Capítulo 15

530 45 0
                                    

SUNÍ

La fiesta creada por los chicos tenía de todo un poco. La mayoría llevaba disfraces como si se trataba Halloween y otros como si fuera una simple fiesta ardiente.

— Hey, cariño. —Llamarón, pero lo ignore.

Olía mal todo. El olor a vómito mezclado con las drogas infestaba la casa, y a pesar de que cuando entre me sentí mal por el recuerdo, los deseche.

— Joder. Esto apesta a marihuana. —Susurre y me cubrí mi nariz mientras buscaba entre la multitud a algunos de los chicos, pero no los veía por ningún lado.

La inquietud y el pensamiento de que se hayan ido de casa me tienden a caminar hasta la cocina y beber una cerveza. Pero aun así la suerte no estaba de mi lado. La cerveza se me callo gracias a un empujón brusco.

— ¡Ya!. ¡¿Estas de putas o qué?!. —Ensarte cuando me voltee a ver a la persona causante de un desperdicio económico.

Era un rubio borracho hasta la suelas de sus zapatos. Me miro de arriba hacia abajo y puse cara de asco. Lo empuje y me la saque. No quería golpear a alguien que no estuviera en sus cinco sentidos y muchos menos alguien que tiene cara de nene.

— Oye. —Me llamó, pero le ignore.

No valía la pena y... ¡Por, Dios!. Arruinaría esa cara de ángel en menos de dos minutos si tan lo deseaba. Pero no lo aria, no cuando estoy en mi casa buscando desesperadamente a mi hermano.

— ¡Oye!. —Pare en seco y di media vuelta sobre mis talones.

— ¡¿Qué?!. —Le grite y sonrió—Mierda.

Había tres chicos más a su lado. Todos completamente ebrios. Retrocedí por instinto y salí corriendo de la cocina, pero unas manos ya me habían tomado de las caderas y me habían cargado como un bebé.

— ¿Qué haces?. —Pregunte sorprendida y él sonrió ladino— ¡¿Qué mierda haces imbécil?!. ¡Exijo que me bájenme!.

— ¿Qué te baje?. —Carcajeó y le di un puño en el mentón— Oh, es dura.

— Imagínate en la cama. —Comentó otro de ellos y de la nada se rieron todos cuatro cuando me tomaron de cada extremidad de mi cuerpo.

— Sí. Ahora soy un cerdo. —Bufee y volvieron a reír— ¿Saben que les romperé la cara cuando me suelten?.

— ¿Enserio?. —Preguntó el rubio y flexione mi la pierna que sostenía.

— Enserio.

Estaba asustada y no lo negare. Eran cuatro contra uno y eso me perturbaba al ver que me llevaban a uno de los cuartos con otras chicas ya semis desnudos. Traga en seco.

— ¿Otra más?. —Se quejó una de las castañas y ellos asintieron.

— Y es especial. —Dijo el rubio y fruncí el ceño.

— ¿Especial?. —Él asintió y me reí— Como que ya eso lo he escuchado an... —Y le mire con los ojos bien abierto— Santa madre. ¿Jang?. —Volvió a sonreír y me removí— ¡ssibseki!. ¡¿Cómo te atreves a dar la cara después de lo que paso?!.

— Quien lo diría. La chica sexy del Roxbury se pone como una cabra al ver a su ex. —Sornó uno de ellos y me volví a remover.

— Vamos chiquita te va a gustar. — Ronroneó otro y así sucesivamente siguieron los demás.

Palabra por palabra, manoseo por manoseo me hacían sentir asquerosa. ¡Joder!. Me siento la puta que no soy. Jang ha cambiado demasiado y si no fuese por ese cabello rubio y esos tatuajes nuevos por su cuello y brazos diría que es un asesino enserie. Además con tan solo mirarle bien, veo a través de sus ojos la venganza y eso no es nada bueno.

— ¡Suéltenme malditos idiotas!. —Grite y patalee— ¡O juro que les arruinare la linda cara que teniente!.

—Es salvaje. —Murmuró una chica y la mire mal— Y aterradora.

— Linda, esto será a lámala si sigues así. —Dijo Jang y suspire— Eso es. Así me gusta. —Y dicho eso sonreí antes de zafarme de su agarre y darle una patada en la cara— ¡ssibak nyeon me has roto la nariz!.

— Te lo dije. —Masculle y flexione mi pierna libre para patearle en el mentón al otro chico que me tenía de mi pie derecho.

— ¡Mierda!. ¡No la suelten!.

El corazón me latía a mil por segundo. Aquellas chicas se alejaron cuando los lastimados se volvieron a mí para trancarme puños, pero fui más astuta a pesar de la desesperación. Me había acordado de algunas películas de acción, donde la rehén que tiene a dos sujetando de sus brazo devuelve los cuerpos, con toda sus fuerza, a los atacantes. Y suerte la mía que el par estaban muy borrachos como para mantenerse otro momento más en pie.

— ¡Atrápenla!.

Como pude busque entre las habitaciones una abierta. Cada pomo estaba con seguro, pero menos un cuarto. Jang y sus trio les había cerrado la puerta en la cara. Suspire y me gire para luego abrir los ojos hasta el tope.

— ¿Suní?.

— ¿Binnie?. —Musite lo más bajo que pude.

— Oye. Como has...

— Eso es un tatuaje. —Le señale el costado de su torso y rápidamente ambos, antes de mirarse a los ojos, se cubrieron con lo que encontraron es sus costados.

Sonreí— ¡Sal de esta habitación.

— Claro pompis de bebé. —Carcajee y salí después de recibir un almohadazo de su parte.

— Valla y pensé que ibas a encerrarte más tiempo ahí.

— Joder.

El azote contra la pared de alado me dolió y no lo negaba. Jang se apegó contra mi cuerpo y la gente que deambulaba por ahí se nos quedaba mirando. La presión de su agarre de su cuello comenzaba a ser muy brusca. Me estaba faltado el aire y si no fuese por Han Bin quien lo golpeó alejándolo de mí ya estuviera inconsciente y violada por los pasillos de nuestra casa...

— ¡¿Qué diablos hacías, Jang?!. —No contesto— Vete. —Señalo un punto siego— Tu y el resto de los que están habitando mi casa.

— Oye, Bin.

— ¡¿Acaso tengo que matarlos para que se vallan?!.

Todo el mundo guardo silencio. Incluyendo al DJ de la fiesta, quien dio acceso de un sepulcro nada bonito. Jang y el trio que lo seguían se marcharon, y de ellos, seguidos del resto de la fiesta.

— Grac... ¡Han Bin!.

— ¿Acaso tu desaparición te afecto mucho la cabeza?. —Ensartó y me tense— Eso pensé. —Y sin más me llevo arrastres a aquella habitación.

Transparent Dreams (ERASER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora