Los rumores sobre la mala suerte de los gatos negros eran totalmente ciertos, de no ser así no tiene explicación lo que me sucede desde que la conocí.
❝ Odio a ese jodido gato como nunca. ❞
[Au] ︰ Kakegurui
[Artista]︰peanutnom
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¡Presta atención, idiota!
La albina me explico primero algunas cosas importantes para el entrenamiento de Yumeko, algunos de estos los había aprendido por experiencia propia.
"Entonces, ¿Tienes alguna mascota también?" Pregunte indigadora, quizás así podría la pelinegra dejar de buscar a los gatos callejeros y tener alguien con quien jugar.
"En realidad, no son solo míos. Son de la familia, aunque supongo que yo soy la que pasa más tiempo con ellos." Su tono de voz estaba lleno de cariño y aprecio,parecía tener un lazo fuerte con sus familiares. "Ya que cada uno ha tomado diferentes caminos, raramente nos contactamos. Así que yo junto a mi gemela hemos tomado cuidado de ellos." Bueno,tuve una idea equivocada de ello.
Aunque era inegable algo, su amor por los animales. Aún cuando Yumeko se comportó de una manera tan infantil y poco educada, ella no perdió el ánimo para tratarla.
Estaba siendo más difícil de lo pensado, la gata no escuchaba a menos que yo fuera quien le ordenará hacerlo. Dándose por vencida, Ririka me decía como hacerlo mientras yo me encargaba de ella.
"Me impresiona lo leal que es a ti, ¿Cuánto tiempo lleva siendo tu mascota?" Tomamos un pequeño descanso, le invite a comer del postre que había preparado un día antes. La minina no perdió la oportunidad de acomodarse sobre mi regaso, sin olvidar que no le ha quitado los ojos de encima a Momobami.
"Fue muy reciente desde que la adopte, creo que casi dos meses." Sus ojos se abrieron en sorpresa, ¿Era realmente tan poco?
"¿En serio? No esperaba esa respuesta, ¿Cómo lo conseguiste? Digo, quizás te parezca normal ya que es tu primer gato. Pero suena como una locura, entre mis gatos una de ellas fue recogida de las calles y nos costó medio año en que se adaptará a la familia. Incluso así, eso fue gracias a una sola de nosotras. " Tenía sentido aquello, después de buscar en Internet a los pocos días de adoptarla supe que mi caso era especial.
Normalmente, cualquier animal que sea adaptado de una vida callejera no se acostumbra fácilmente a una vida silvestre con los lujos que le puede aportar esta.
"Digamos que... Yumeko y yo tenemos una conexión especial." No puedo decirle la verdad, inclusive si Igarashi no reaccionó extraño ante lo sucedido pueda que ella no pasé lo mismo esta vez.
No estoy segura que yo sea la única que vive sabiendo esto o que la pelinegra es el único gato capaz de convertirse en humana, así que debo de mantener el secreto.
"Seguro que sí." Al decir eso por accidente nuestras manos se rozaron al tomar uno de los pequeños pastelitos, mi rostro se calentó por la vergüenza e inmediatamente aleje mi tacto del suyo.
El gato saltó inmediatamente sobre el rostro de Ririka, reaccionando a la misma velocidad para que no la rasguñará.
