( alucinaciones... 🪐 )
written by f-fxiry
...a stenbrough fanfiction
'.could it be that you and me are the lucky ones?.'
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"el alma le cayó a sus pies, brotando de sus ojos color miel unas lág...
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CHAPTERFOUR teniendo diversión en aguas cristalinas
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- Y e-entomces Geor-rgie cayó de la bicicleta - ambos chicos se habían retirado de la heladería y comenzaron a pasearse por Derry.
Algo increíble para Stanley era que volvían a estar tomados de la mano, no le preocupaba formar ese nuevo hábito en su rutina.
- Eh... ¿Te gusta al-alguien? - la pregunta que Denbrough inquirió tomó por sorpresa al judío, este paró en seco ¿Era el momento adecuado para confesar sus profundos sentimientos, decirle lo mucho que le gustaban sus brillantes ojos, las sonrisas que le brindaba y forma de ser? No lo creía.
- No, no para nada - el castaño inspeccionó de arriba a abajo, lo miró fugazmente y siguió su camino con Uris pisando sus talones.
- ¿Quieres ir a la c-cantera? - cuestionó luego de un silencio incómodo.
- Me parece bien.
Caminaban tranquilamente, el lugar era un poco lejos pero les daba igual. Cada tanto se lanzaban miradas cómplices, con sonrisas incluidas.
Al llegar a su destino , los dos se desvistieron dejando sus prendas en una extensa roca que se hallaba allí (menos la interior). Stanley miró el cuerpo del opuesto, admiró sus largos y delgados brazos, sus piernas, su espalda era tan perfecto que se le hacia imposible encontrar las palabras adecuadas para expresarlo.
- Deber-rías cerrar la boca, te pu-pueden entrar moscas - le advirtió risueño.
- jajaja - carcajeó sarcásticamente.
- ¡Ven, vamos! - lo contempló en tanto se acercaba al precipicio - ¿Ti-tienes miedo?
- Puede ser - habló desviando sus orbes miel.
- ¿Saltamos junt-tos? - este extendió su mano y luego de unos silenciosos segundos, el judío atrapó sus dedos con los suyos. Agachó su cabeza y divisó las cristalinas aguas que se localizaban bajo sus pies - Bien 1...
- 2...
- ¡3! - chillaron al unísono.
La caída era rápida, los dos sentían como la euforia los embriagaba y viajaba por todo su cuerpos, la adrenalina los hacia sentir vivos.
¡Pum!
El agua se sentía fría pero reconfortante, tan transparente y delicada.
- ¡Hey Stan-nie! - el nombrado volteó en dirección a la voz. Bill movía su mano para que Uris fuera a su dirección, cosa que el rizado obedeció - Mira, una tortuga - al terminar la frase, se hundió bajo el manto cristalino. El otro no tardó en seguirlo.
