Se sentía congelado.
No estaba nervioso, en lo absoluto. Pero había una chispa de incomodidad dentro de él. Jamás había pasado por eso.Lo de Zayn se había acordado antes por aprobación de los dos y sabían que no iba más allá de eso.
Esto era diferente.
En todos los aspectos. No sabía qué hacía ahí, no procesaba muy bien el volver a ver a su amigo. Mucho menos encontrarse al alfa de aquel bar nuevamente.
Harry estaba ahí. De pie frente a el observándolo como si fuera la criatura más bonita que había visto en su vida, y a louis se le derritió el corazón cuando pasó sus manos atrás y mordía si labio con nerviosismo.
— Creo que hablé de más. Tu te vas si quieres, no te obligare a nada. Perdón. No debí hablarte así.
Pero Louis seguía en blanco.
De verdad en blanco, no sabía que decir, qué hacer o qué pensar siquiera. Como en los exámenes finales.
Solo miraba al alfa sin poder creerlo.¿Y si realmente no era él su alfa? ¿Y si se había dejado llevar por el aroma tan atrayente y sus ojos cálidos?
Su omega le dio un manotazo. Mientras le gritaba internamente. ¡Yo no me equivoco, déjate de tonterías y dile que sí!
Pero el sabía que esa solo era su parte animal y que muchas veces no era bueno seguir sus ideas.
Harry pareció desesperarse y soltó el aire.
— Di algo, por favor.
— Y-yo...— boqueó sin conseguir nada.
— Louis olvida lo que dije. No estás aquí a la fuerza. Puedes irte. Eres libre de hacer lo que quieras.
— Es muy pronto.— terminó diciendo.— Eres muy amable, toda tu familia lo es pero, no tengo ni un día de conocerte.
Harry asintió rápidamente.
— Podemos ir lento Harry, conocernos. Puede que después deje de llamarte la atención, ¿sabes?.— se acercó a él.— Me quedé callado porque nunca nadie me había propuesto esto, soy nuevo en estas cosas. Pero te juro que si me dejas conocerte le pondré empeño. ¿Qué te parece?.
— Tu nunca me dejas de llamar la atención. Pero sí.— respondió como resorte.— Yo no te voy a obligar Louis, yo también soy nuevo en esto. Puedes ir a tu casa y venir cuando quieras. Te compré un celular nuevo porque me daba pena el decirte que me agendaras. Tienes tres contactos ; de Niall, el de Gemma y el mío.
Louis abrió los ojos y quedó en blanco por segunda vez.
— ¿M-me compraste un celular?
— Sí. Hoy mandé a Liam.— busco en sus bolsillos.— Es rosa pero puedo comprarte una funda de cualquier....
— Harry, no.— le interrumpió.— Harry, Dios mío. ¿Por qué? No puedo aceptarlo, ve que bonito es. Acabas, acabamos de vernos y... Harry no sabes quién soy, pude robarme cosas anoche y salir corriendo. Pero si esto se ve finísimo, debió costar un ojo y la mitad del otro más seis riñones. Dios Harry no puedo aceptarlo.
El alfa frunció el ceño.— Regalo de bienvenida.
— No, no, no. Esto me paga la universidad entera. ¿Cómo cr...?
— Sino lo aceptas me enfadaré.— trató de ponerse serio.
— Y a mí que me interesa que te enfa...
— Louis, por favor. Sólo acéptalo.
El omega suspiró.
— Es que no puedo.
Harry torció el gesto.— Tomalo a modo de disculpa por aquella vez en el bar. No debí.
Louis lo pensó. Podría trabajar dos semanas seguidas los tres turnos y darle una tercera parte y...
— Está bien.— cedió.— Gracias Harry. Ahora todos pensarán que eres mi Sugar Daddy.
— Lo soy.— rió.— O lo seré. Pero sin compromisos íntimos de por medio.
— ¡Harry!.— rió también pero se puso serio al instante.— De verdad muchísimas gracias, Harry. Es muy atento de tu parte.
Se encogió de hombros. — Eres mi omega, tendrás lo que quieras.
— Esto yo no te lo pedí.
— Tu teléfono no tarda en desintegrarse. No pasa nada.
— Gracias.— repitió.
Sonrió.— ¿Tienes hambre?, podemos ir antes de que te vayas.
— Oh. La verdad es que ayer Nia...
— ¡Buenos días hermoso omega!.— un Niall sonriente entró con una bolsa enorme de una marca que no conocía. Al ver a Harry dejó de sonreír.— Guacala, ¿qué haces tú aquí?.
— ¿Perdón?— alzó una ceja.— Es mi casa, caballitos rubios.
— ¡Oh, no acabas de decir eso!. También es mi casa, yo trabajo y pago cosas también, idiota. Sal de aquí, no eres omega.
— Tú tampoco.— se cruzó de brazos.
— Soy más omega que tu. Anda, vete. Tu olor a alfa territorial me están dando unas ganas de vomitar ese traje bonito que tienes puesto. Tienes una reunión en diez minutos.
Louis se removió incómodo.
— Estaba por cancelar para desayunar con Lo...
— ¡Louis! ¡Ayer te dije que íbamos a desayunar juntos!.— chilló.
— Lo sé. Apenas le decía.
— Oh.— respondió Harry, confuso.
— Sí, Harry. Vamos a desayunar juntos, él y yo. Tú vas a trabajar y a molestar a otro lugar.
— Lo siento Harry, pero podemos ir a comer y después acompañarme a mi casa. ¿Qué te parece?.
El alfa sonrió enormemente. — Me encanta la idea. Entonces me voy, tengan cuidado, afuera esta lloviendo. Niall, cuida a mi omega, por favor.
El rubio rodó los ojos. — ¿Con quién crees que estás hablando?.
— Bien. Mi suerte está en tus manos. Adiós, sol.— se acercó a él, dejando un casto beso en su frente.
Louis se sonrojó.— Adiós, Hazz. Cuídate.
— Nos vemos en la tarde.
— Sí, yo est...
— ¡Ya! ¡No será un día entero, son un par de horas!. ¡Vete ya, yo también quiero atención de Louis!
Sin más el alfa se fue.
Y el omega escuchaba a Niall mientras se vestía, intento por lo que le contaba.
Imaginó estar de nuevo en su casa y dudó en su estabilidad.
Algo dentro de su pantalón pasado vibró, la pantalla algo rota del viejo celular iluminó el nombre de "Derek", sintió el miedo resbalarle por la columna y lo soltó inconscientemente.Pocos minutos después de lo haber contestado recibió un mensaje, claro y firme.
"Te veo a las ocho no tardes o tu madre se queda sin hospital."
Dejó de escuchar a Niall por un momento y se obligó a respirar hondo.
Que ningún alfa te asuste, Louis.
— Louis. — llamó Niall.— Tus feromonas están revueltas. ¿Te encuentras bien?
Y lo último que alcanzó a ver fue el rostro asustado de su amigo rubio.
Joder.