Un Esposo Para Park Jimin ➳ KOOKMIN °°

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Se había quedado toda la mañana pensando en la discusión que tuvo con su esposo la noche anterior, hace mucho le había hecho la misma propuesta de divorcio a Jimin y su reacción fue la misma. Creyó que si seguía el consejo de Nam y le hacía creer que le había sido infiel, Jimin por fin aceptaría firmar el acta.

Ambos se habían ido a beber unas copas después del trabajo para despejar un poco la mente, le conto a su amigo y compañero lo que estaba pasando con su matrimonio, y este le aconsejo hacer creer a su esposo que realmente le había sido infiel, pues quizás así Jimin entraría en razón; pero otra vez no fue de esa manera. Debía ser más inteligente si quería separarse del castaño.

La puerta de la oficina se abrió, dejando a la vista a Nam, quien estaba muy bien vestido con un traje gris y el cabello perfectamente peinado. Al cerrar la puerta con una sonrisa juguetona tomó asiento frente a su amigo.

— ¿Y bien? ¿Funcionó? ¿Tu lindo esposo firmo el divorcio? —cuestionó, casi seguro de que todo había salido tal lo planeado, pero al mirar la expresión de Jeon, la sonrisa de Kim se borró— ¡Diablos! ¿Tiene dignidad por lo menos?

—Probablemente no lo creyó —murmuro el pelinegro, mientras peinaba su cabello largo hacia atrás—. Jimin es inteligente, un poco de labial no acabara con él.

—Bien, planeemos algo mejor —hablo el moreno mirando con malicia a su amigo, pero este solo bajo la mirada e hizo una mueca lastimosa— ¿Qué?

—No lo sé... no quiero lastimarlo más —la expresión de Nam se suavizo al escucharlo.

—Eso pensé —musitó con una ligera sonrisa—. Voy a preguntar de nuevo, Jungkook ¿Estás seguro de querer separarte de Jimin? Él fue tu todo alguna vez y no es algo que se olvide tan fácilmente.

—Estoy seguro, Nam. Hace mucho Jimin ya no causa ningún tipo de sensación en mí, como antes lo hacía —confesó—. Estoy tan cansado de siempre estar discutiendo con él, tan solo necesito acabar con esto.

—Sería más sencillo si él se buscara a alguien más, entonces vería que no vale la pena seguir amarrado a ti —murmuro el mayor, algo pensativo.

Aquello había hecho un "click" inmediato en la cabeza de Jeon.

— ¡Eso es! —Chasqueo los dedos y sonrió abiertamente, Nam lo miro confundido— No tienes idea de lo que acabas de decir, eso es lo que debo hacer. Que Jimin se enamore de alguien más.

Sin decir más nada. El pelinegro se paró de su escritorio, tomó su celular y otras cosas; camino hasta su amigo aun confundido, dejándole un sonoro beso en la cabeza y corrió hasta la puerta, luego de tomar su abrigo salió de la oficina.

Namjoon solo esperaba que su amigo abriera los ojos, antes de que terminara acabando con cualquier oportunidad de recuperar su felicidad.

Ya estando fuera del trabajo, Jungkook paró un taxi, antes de dar cualquier dirección marco un número en su celular y llamo. Esa sería sin duda la última cosa estúpida que haría para alejar a su esposo.

— ¿Hola? —Dijo sin escuchar a nadie del otro lado de la línea— ¡Ah! Hola, sé que ha pasado un tiempo, pero necesito tu ayuda... De acuerdo, te veré allí entonces.

Había confirmado el lugar en donde se encontraría con la persona a la cual llamó, luego de un rato ansioso por llegar por fin el taxi se detuvo frente a una pequeña cafetería. Jungkook le pago al señor y bajo del auto acomodando su abrigo antes de entrar al recinto; no habían muchas personas y tampoco muchas mesas; miro a su alrededor buscando con la mirada hasta que por fin dio con aquella silueta que casi no recordaba.

La persona que lo ayudaría a acabar con su problema.

—Me sorprendió que me llamaras —informó el apuesto chico frente a él, e hizo una pequeña reverencia que fue respondida por Jungkook—. De hecho me sorprende que no hayas eliminado mi número.