Los rumores sobre la mala suerte de los gatos negros eran totalmente ciertos, de no ser así no tiene explicación lo que me sucede desde que la conocí.
❝ Odio a ese jodido gato como nunca. ❞
[Au] ︰ Kakegurui
[Artista]︰peanutnom
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Ayer llegó un camión de mudanza, me sorprendí al ver una chica de aparentemente mi misma edad con un parche en el ojo. Mentiría si niego que me dio miedo al principio, parecía alguien con quien no debería meterme si no quería estar en problemas.
En realidad, lo que más fue inesperado para mí era que ella sería mi vecina de ahora en adelante. Al menos eso fue lo que supuse al escuchar mucho ruido por el pasillo, normalmente está totalmente en silencio.
Por cada piso son tres departamentos, cada uno de gran tamaño por lo que inclusive una familia de cuatro podrían vivir cómodamente.
El edificio consta de doce pisos en total, sin contar los últimos dos más que son el penthouse de las dueñas.
Al día siguiente recibí visitas, lo cual era extraño ya que excluyendo a la molesta gata que ha sido una intrusa en mi departamento nadie más me ha visitado.
Abrí la puerta, delante mío estaban paradas dos chicas.
"Buenas tardes, disculpa la molestia. Soy Midari y ella es Yuriko, tus nuevas vecinas." La alta a su lado me extendió un paquete pequeño de galletas caseras, deseando tener una convivencia buena conmigo.
Las juzgue mal después de todo.
"Mary Saotome. Un gusto conocerlas, lamento no tener algo con que recibirlas pero aquí estaré para lo que necesiten. Sean bienvenidas." Me incline levemente en forma de saludo, así fue como nos presentamos.
Hay pocas cosas que me molestan, una de ellas son los gatos y otra el ruido.
Todas las noches escuchaba extraños ruidos provenir del otro lado de la pared, por suerte no se escuchaban hasta mi cuarto por lo que no me quejé.
¿Por qué era tan ruidosa?
De los tantos sonidos que he logrado escuchar la mayoría son gemidos o ruegos por golpes o maltratos, estaba preocupada hasta que tuve la conclusión que tenía un fetiche extraño.
El sol ya estaba escondiéndose, usualmente termino rápido los trabajos académicos por lo que tengo tiempo libre para hacer cualquier otra cosa. Hasta que escuche un grito afuera, salí rápidamente lista para llamar a los guardias.
Quedé en blanco, la vecina tenía el rostro rojo y se podía escuchar su respiración pesada. ¿Qué le pasa? Mire en la misma dirección que ella, una mujer que parecía modelo salía por el ascensor. Nuestros ojos se encontraron, sentí mi corazón acelerarse y no pude evitar perder el aire.
