Cumpleaños Sorpresa

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Son las 6 de la mañana de un sábado, que hago despierto a esta hora, arreglarme para ver al bastardo.

Si no hubiera aceptado, podría tener un día tranquilo, pero ahora que rayos voy a hacer para distraer al idiota.

Le mandó un mensaje a mi jefa, para que podramos ir a mi casa a desayunar y ahí pasar el tiempo.

Voy a llegar a la casa con alguien, pasaremos a comprar cosas para preparar algo.


No espero a que me conteste, porque de segura a de estar durmiendo, no quiero mas dilemas, me termino de arreglar, agarró mi mochila, y guardo algo en mi bolsillo.

Me dirijo a la habitación de Todoroki, al llegar golpeó la puerta, pero no escucho ningún ruido, vuelvo a tocar pero más fuerte, escucho ruido, y poco a poco veo que abren la puerta y dejan ver a un Todoroki en pijama.

—¿Bakugou?

—No, el hada de los dientes

—¿Qué haces aquí tan temprano?

—Me dijiste que me acompañarías a hacer unos mandados

—Si, pero no es muy temprano?

—Pará nada

—Dejame me arreglo y vamos, pasa

—hmp—decido entrar a su habitación, nunca había entrado aquí, se ve todo en su lugar, unos libros sobre la mesa de noche, debió pasarse la noche leyendo

Me acerque a su cama estaba todo alborotado, me deje caer en la cama para esperarlo, lo vi entrar al baño con ropa en mano.

Ya me estaba agarrando el sueño, mientras esperaba, justo cuando ya me iba a dormir, la puerta se abrió de repente, dejando ver a un Todoroki más presentable.

—por fin, tardaste mucho

—Lo siento, ¿a donde vamos?

— Al mercado

—¿Al mercado?

—Si al mercado, o estas sordo?

—No, solo me sorprende, pero vamos—agarró su mochila y ayudo a Bakugou a levantarse, los dos comenzaron a salir de la habitación, para dirigirse al mercado.

Cuando llegaron al mercado, Todoroki estaba asombrado por la agilidad, y la forma de elegir productos, comestibles y condimentos de Bakugou.

A él si le hubieran pedido algunas cosas tal vez se hubiera confundido en diferenciar las especies, como la vez que llevó perejil en vez de cilantro.

—Que esperas Shoto, te estas retrasando, parece como si no hubieras salido a comprar nunca

—Bueno en cierta forma siempre acompañó a mi hermana a comprar, pero yo no se diferenciar las especies como tu y me quede asombrado

Bakugou no sabía que decir.

—Idiota, mira cuando lleguemos a mi casa te enseñaré a diferenciar algunas cosas

—¿En serio? ¿A tu casa?

—Deberías ir a qué te checaran los oídos

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