Saint Valentin [1]

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¡No puedes escaparte de casa sin permiso!

Como los años anteriores, era normal que fuera popular entre muchos. No había año que no recibiera regalos por parte de personas interesadas en ella, ciertamente esto le subía más el ego. No los culpaba, era imposible no enamorarse de alguien tan increíble como ella.

"¡Me gustas, Saotome!" Se lanzó de rodillas delante de ella, ¿Quién lo diría? Uno de los hijos del gobernador de la ciudad estaba rogándole por un poco de su atención, aceptarle traería muchos beneficios monetarios.

Muchos como él ya se habían acercado anteriormente, hijos e incluso hijas del poder. Algunos le llamaban imán de dinero, muchos que no contaban con un estatus tan alto como ellos temían más que los mismos. ¿Por qué? Aunque muchos decían que el amor no se inclina por el dinero o cosas materiales, la mayoría no se deja engañar por esa tonta idea.

"Lo siento, no me gustas." Me he acostumbrado a esto, los rumores son peligrosos. Aquellos que se acercan ya no lo hacen por romance, sino por la competividad que hay por "obtenerme".

"¿Por qué? ¡Soy tu mejor opción, nunca más tendrás una oportunidad como esta!" Se notaba desesperado, había un gran número de estudiantes rodeandonos. Que estúpido es usar la presión social para hacerme cambiar de opinión.

"No quiero a alguien tan humillante que necesita el papel de víctima para obtener lo que pide, madura." Le di la espalda alejándome de él, este día toma mucha de mi energía.

Quería llegar a casa y descansar en el sillón mientras me como las golosinas que me ofrecen, tampoco soy lo suficientemente desagradecida como para no regresar el favor a los que se lo merecen.

Al llegar a casa sorpresivamente estaba silencioso, en el poco tiempo que he pasado con la gata tenía planeado darle que he estado pensando desde el primer día.

Pedí comida en línea, media hora después y no aparecía por ningún lado la chica pelinegra. No era como si me preocupara, solo que ella es mi responsabilidad y no tengo tiempo para arreglar sus desastres.

Bajé al lobby para traer la comida, aprovecharía para preguntarle al guardia por ella.

"Buenas tardes, vengo por un pedido por Saotome." El castaño se levantó inmediatamente de su asiento asustado, parecía muy concentrado anteriormente en las pantallas de vigilancia.

"¡Sí! Acaba de llegar." Hablo tomando una bolsa café con el logo de mi restaurante favorito, me miraba atentamente e incluso después de tomar las bolsas de sus manos no dejó de hacerlo.

"¿Qué pasa?" Sin querer sone molesta, causando una reacción arrepentida de su parte.

"No es nada, bueno, sí." Se rasco la nuca mientras reía nervioso, dejándome mucho más confundida. "¿Ha visto a la gatita negra? Lleva días sin pasar por aquí, pero hoy en la mañana una chica se quejó conmigo por daños a su jardín. Revise los videos de la noche anterior y parece que un animal pequeño del tamaño de un gato arrancó las rosas, así que supuse que sería la gatita."

"¿Y por qué me preguntas a mí?" En ningún momento menciono sobre que la problemática bola de pelos fuera mía, por lo cual no tenía sentido que me preguntara a mi sin saber que actualmente soy la dueña.

"Siempre que pasaba por aquí terminaba en su apartamento, señorita Saotome." Su tono de voz hace notar lo dudoso que estaba sobre esa conclusión, levante una de mis cejas y cruce de brazos esperando por la verdadera razón. "¡No guardo nada! Eso es todo lo que sé." Note una gota de sudor bajar por su rostro, seguramente se sentía bajo presión conmigo cuestionandolo por esto.

"Yo soy su dueña ahora." Suspiré rendida por no conseguir ninguna pista de donde podría estar la minina de pelaje oscuro. "Si la ves, llámame. No la he visto en todo el día, así que no tengo idea si es la culpable por lo del jardín." Él perdió la felicidad en cuestión de segundos al escucharme decir lo último, parecía contento al escuchar que la he adoptado.

"¡Claro, estaré al pendiente! Me alegra saber que ya no vive en la calle y tiene un hogar." A juzgar por su actitud e interés podría decir que es un amante de los animales y que le gusta cuidar de ellos, Suzui parece ser muy sensible en cuanto a temas de ese índole.

"Gracias, no te quito más tiempo. Hasta luego." Él se despidió amablemente, al llegar nuevamente del departamento logré escuchar el ruido de algo caerse al suelo.

Ya regreso a casa.









Disculpen la tardanza, tenía planeado subirlo ayer y no tuve tiempo. Espero hayan pasado genial el día de San Valentín, si no es ese el caso por lo menos espero disfruten de este capítulo.
Les quiero.

Allergy to youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora