capitulo 34

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La actividad de la noche fue una de las más relajadas en todo el campamento. Los monitores empezaron a hacer juegos muy simples pero divertidos en los que no teníamos que levantarnos y ni correr, así que estuvimos muy tranquilos y nos lo pasamos  muy bien.

Nos dijeron los monis que no nos levantásemos de nuestro sitio ya que haríamos la hora de las estrellas en ese momento.

-Chicos esta noche, en vez de poneros una música relajante, uno de los chicos mayores va a leeros una historia así que estad bien atentos.

En ese instante Tamara llamó a Gonzalo y se levantó, al parecer él era el mayor que iba a contar la historia.

-No podía evitarlo y sabía que estaba mal, pero ¿Cómo le dices al corazón que no se enamore de alguien prohibido para ti? Ella era la nueva, hermosa, era agradable incluso con las personas que menos se lo merecían y que venía dispuesta a ensañarnos muchas cosas estos 15 días. Me encantaba levantarme por la mañana y saber que ella se iba a sentar enfrente mía y que iba a tener cara de dormida. Mi corazón se rompía en pedazos al verla con otros chicos, se saludaban con un abrazo y él la hacía reír como yo no podía hacerlo. Al menos, me dije, tiene un hombre que la merece.

Estaba en shock al escuchar todas las palabras que dijo Gonzalo, porque, eso no podía ir por otra persona que no fuese yo.

-Aria estoy flipando -me dijo Cris muy bajito sin que nadie nos escuchase.

-Yo también...

-Y ahora que la tengo como amiga me queda decirla... ¿Aria quieres ir a la fiesta conmigo?

No os voy a mentir, ese momento me encantó y todas mis amigas me animaron a que me pusiese de pie, pero me daba mucha vergüenza, al final me animé y me levanté. Cuando llegué al centro del circulo me estaba mirando a los ojos y parecía penetrármelos, ojalá hubiese escogido mejor en otro momento del campamento.

-Me encantaría ir a la fiesta contigo Gon.

Y me dio un abrazo y empezó a darme vueltas. Al no querer hacer ruido todo el mundo aplaudió como los sordos para tampoco romper el momento tan bonito que había creado.

-Me quiero ir a la cama, me aburre todo esto -dijo Sofía arruinándolo todo. 

-Chicos es hora de ir a la cama, mañana va a ser un día bastante movido y necesitamos que estéis descansados. Todos a las habitaciones.

Cris, Melody y Diana saltaron cuando volví con ellas y no pararon de decir hasta que llegamos a la habitación que había sido la mejor pedida de todo el campamento.

-¿Sois novios? -dijo Melody.

-No somos novios, somos amigos...

-Aria, pero te gusta -dijo  Cris.

-Si pero nos vamos pasado mañana, quiero pasármelo bien con vosotras, mis amigas, ya veré que hago con él, ahora no quiero pensarlo.

Todas nos metimos en la cama y los monis apagaron la luz del pasillo.

-Chicas -dijo Cris.

Dijimos que muy bajito las tres.

-Gracias por hacer de este último campamento el más especial de todos, os quiero.

-No digas que es el último... -dijo Melody.

-Di que es el penúltimo. 

Nos fuimos a dormir y a la mañana siguiente estábamos todas bastante frescas para realizar todas las actividades que haríamos en el día.

Lo cierto es que me martirizo mucho a mi misma y me pongo triste yo sola, hoy voy a estar todo el día pensando, última comida, última cena, último de todo y me duele pensar que el verano sigue sin estas personas.

Desayunamos y la actividad de la mañana se pasó muy rápido, no se si los monitores lo hicieron un poco de despedida pero todo el día lo pasaríamos con nuestro grupo y eso se lo agradecí en el alma.

En la hora de la comida hicieron un plato que nos gustaba a todos, macarrones con tomate. Todos los disfrutamos mucho y en la comida hablamos de anécdotas que nos habían pasado en todo el campamento.

Cuando terminó la comida, nos lavamos los dientes y yo necesitaba estar sola, me fui a la parte de atrás de la casa y empecé a pensar, pero como no alguien me interrumpió.

-Ayer Gonzalo lo hizo bien, normal que le dijeses que si.

-Si con eso te refieres a que somos novios, no, no lo somos, pero tampoco tengo porque darte explicaciones.

-Aria vamos, yo te quiero, y, aunque tu ya no sientas lo mismo se que al menos me tienes cariño.

-Es cierto, te lo tengo.

-Nos vamos mañana... Y yo no quiero estar mal contigo, terminemos bien.

-¿Quieres decir que seamos amigos? ¿Vas a poder? No quiero ninguna escenita de celos con Gonzalo, Alex.

-Si no te puede tener como novia, al menos seamos amigos, queda un día.

-No me lo recuerdes, no quiero volver.

-Yo tampoco.

En ese momento me acordé de mi padre.

-Alex tengo que irme, voy a hablar con mi padre.

-Nos vemos luego.

-Si, adiós.

Subí a la planta de arriba y me metí en mi habitación, me puse a recordar la primera vez que entre y la primera conversación nocturna que tuve con las chicas.... Fue sobre Alex, empecé a sonreír como una tonta y me acordé de que tenía el móvil en la mano.

-Primero a papa y luego a mama. Vamos Aria.

El teléfono empezó a sonar, estaba marcando a mi padre y no tardó en cogérmelo.

-¡Hija! ¿Cómo estas?

-Bien papa, mañana ya nos vemos.

-Yo estoy emocionado, pero tu...

-Tengo ganas de verte papa, pero no quiero irme, les voy a echar de menos.

Estuve hablando durante 10 minutos con mi padre y le conté muchas cosas de las habíamos hecho, le conté el día que nos manchamos, que fuimos al aquavera, aunque me salté lo de que vi a Manu y me beso, también que habría una fiesta.

-¿Y a esa fiesta vas con un chico?

-Si papa, pero no es mi novio, no te preocupes.

-Aria yo tengo que entender que te haces mayor y que puedes tener novio...

-He tenido uno papa.

-¿¡QUÉ!?

-Si pero ya no lo somos, somos amigos.

-No será.... El de la fiesta.

-No papa, ese no es.

Cuando me di cuenta de la hora tuve que cortarle.

-Le voy a enviar un mensaje a mama de que mañana hablamos porque vuelvo mañana.

-Haz lo que consideres cariño, felicidades.

-Gracias papa, te quiero.

Mi penúltimo campamento.Where stories live. Discover now