capítulo veintiséis

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Louis observaba a Harry desde la ventana, lo veía trotar por aquel inmenso jardín con dos perros atrás de él.

Podía ver como el moño de su cabello luchaba para no caerse y sus rizos desganados saltaban al ritmo de sus zancadas.

Sonrió cuando tropezó y los perros se estamparon en sus piernas. Tocó dos veces el vidrio para llamar si atención y articuló "cuidado".

El alfa le sostuvo la mirada unos segundos y salió corriendo a la entrada de la casa.

Era raro.

Debía aclarar eso. El alfa era tremendamente raro.

Trabajaba todo el día junto a sus padres y aún así en las madrugadas lo sentía levantarse y segundos después escuchaba la guitarra.
A veces lo topaba en la cocina hablando solo y calificando el nivel de acidez de la frutas.

Evitaría decir lo mimados que tenía a los dos perritos porque debía aceptar que él también.

Reía dormido y a veces gritaba.

Pero Louis adoraba todo lo que hacía. Se preguntó si él también hacía cosas que le parecieran raras a él.

Suspiró tomando el libro de tapa grisácea que Zayn le había regalado, trataba de una chica que veía cosas que pasarían y siempre evitaba el caos. Louis quería evitar el caos, pero no sabía cómo.

Observó con detenimiento el calendario de la pared mientras escuchó la puerta abriese y el olor al alfa se impregnó en toda la habitación.

En menos de dos semanas vendría su celo.

"Hola Louis, buenos días." mencionó Harry desde el fondo se su garganta.

Louis lo volteó a ver, su sudadera mojada, los audífonos colgando al lado de sus orejas y su coleta mal hecha.

¿Cómo podía verse tan apuesta una persona llena de sudor?

"Hola. Buenos días Harry." inclinó una de sus manos para tocar su hombro, pero el alfa negó.

"Estoy sucio. Quiero besarte pero huelo mal. No tardo en bañarme, no te muevas de aquí, por favor."

"No lo haré, alfa." cantó antes de perderlo de vista.





♤♤♤



Al rededoer de diez minutos, Louis decidió prender la televisión, como rara vez lo hacía.

Revisó vagamente su celular para checar si Niall le había mensajeado, se molestaba si no respondía rápido.

Niall se molestaba por muchas cosas, pero también se contentaba rápidamente y solo, era como un niño en etapa de pubertad, mentiría si dijera que no lo quería así.

Y es que él tenía una teoría, o la vida lo odiaba y atentaba siempre en su contra, o sólo tenía muy mala suerte.
Porque apenas ma pantalla de iluminó, estaba ahí, en una entrevista el grandioso Miltonelli.

Louis gruñó desde el fondo de su garganta y la apagó enseguida.

"¡¿Acaso no puedo dejar de ver tu horrible y espantosa cara?! ¡Me repugna verte!"

Puede que Louis se lo dijera al Miltonelli.

Pero el Harry recién bañado y saliendo de la ducha no sabía eso.

"¡Te odio! Es que no puedo creerlo. En todos los malditos lados aparece tu asquerosa cara. ¡Aléjate de mi maldita sea!" volteó su vista a Harry y sin darlr tiempo sonrió. "Oh, hola alfa. Que guapo te ves así."

Algodón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora