Capítulo 9

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HAN BIN

Era la primera vez que conocía a alguien tan enérgicamente testaruda. Suní, así como la llamaba Bobby, era una boca suelta. Había pensado, hace cuatro horas que la vimos en la entrada de la preparatoria, que era más gentil. Como si no matara ni una mosca. Pero me resulto ser al revés.

— Te dije que es dura como una roca. — Me cotillo Hyeong, su hermano, a mi costado y me reí.

— Ambas lo son. —Señalo Seong a la otra chica y me reí más fuerte.

— ¡Que empiece el partido!. —Gritó el entrenador Kang antes de sonar el silbato con fuerza.

Nadie se movió. Todo quedó en silencio un buen rato hasta que la cancha fue rodeada por todo el curso cuando la cara de coqueta, la otra chica, me arrebato el balón de mis manos a una velocidad increíble.

— Oh, Dios.

— ¡Dos puntos para el equipo de Ko Hyun!.—Bramó el entrenador Kang y mire al chico levantar a la castaña entre sus brazos.

— Oye, Han Bin... —Le gruñí en respuesta y se tragó lo que tenía que decirme.

No lo vi venir, enserio. Está chica me dejó con la boca abierta en tan solo cinco minutos. Sin nombrar a todos presentes, claro. La forma en como me arrebato el balón de mis manos en tan solo tres rebotes me impresiono demasiado.

— ¡Saca el equipo de Kim!. —Ordenó el entrenador Kang y Bobby tomo el balón entre sus manos.

Le repartió el balón a Seong, quien buscaba desde media cancha a Dae y de Dae a mí. Los pases eran bruscos y cada gota de sudor era gracias a un partido de historia. Todo el mundo gritaba desde la gradas. Se escuchaba claro y fuerte, amaban lo que estaban viendo.

Suní, para mi sorpresa y para la de todos también, menos su hermano, nos sorprendió de muchas maneras. Lograba quitarnos el balón justo en los rebotes de defensa. Caí en la cuenta de que ella nos arrebataba el balón cada tres, seis y cuatro rebotes. Dejando a muchos más que sorprendidos. Incluyendo a Bobby.

— De ahora en adelante no veré el sexo débil como juego solo en la cama. —Juró Seo Jun y Kim Se le asintió en señal de estar de acuerdo con eso.

Trague duro cuando vi el marcador— 67-56.

— La diferencia es grande, Han Bin. —Mencionó Bobby y le asentí— Solo llevamos el primer cuarto y ya estamos como unas vacas pariendo un potrero.

— ¡Descanso de cinco minutos chicos!. —Gritó el entrenador Kang después de hacer sonar el silbato.

Mis ojos se fijaron en la multitud. La mayoría de la escuela estaba presente. Incluyendo a los maestros, quienes hacían apuestas con el entrenador Kang. Suspire, el hombre no cambia.

— ¡Ash!. No puedo creer que nos vayan ganando en el primer cuarto. — Exalto Seong y todos soltamos un suspiro.

Nadie dijo nada después de Seong. Bobby estaba tan serio que estaba matando con la mirada a Suní, quien reía a carcajadas con su equipo. Me senté a su lado y le palmee el hombro una sola vez.

—¿Ji Won?. —Lo llame, pero este me ignoro— Hermano, ¿Qué pasa?.

— Nada. —Dijo todo seco y el resto no pregunto nada cuando me volví a míralos.

— ¡A jugar!. —Sonó el silbato nuevamente.

Todos de pie y en sus puestos examinamos que las cosas, después del pitazo, de pronto se pusieron muy agresivas.


JI WON

— ¿Ahora que harás bebé?. —Le pregunte en tono divertido y ella me sonrió.

Por Dios, amaba esa sonrisa cada vez más.

— ¿Qué are?. —Le asentí.

—¡Bobby!. ¡Pasa el puto balón!. —Escuche gritar a Seo Jun, pero lo ignore.

— ¿No se lo pasaras?. —Jadeó y le negué— Que confiado.

— Miren quien habla. — Dije con sarcasmo y busque el punto libre entre todos nosotros— ¡Bin!. —Alce el balón y él nombrado sus brazos.

— Justo donde quería. —La escuche decir, pero después de lanzar el balón hasta Han Bin pierdo el equilibrio cuando Suní intento arrebatármelo antes del pase.

Todo el mundo, en ese instante, ahogo un grito. Mire a Suní y la revise como si se tratara de una escena de vida o muerte. Llegue hasta tomarla de las mejillas y ladear su cabeza de un lado a otro mientras le preguntaba mil veces si estaba bien.

— ¡Ya!. ¡Bájate, Won!. ¡Pesas como un caballo!. —Gritó exasperada y cerré con fuerza mis ojos cuando sus gritos opacaron mis oídos al mismo tiempo que me empujaba del pecho— ¡WON!.

— ¡Zjonna!. ¡Ya me quito, pero no grites mujer!. —Le espete al volverla a mirar.

— ¡PERO YA!. —Volvió a gritar y sonreí con descaro.

— Me encanta el color de sus ojos...

— ¿Qué?.

— Es perfecto. —Le susurre tan cerca de sus labios que jadeo entre el poco espacio que nos quedaba— ¿Suní?.

— ¿Qué?.

La multitud seguía echándonos mierdas de silbidos raros. No dijo nada ni yo tampoco. El entrenador ya me había ordenado quitarme de enzima, pero no podía. Y sé que estoy siendo tan cruel con mis sentimientos, pero ya no aguanto más estar solo. Ver a Suní es como ver y sentir a ____. Y sé que se escucha absurdo, pero es así como me siento. Como en verdad deseo volverla a ver.

— ¿Sigo pesando como un caballo?.

— Imbécil. —Dijo y le sonríe más de lo usual.

— Tu imbécil. ♥ —Le guiñe.

— Que te jodan, Won. —Espetó y me reí.

— ¡Hyeong!. —Chilló y de la nada ya estaba de pie como un buen solado.

— ¡Bobby!. — Me volví a mirar a Han Bin ya a mi lado— Es de ____. Creo que encontraron algo.


SUNÍ

— ¡Hey!. ¡¿Dónde creen que van?!. ¡Sabandijas, vuelvan a la cancha!. — Grito el Sr. Kang, pero ellos ni siquiera se volvieron a verlo.

— Cobardes. — Masculle y me levante por mi cuenta.

— No lo son. — Me volví a mirar a Hyeong y le golpee el pecho con fuerza— ¡Joder!. ¡Suní!.

— ¡No me hables!.

****

Los siguientes siete días no hable con nadie ni con mi propia familia. A la cual no le importó mucho la razón ya que la sabían con claridad porque Hyeong les tuvo que contar todo lo sucedido.

La dama me replico que era muy testaruda, orgullosa y muy terca a veces cuando se trata de un simple partido cuando nos encerramos en mi habitación para ''Hablar''. Pero fue en vano. Ignore todo lo que me dijo y me encerré en mi habitación cuando ella se retiró con un te quiero hija. Y eso me hizo sentir mal por alguna extraña razón.

— ¿Saldrás esta noche?.

Hoy es el octavo día que no he menciona ni un pió. Ahora mi concentración solo estaba en el aro y en el balón.

— Suní. —No le respondí y enceste otra canasta— Oye, no seas así. —Le gruñí como respuesta y suspiró— Si sales esta noche. Jin Hwan te acompañará. — Dijo y se volteó para ir a casa, pero mis malditos impulsos de lanzarle el balón a su cabezota sucedió— ¡¡Suní!!.

— Púdrete, Woo. 

Transparent Dreams (ERASER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora