capítulo veinticuatro

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"Me duele la espalda." se quejó Louis bajando del auto.

"Podías esperar a que te abriera, Louis. Espera, no te muevas, ya voy." se apresuró el alfa, rodeando el auto.

Louis sí respondió bien y pudo ser dado de alta, sin embargo la mamá de Niall dejó en claro que debía descansar una semana.

El omega preguntó si había manera de que pudiera trabajar por lo menos en dos días, necesitaba mantener la casa, pero la doctora sólo dijo;

"si quieres estar aquí pronto otra vez, sí."

Y a Harry no le gustó.



"Harry, ve más lento, un paso tuyo son dos míos y me duele la espalda como la mierda."

Eso bastó para que Harry lo cargara, puede que el ojiazul tratara de bajar por pena a pesar mucho para él, pero recordó que estaba muy abajo del peso que debía.

Anne los divisó de lejos cuando subían las escaleras pero por milagro de Dios no quiso molestarlos.
De Dios y de Gema, que estaba distrayéndola para que no subiera.

Niall había ido a supervisar las compras de la despensa junto con Liam, buscando todo para que Louis estuviera bien.

"Puedo sentir tus huesos como si no tuvieras piel." gruñó el alfa, un poco molesto mientras lo recordaba en la cama." Mandaré a preparar tu dieta, no pesas nada, parece que estoy cargando a mi sobrino. No te muevas, regresaré con tus medicinas."

"Harry espera, quiero hablar contigo."

El más alto asintió, sentándose a la orilla de la cama, acariciando los pies de Louis.

"¿Qué pasa?"


"Yo..." carraspeó. ¿Cómo decirle sin que su alfa interior se vuelva loco." Yo agradezco lo que estás haciendo por mí. De verdad, todo es muy confuso, pero confuso bueno. Pero quiero que sepas qu-..."

"No." respondió rápido, clavándole la mirada.


"¿Qu-...?"

"No dejaré que te vayas a tu hogar hasta que mejores y vea que comes lo que debes. Ya mandé a comprar ropa, tu habitación está lista para estar aquí un tiempo mientras mejoras, tienes una persona que estará disponible para lo que necesites cuando yo no esté, ya compré las medicinas mientras dormías y también prendí la calefacción. "


Louis le miró, perplejo.

¿Así es tener un alfa destinado?

Le ablando el corazón saber que estaba haciendo todo por él, y le encantaba la atención, pero no le había preguntado nada.


"¿Y cuando me consultaste todo eso a mí?"


Harry tomó una fuerte bocanada de aire. "Louis, esto no es..."

"Estás decidiendo sobre mi vida, y aunque sea con buenas intenciones no me dijiste nada, no puedes llegar y armar la vida de alguien mientras la está construyendo. Yo no tengo dinero como tú, no tengo ni la cuarta parte de tu fortuna y tengo una familia grande que mantener. Aunque la doctora diga que no puedo hacer esfuerzos es mi deber ver por ellos, porque tienen que comer, y porque tengo muchas deudas. Las cosas no son tan fáciles, Harry. Tengo dos adolescentes y dos bebés, Lottie y yo apenas podemos. No voy a dejarlos solos, ni aunque esté agonizando."

Estaba mirando el perfil del rizado. Su mandíbula marcada y con la vista clavada en el piso. El ambiente había cambiado un poco y tenía que admitir que sentía culpa.

Algodón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora