Transparent Dreams (ERASER)

Capítulo 24

SUNÍ

Han pasado meses desde la operación de Han Bin y no saben cuánto tengo aún en claro lo que pase en esa semana fatigosa en el hospital. Era horrible. No había noche que no pudiera despertar asustada por cada quejido o sueño erótico de Han Bin. No había mañanas que Bobby me trataba de sacar a la fuerza de la habitación para desayunar algo. Y tampoco había horas en los que Ommoni y los chicos también me regañaban por mi aspecto vagabundo.

— ¿Segura que estará bien escabullirnos así por así?.

Por ello, nunca olvidare los dramas que Yue hacía por mi físico. Decía que era la viva copia de un Zombi en 3D. Me le reía y ella me golpeaba con su bolso favorito. Era como si fuera la hermana que jamas tuve al igual que lo ha sido Min Ha.

— Sí. El viejo se sigue quitando los pelos nariz en el baño.

Así que así fue. Cuando Han Bin salió del hospital, todo volvió a ser casi como antes. Hwan, Hyeong, Hyuk y Hoe fueron castigados dos meses por el daño que les hicieron a los chicos, los cuales ellos también recibieron castigo junto a ellos por hacerles lo mismo.

— ¡Llego por quien lloraban!. —Chille y todos exclamaron un resoplido— ¡Oigan!.

Ahora, después de tanto tiempo dramático, Yue y yo estamos en el gimnasio de la Preparatoria. Tomándole todas la fotos posible a los chicos antes de que llegue el Sr. Kang a echarnos a patadas de que aquí.

— ¿Sabes que te añadirán al trabajo si te ven aquí con esa cámara, verdad?.

— Si y me vale madre. Así que vamos, vamos, aun no terminan de limpiar ese lado de la cancha y quiero ver mi rostro en él. —Dijo Yue y todos chasquearon la lengua— Son unas linduras. ¿No lo crees, Suní?. —Le asentí y seguí grabando a Woo trapear el piso con un trapo.

— Esto quedara bien YouTube.

— ¡Borra eso!. —Le negué y él salió tras mío— ¡Suní!.

— ¡No jodas!. ¡El video esta increíble!. —Chille mientras Woo intentaba alcanzarme.

Los ocho que estaban observándonos, ser reían de la escena. Woo, pocos minutos de insultarle y él a mí, me atrapo entre sus brazos. Llore de risa cuando obtuvo la victoria, pero más chille cuando le señale a Yue con su cámara aun grabando los hechos anteriores.

El grupo de Bobby Se acercó a ver lo que acabaron de ver mediante el móvil de Yue y el resto solo reía por lo bajo. Exhale. A pesar de todos estos meses jamas supe porque Woo está envuelto en este este castigo. Pero de todas maneras no me importaba.

— Suní.

— ¿Ummh?

— ¿Aun sigues enojada?. —Preguntó y solo desvié la mirada hacia mi grupo.

Heo suspiro y se alejó de mí. Yo también suspire. No fue fácil decirle a cada uno de ellos que ya no me necesitaban. Me dolió cuando se los grite un día que llegaron al hospital a pedir disculpas. Ellos, como yo, hemos decidido que el tiempo decida nuestros caminos. Yo por el mío y ellos por el vuestro.

— ¡___!. ¡Ven!. —Exaltó emocionado Seong y me levante del suelo.

— ¿No vienes?. —Él negó y resoplo— Meca.

— ¡Ja!. Y lo dice la que me roba mis camisas. —Masculló y lo golpee en el hombro— ¡Hasta pegas como un hombre!.

— Cierra la boca, Woo. —Dije divertida y él solo rodo los ojos— ¿Sabes?. Nunca me imaginé una vida sin ustedes cinco y por ello admito que son parte de mi familia. Así no lo sean.

— ¿Entonces... Eso quiere decir que los perdonas?. —Negué— ¿Entonces qué?.

— No lo sé, Woo. No lo sé. —Musité y mire a mis hermanastros limpiar aun el suelo del gimnasio— Ellos me fallaron, y lo aceptan. Pero aun mi corazón no quiere perdonarlos por lo que le hicieron a mi hermano. ¿Entiendes?.

— Sí.

El resto que ocupaban los minutos que nos sobraban, la pasamos molestando aun a los chicos. Choi y Seong se unieron al drama de ser grabados limpiando. Hasta coloque I Want to Break Free de Queen para darle más toque al drama.

Yue y yo reímos como morosas desenfrenadas cuando Bobby y Han Bin se les unieron minutos después. Cosa que al rato Woo también se nos unió. No recordaba cuando fe la última vez que me reí así, pero admito que lo disfrute. Como nunca antes lo había hecho.

— Señorita Kim y señorita Seok.

— Oh, Mierda.

— ¡Salgan de inmediato de las canchas!.

— ¡Corre Suní!. ¡Corre!. —Chilló fijada histérica Yue y me reí mientras salíamos corriendo fueras del gimnasio.

Entre los pasillo perdimos de vista al Sr. Kang. Nos reímos devuelta cuando recordamos los hechos. Eso hasta que recibir una llamada de Chan Woo.

— Hubieras visto tu cara Kim. —Dijo y carcajeamos juntos.

— Lo mismo digo. Jung. Lo mismo digo. —Solté sarcástica.

— ¿Qué harás mas tarde?.

— Aun no lose. —Yue me hizo señas de un taxi y acepte— Pero no llegues tarde a casa tonto. Aun eres menor de edad.

— ¡Ya!. ¡Tú también...—Y le colgué.

— Tonto.

— ¡Mueve tu trasero, Kim!. ¡Tengo un ambreeeee!.

JI WON:

— ¡Al fin!. — Me estire respirando el dulce aroma de la libertad— ¡No más castigo por un largo mes!. —Exalté con emoción, pero ninguno festejo conmigo— Oigan....

— ¿Ya vieron que hora son?. —La voz de Woo tras nosotros llamó nuestra atención y nos volteamos a verle.

— ¿Y?.

— ¿Acaso no saben?. —Negamos los cuatros confundidos y él resoplo— Hoy es el cumpleaños de...

— Suní. —Completó Hyeong y todos nos volvimos a verlo.

No estaba solo, los demás estaba a sus lados. Cada uno mostrando una tranquilidad que me mantenía alerta. Woo resoplo de nuevo.

— Ya pensaba yo que se habían olvidado. —Dijo el menor y los cuatros recién llegados lo miraron— ¿Qué?.

— Es nuestra hermana. —Dijo Hyuk y miro a Han Bin— Y quieras o no aceptarlo. Ella también creció a nuestro lado.

— Lo se...

— Ten. — Hwan me lanzo un pequeña caja envuelta de papel de regalo entre mis manos.

— ¿Qué es esto?.

— El regalo de Suní. —Hablo Heo y asentí dudoso.

— No es sólo mío, es de parte de los cuatro. —Explicó Hwan— Además esto es un favor.

— ¿Cómo cuál?. — Pregunto Choi Min y él sonrió de lado.

— ¿Pueden entregárselo?. —Todos nos vimos entre si— Ella nos odia aún y dudo que acepte algo de nosotros.

— Claro. — Sonreí un poco de lado con amargura.

— Nos vemos entonces.

— ¿Porque no vienen con nosotros?. — Los ocho miramos a Han Bin sorprendidos.

— ¿Acaso la operación lo afecto, Han Bin?. — Él le negó divertido.

— A ella le encantaría verlos. Además, también es mi cumpleaños.

— ¡¿Ah?!. — Y sonreí satisfecho.