Capítulo 14

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HAN BIN

Bobby estaba nervioso, pero a la vez enojado al igual que yo. Ommoni nos decía que nos calmáramos, que pusiéramos por lo menos caras menos tensas de las que ya teníamos. Pero eso era algo imposible.

Ya ha pasado más de una hora y todavía estábamos esperando al Sr. Kim para que nos dirija a la sala de interrogatorios. Intentábamos, por lo menos, distraernos con las preguntas de Ommoni. La mayoría eran verdad o reto. Lo típico para cuando estas más que aburrido en una fiscalía.

— Perdonen la demora. Tenía unos asuntos por aclarar. —Dijo el Sr. Kim y todos tres nos levantamos para recibirlo— Pasen por favor.

Algunos oficiales venían detrás de nosotros mientras cruzábamos una puerta. El silencio hizo que solo las suelas de los zapatos se escucharan en eco hasta el cuarto oculto.

— Tomen asiento. —Ofreció, pero Bobby y yo nos negábamos.

Uno de los oficiales que nos acompañaba hace rato encendió la luz del cuarto de interrogación. Lo primero que vi fue a Joon cabizbajo. Murmurando cosas que no escuchábamos ninguno de los presentes.

— ¿Creen que les responderá sus preguntas?. —Preguntó de la nada Bobby y el Sr. Kim lo miro.

— Claro. —Afirmó y Bobby frunció el entrecejo.

— Oye. —Lo codee y regreso la vista a Joon.

No dijo nada y yo tampoco. Cuando me volví a ver a Joon, me fije en el oficial. El hombre se sentó frente a él con una libreta en manos. Joon alzo la mirada y por primera vez sentí ser Superman para traspasar el vidrio y golpear a ese hombre hasta que muera.

— Díganos señor, Kang. ¿Dónde está, ____?. —Dijo el oficial y una risa maliciosa apareció en el asqueroso rostro de Joon.

— Ya le dije que no sé nada de esa mocosa.

— Eso no concuerda con la información de sus vecinos.

— Escuche. — Ladeo la cabeza a un costado— Ella se largó y no regreso más porque la... —Y se tragó lo que dijo.

— ¿Qué fue lo que le hizo?. — Preguntó severo el oficial y Joon hizo una mueca.

— Solo la hice mía. — Y eso basto para que Bobby golpeara la ventana muchas veces mientras lo retenían a la fuerza.

Admito que iba a ser lo mismo, pero mejor descargue mi furia devuelta en mi casa. Rompí la mayoría de fotos de mamá y alguna que otra silla y cosas sin valor alguno. La casa estaba echa un asco y lo único que quería ahora era un abrazo de mi hermana.

SUNÍ

Ha pasado un largo tiempo desde que no voy a la escuela y mucho tiempo desde que no sé nada de los chicos. La dama me había preguntado muchas veces que era lo que me pasaba, pero siempre le respondía con un ''Nada''.

Hwan y los demás también hicieron varios intentos de sacarme en casa durante ese tiempo, pero no pudieron. Estaba tan consumida en mis propios problemas que no me di cuenta las consecuencias que pasaría si no les decía la verdad.

— Espero que copies todo. —Dijo el caballero antes de depositar un beso en mi frente e irse con la dama a sus trabajos.

Tome mi bolso y me fui caminado hasta la preparatoria. Hwan, antes de venir, se había ofrecido llevarme. Pero le negué. Quería un momento a solas, con mis audífonos puestos para escuchar Bruno Mars con su canción Treasure. Deje que la melodía me llegara hasta el corazón y comencé a cantarla y moverme como una pequeña niña. Aquella que bailaba hasta con la canción de Los pollitos dicen.

— ¡Suní!. — Gritaron, pero no asunte— ¡SUNÍ!. —Y me taclearon juguetonamente.

— ¡Yue!. ¿Acaso quieres morir joven?.

— Nop. —Sonrió y rodé los ojos— Te extrañe nena. —Dijo y me jalo las mejillas como si fuera su perro faldero.

— ¡Ya!. —Chille y la aparte de un empujón.

Yue, después de su drama de felicidad, se comportó cuando le ordene entrar a la preparatoria. Mire a todo el mundo pasar y sentí que solo hubiese sido ayer el día en que desaparecí para todos.

— Se siente como si estuviera a lado de la nueva. —Pensó en voz alta Yue y la codee.

Ignore su reproche y aferre mis cuadernos a mi pecho mientras me daba fe a mí misma para encontrar a Bobby y a mi hermano entre tanta multitud.

— Ellos no llegaron a ninguna de las clases de ayer y pueden que las de hoy tampoco. —Dijo y le quede mirando.

Las horas en clases pasaron terriblemente lentas. La mayor para de mi tiempo la pasé muy inquieta. Yue llamaba a Han Bin tantas veces como podía, pero siempre me decía que no contestaba. Intente llamar yo también, pero salía la contestadora.

— Tal vez mañana han de llegar. —Hice una mueca en respuesta— Venga, Suní. No hagas gestos, ellos estarán bien. Te lo aseguro. —Dijo e intente sonreírle, pero no pude.

Tenía el presentimiento de que algo malo paso con ellos y las ganas de ir a buscarlos no me faltaban.

— ¡Suní!.

— Oh, hermano gruñón llego. —Murmuro divertida.

— ¿Lo conoces?. — Ella asintió— ¿De dónde?.

— Pues veras...

— ¡SUNÍ!.

— ¡YA VOY!. —Le grite y mire a Yue de vuelta— Me lo dirás luego.

— Claro. —Afirmó y me aleje de ella para irme directo hacia Hwan.

La dama y el caballero no se encontraban cuando llegamos a casa. Hwan dijo que no regresarían hasta después de unos cuantos días y eso me pareció bien. Necesitaba respirar, sacar todo el mal rato dentro de mí. Pero eso apenas podía hacerlo.

— Descansa. —Susurró Woo y le asentí.

— Igual tú.

La noche se sentía muy fría para cuando termine de comer mi merienda. No había ningún alma en las calles y el reloj que se encontraba en mi habitación sonaba muy fuerte y claro en su entorno.

Suspire— Ya no lo soporto más.

Pensar y pensar me ha hecho razonar. De la vida y de mi hechos. Quería ver a Han Bin y a Ji Won a como dé lugar. Me levante y salí por la ventana de mi cuarto. Camine sobre el pasto verde y me gire por unos melismas de segundos hacia las habitaciones de los chicos. Estaban ya dormidos, y conociéndolos deben estar roncando ya.

— ¿Dónde estás, Yue?.

En cama, ¿Por?.

— Por nada. —Musite mientras giraba por una esquita.

Son las 12:34 a.m. Suní. —Se quejó y me reí por lo bajo— ¿Dónde estás?.

— ¿Qué te hace pensar que estoy en otro lugar?. —Le pregunte.

Porque el viento choca contra el parlante y tu voz se escucha alejada.

— Mierda.

¿Dónde andas?. —Volvió a preguntar y guarde silencio cuando llegue a mi destino— Suní. ¿Lo que oigo no es música?...

— ¿Alguna vez has pensado que desde niña los cuentos de hadas te hieren al saber que no son verdades?.

Si, pero eso no es tema para discutir y...

— Adiós, Yue. —Y la corte.

Transparent Dreams (ERASER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora