"¿Y después?" preguntó Niall, emocionado.
"Le dije que iba a matarlo, y se asustó." contó Harry, pensativo. "Tuve que hacerlo literal, para que no temiera ni se preocupara."
" Bueno, pero tú sí que eres tonto. ¿Cómo que matarlo así como así? Merece un destino peor que la muerte. "
Harry se quedó mirando el piso, creando un plan donde no tuviera que involucrar más a Louis con un Miltonelli.
¿Cómo ese alfa había tenido a su omega?
¿Por qué lo había tocado?
" Estoy muy molesto. " pronunció el alfa con un suspiro.
" Hueles. " asintió Niall. " Deberías de mandarlo a Turquía con Mahael para que lo torture, se lo merece. "
" Louis... él no me dice aún qué fue muy bien lo que pasó entre los dos. ¿Tú sabes?. "
"Algo. Pero no es correcto que yo te lo diga. "
Y volvieron a hundirse en un silencio lleno de pensamientos.
Louis estaba seguro.
Harry se había encargado de poner seguridad sobre él sin que el omega se diera cuenta.
Recibía notificaciones nuevas cada hora y no podía estar más feliz con eso.El problema es que los Miltonelli eran violentos, y los Styles odian lidiar con violencia, sin embargo, sabían hacerlo.
"Tengo qué saber exactamente por qué voy a matarlo." habló Harry, nuevamente.
Niall negó con la cabeza, molesto.
" Estoy casi seguro que Dereck lo disfrutó sin permiso. "
El alfa lo miró, por primera vez. " ¿Qué quieres decir?. "
" Si mi deducción no falla y la de Lou tampoco, Dereck abusó de él. Y no sólo sexualmente. "
Probablemente Harry nunca había sentido su sangre hervir de esa manera.
¿Qué era lo que sentía en las sienes?
Hacía mucho tiempo que no experimentaba rabia tan pura.
♧♧♧♧
Louis había quedado de verse con Niall, irían al hospital para examinar cómo estaba el omega de salud.
No se había sentido bien, despertó con un dolor de cabeza agonizante y los ojos le pesaban, vomitó alrededor de 3 veces en un tiempo récord de 15 minutos.
Niall preguntó cómo estaba y le respondió que bien, no quería preocuparlo.
Tomó una ducha larga para intentar bajar la fiebre, pero no funcionó.¿Y ahora qué?
Buscaría a su amigo teñido en un café frente al hospital, se arrepentía de decirle que no pasara por él.
Intentó tragar el pan tostado pero le fue imposible retenerlo más de diez minutos, y vomitó de nuevo.
Quería llorar, la cabeza parecía explotarle, sin embargo; tomó las llaves y salió de casa.