Capítulo 21

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SUNÍ

Woo me contó cada detalle de lo que ha pasado en casa en estos últimos meses. Yue, como Woo, tuvieron que mantenerme pegada en el asiento hasta que me tranquilizara de lo lapso asesino que tenía en ese momento. Pero fallaron. ¿Quiénes se creían que eran eso malditos ssibsekis para hacer y deshacer de Woo como quieran?

— ¡Jin Hwan!. ¡Abre la maldita puerta!.

— No es necesario que hasta esto, Suní.

— ¡Tu cállate!. —Espete y él se sobresaltó— ¡Jin Hwan!.

Me dolían los pies, los nudillos y hasta la cabeza. Nunca pensé que algo llegara a pasar en esta casa y mucho menos que tomaran al menor de todos como una muñeca de trapos. De tan solo imaginar cada cosa que me contó Woo, las ganas de romperle todos los dientes a todos sobraban.

— ¡Hwan!. —Chille y patee la puerta justo en el momento que el nombrado la abría.

— ¡¿Estás loca mujer?!.

— ¡Maldito gaeseki!. ¡¿Cómo pudiste hacerle eso?!. —Volví a chillar y a patear la puerta de nuevo— ¡Ábrela toda, maldito cobarde!. —Ordene y él hizo caso omiso, pero al final quito el seguro y la abrió por completo.

— ¿Que quiere?.

— ¿Qué, que quiero?. —Sorne y me cruce de brazos— ¿Acaso no es obvio?.

— Ya no vives aquí si piensas regresar. —Ensartó y me reí en su cara.

Era el colmo de los colmos. ¿Cómo puede actuar así después de lo que hicieron?. ¿Acaso yo los crie así?. Resople. Nunca debí cuidar de ellos cuando la dama y el caballero no estaban en casa. Soy culpable.

— No quiero regresar. —Masculle y él intentó cerrar la puerta en mi cara, pero lo impedí gracias a mi pie— Vengo hablar seriamente con todos.

— ¿Para qué?.

— ¿Acaso naciste parado?. —Pregunte y de inmediato cuando dejo de forzar un poco la puerta, entre a la fuerza a la casa, en donde las miradas de Hyeong, Hoe y Hyuk se posaron en mi reciente entrada inesperada— Valla, valla, valla. Que suerte tengo hoy. —Sonreí con descaro y todos se tensaron.

— Sal de esta casa antes de...

— ¡¿De qué Jin?!. —No contestó y mire al resto— ¿Que hacen aquí tirados en el sofá sin hacer nada?. —Me crucé de brazos mientras los miraba sería en espera de respuestas.

— ¿Que más haríamos hermanita?. —Sonrió forzadamente Hyuk y resollé exageradamente.

— Woo se irá conmigo. —Solté de golpe y sonreí ante sus caras desfiguradas de sorpresa y enojo — Y no piensen que esto se queda así. Claro que no. —Lo mire seria— Llamaré a la dama en cuanto ella llegue de su viaje del extranjero. Le contare al caballero todo lo que han hecho con el pobre de Woo esta noche y le pagare a un brujo que me cree muñecos vudú para hacerles la vida extremadamente cruel. —Dije y me encamine a la puerta cuando vi sus rostros pálidos, pero me detuve en seco y me voltee a verlos por última vez. — ¡Y son unos idiotas!. —Finalice después de azotar la puerta con fuerza.

JI WON

Después de lo que paso ese día. Los siguientes fueron trascurriendo dolorosamente lentos. No he visto a ____ durante una eterna semana. Y como era de costumbre esperase, su teléfono siempre permanecía apagado desde el día en que Yue me dijo que ella ya no viva más con ella. Reñí muchas cosas mientras, ahora mismo, la operadora me decía lo mismo que hace una hora. Estalle.

— ¡Ahs!. —Tire el móvil contra la pared y todos a mi alrededor se sobresaltaron.

Para nuestra sorpresa hoy el día comenzó de una manera extraña. Como explicarlo... Nuestros amigos, aquellos que ahora están mirándome expectantes, ya no eran los mismos de antes desde aquella vez que tuve que abandonar el equipo. Me trataban a la ligera y Han Bin era otro que se les unía.

— Es el tercer teléfono de la semana, Ji Won. —Murmuró Seong y tire mi gorra al suelo de un azote.

— ¡Me importa un mierda!.

— Claro, como tu... no... pagas... ¡Oh, por Afrodita!. —Jadeó Choi Min y todos miramos a su dirección.

Era como ver pasar a la reina Isabel II en persona, pero más joven y sexual. Solté un jadeo. Ella era muy sutil, muy sensual, pero muy desgraciadamente ardiente. Mis ojos viajaron desde sus delgadas piernas hasta sus hermosas curvas que me volvían a par a par. Pase la mirada hasta esos bellos labios rosados que encajaban perfectamente en una hermosa sonrisa y de la nada me sentí como una chica.

Quería desmayarme. Exagero, lo sé. Pero. ¡¿Cómo puedes convivir con alguien que lleva babeando a media escuela en horas diurnas y no nocturnas?!. Jadee de nuevo.

— Esto era una locura al toque Suní. —Musitaron a mi lado y me volví a verla.

— ¿Min Ha?. —Ella me miro y sonrió maliciosa mientras señalaba los pasillos. Me devolví a ver a mi chica.

Los chicos, especialmente la mayoría que estaban a amontonados por los pasillos, se aportaban a los lados a cada paso que ella daba. Me altere y comencé a sudar como un cerdo. Sentía ganas de besar nuevamente, sentía ganas de tocar lo que nunca he tocado y sentía ganas de amarla hasta el último suspiro de mi muerte.

— ¿Por qué el mundo me castiga de esta manera?. —Pensé en alto y la mayoría me miro pícaramente— Idiotas.

— Valla. —Hablo Han Bin al acercarse a ella para abrazarla por los hombros— Hermana... —Ella abrió mucho los ojos y le miro— hoy estás hermosa.

— ¿Son hermanos?. —Preguntó Min Ha, pero fue ignorada por completo.

Gerardo era un buen ratón. ¿Lo sabias?. —Le susurró y Han Bin sonrió de oreja a oreja.

— Te extrañe pequeña. —Admitió y ella lo abrazo por su cuello, guindándose de este como si fuera un monito mostrando su afecto y a alegría.

Suspire y sacudí mi cabeza en negación— Me preocupe demasiado.

— ¡A que al fin lo admite!. —Exaltó Min Ha y todas la miramos extrañados— ¿Qué?. ¿Acaso dije algo malo?.

—No, pero...

— Valla. —Todos miramos al dueño de esa voz— Ahora todo tiene sentido.

— ¿Qué haces aquí?. —Masculle y él se encogió de hombros.

— Alguien se portó mal. —Miro a Woo— Y decidí venir a visitar y charlar.

— Woo. —El nombrado apretó su mandíbula— ¿Dónde te metiste idiota?. —Preguntó Hoe juguetón y lo tomo del cuello de su camisa.

— Suéltalo. —Advirtió Suní, pero ellos la ignoraron— ¡He dicho que lo sueltes cabrón!. —Y lo empujo.

No supe en que segundo la tome por lo hombros y arrastre lejos de Hoe, quien por casos raros de la vida afilo su mirada hacia ella. Hwan dio paso hasta el menor, pero Han Bin y el resto se lo impidieron. La escuela entera se comenzó a rodearnos y ___ no dejaba de forjar y codear de mí.

— Juguemos un partido. —Todos miramos confuso a Han Bin.

— ¿Qué?. —Preguntó Hyuk divertido y Han Bin sonrió de lado.

— Cuatro contra cuatro. ¿Les parece bien?.

Hyeong carcajeó y preguntó ásperamente: — ¿Y el trofeo?.

— ¿Para qué preguntas si ya lo sabes?. —Sornó Han Bin y ___ ahogo un exclamo.

Lo mire, mire a ___ y luego a los demás. Suspire desganado cuando Han Bin me miro expectante. Asentí y solté a ___ con una disculpa. Ninguno de los cuatro dijo nada, ni nosotros, y muchos menos el públicos. Todos partieron a la chancha esperando lo peor.

Transparent Dreams (ERASER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora