Capítulo 5

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Capítulo 5

Santana se sentó alejada de la ojiazul a la hora de la cena. Le costaba probar bocado. Se sentía como si un enorme meteorito le hubiera pegado en la cabeza. No tenía idea de nada... "Brittany"... se vió pensando en ella. Y sacudió su cabeza como un perro cuando le entra agua en las orejas. Quinn la miraba, la morena casi no habló en todo lo que estuvieron en el comedor. Brittany y Rachel se sentaron y charlaban como si nada. La morena la miró. Y su cara cambió de color, del blanco al rojo, en cuestión de segundos, y para apaciguar sus pensamientos, se mandó una cucharada de puré.

- ¡Mi prima está loca! – dijo Quinn al fin, y sacó a la morena del silencio impuesto entre ambas – ¿No lo crees así?

- Eh.... Hmmm – la miró – no sé por qué lo dices...

- ¿No sabes? – dijo la ojiverde mirándola raro – Si no te gritó, de pronto la besas... - la morena la miró rápidamente.

- ¿De qué estás hablando? – preguntó levantando la voz –

- ¿De qué? Santana, tus ojos se la comían... diablos, si no hubiera sido mi prima hasta yo trataría de conquistarla... pero yo amo a Rachel... Y ella bueno, es romántica, pero nunca había dicho algo así, de la misma manera que Brittany...

- ¡Si, pero yo no quería besarla! – dijo acercándose a su amiga – Yo... sólo... yo... - no sabia que decirle, porque en realidad sí había querido darle un beso... sus labios rosados se veían tan lindos de cerca...

- ¿Santana? ¿Te quedaste bloqueada?

- Basta, idiota! – se levantó - voy a... me voy a la cama... tengo que leer...

- No me digas que leerás los libritos... - dijo burlona.

- Muérete Fabray! – salió caminando y pasó cerca de las chicas.

- Chau Santana! – dijo Brittany moviendo la mano y sonriéndole, la morena sólo hizo una mueca, parecida a la sonrisa y levantó la mano. Salió rápido del comedor y luego se dirigió hacia su dormitorio. No se quedó en la sala. Estaba segura que luego se llenaría de gente, y quería estar sola. Llegó a su cuarto y se tiró en la cama. Cerró los ojos tratando de serenar su corazón y ordenar sus pensamientos... Recordó el poema, y sus palabras. Tomó el libro y trató de buscarlo. Y lo encontró. En ese mismo poema, había alrededor anotaciones que Brittany había hecho. "Hasta tiene bonita letra" dijo despacio... y se tapó la boca, agradeciendo que no hubiera nadie ahí. Leyó lo que había escrito "De Santana para Danni..." Arqueó la ceja. Ella lo había elegido para que se declarara... sonrió. El poema era bonito, pero dudaba que ella pudiera darle la misma pasión que la rubia al decirlo. La manera en que la miraba, el movimiento sensual de sus labios al hablar y el maldito perfume floral de su cabello. Un ruido lo sacó de su pensamiento. Sam entraba al dormitorio y la saludaba.

- Hola Santana –sonrió – ¿Qué haces aquí?

- Eh... estaba leyendo...

- Me prestas tu baraja de naipes... Brittany está interesada en un juego... tu sabes – sonrió. La morena lo miró serio – Tal vez la convenza de jugar un Strip Poker...

- Las perdi – Ni loca dejaría que el rubio intentara jugar con la ojiazul – Oye Sam – el joven se detuvo. Tenía que preguntarle. La duda la estaba quemando. – ¿Qué hay contigo y Brittany?

- ¿Eh? – preguntó el rubio – yo... Ella y yo terminamos hace tiempo

- Si, bueno... pero, ¿Por qué terminaron? – Sam se acercó a la cama de la morena.

- Hay una poderosa razón... – la miró y pensó "tu, grandísima idiota" – Pero no voy a decírtela... Creo que Brittany está destinada para algo grandioso... ¡Ella es tan especial! – suspiró.

Para ConquistarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora