscada. Brittany sonrió burlona.

- ¿Anda si? – dijo suplicante la ojiverde.

- ¡Juega con Rachel! – dijo cruzando los brazos...

- ¡No! – Rachel la miró.

- ¿Por qué no quieres jugar conmigo Fabray?

- Pues porque... tu... me sacas de quicio cuando comentas en voz alta cada una de las posibilidades que tienes para mover una maldita pieza! – dijo acomodando los alfiles.

- Perdona, pero algunas tenemos que concentrarnos!! – dijo la castaña razonablemente.

- ¿Por qué no lo haces en voz baja?

- ¿Están peleando otra vez? – dijo Brittany – ¿Esto es una especie de jueguito erótico? – Quinn y Rachel se pusieron rojas de verdad y Brittany no aguantó más la carcajada... Santana rió también

- ¡Muy graciosa primita! – dijo Quinn – Veremos si ríes así, cuando la tía se entere de que...

- ¿De qué? – dijo Brittany levantándose del sillón – ¿De qué puede enterarse?

- Pues de qué... de que andas con uno y con otro... que andas de coqueta – le reprochó, mientras tiraba las torres al tablero, algo nerviosa.

- Pues díselo! Y tu mamá se enterara de lo que haces con Rachel cuando están solas – dijo cerrando los puños – ¿Crees que esa información que dices tener, sea más valiosa que la que yo tengo?

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