( alucinaciones... 🪐 )
written by f-fxiry
...a stenbrough fanfiction
'.could it be that you and me are the lucky ones?.'
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"el alma le cayó a sus pies, brotando de sus ojos color miel unas lág...
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CHAPTERONE bienvenidos a la tonta vida de stanley
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Stanley Uris se encontraba observando aves en el parque. Estaba sentado en un solitaria banca, con su cuaderno de cuero marrón entre sus manos y un lápiz negro proyectando la hermosa figura de un gorrión, el cual descansaba en la punta de un gran árbol.
Los rizos bailaban una alborotada melodía que las ráfagas de viento producían, mientras ponía toda su concentración en el dibujo. Él se reuniría con sus amistades en un rato, aprovechando el tiempo para realizar su actividad favorita; mirar pájaros y retratarlos.
Una hora exacta pasó para qué el de ojos pardos puediera escuchar las características voces de su dúo favorito: eran Richie Tozier y Eddie Kaspbrak.
- ¿Cómo es qué no escuchas en las noches gritar a tu madre mí nombre? - molestó con gracia el de grandes gafas al asmático.
- ¡Eres un asco! - Stan rodó los ojos con diversión y guardó sus pertenencias en la mochila que traía consigo.
- Buenos días galán - saludó el bocazas, mientras pasaba sus brazos por los hombros de su amigo.
- ¿Cómo te encuentras? - cuestionó el pequeño Eds.
- Bien, dentro de lo que cabe - dijo con simpleza.
Hablaron un rato más esperando al resto del club. Uris estaba un tanto nervioso, aunque no se notara, su panza se retorcía al pensar en Bill, al igual que miles de sensaciones que florecían en ella, sin ser capaz de reprimirlas.
Una bicicleta se estacionó frente de los tres puebertos, y supieron de quién se trataba inmediatamente, era el líder del grupo o más conocido como el tartaja, Bill. Este acomodó a "silver" en el suelo y recibió a sus acompañantes.
- Hol-la, Stan - habló dándole un abrazo al mencionado.
- Hola, Billy - respondió un tanto tenso por la cercanía, sintiendo, por unos breves segundos, la dulce y cálida reparación de Denbrough.
En cuestión de tiempo - uno corto - llegaron Beverly Marsh y Ben Hascom, con Mike Hanlon detrás, completando todo el grupo con sus llegadas.
- ¡Hola! - la chica de rojos cabellos bajó de un salto del vehículo de Hascom y procedió a saludar, con los dos restantes imitando su acción.
La alegría era muy embriagadora cuando podían estar reunidos siendo inocentes adolescentes disfrutando de la vida.
