capitulo 40

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Antes de bajar a desayunar tuvimos que guardar los sacos y toda la ropa que no fuésemos a utilizar ese día y como éramos los mayores tuvimos que ayudar a los peques a guardar las cosas porque como no, ellos eran los más desastre.

Terminamos de ayudar a los peques a bajar sus cosas y fuimos a desayunar, después de este desayuno nos pondríamos en marcha para volver a casa, pero como eran tantas horas de viaje comeríamos fuera.

Los monitores nos organizaron por grupos para que recogiésemos y limpiásemos toda la casa, tendríamos que dejársela en buenas condiciones a quien le perteneciese. A nosotros nos toco limpiar todas las habitaciones de arriba y tardamos bastante porque eran muchas.

Todos los grupos del campamento, al terminar de limpiar la casa hicieron un circulo y estuvieron haciendo mini actividades mientras que los mayores ayudábamos a los monitores a subir todo el material que habían llevado.

-Aria ayúdame -me dijo Melody que no podía con el altavoz ella sola.

-Veía este momento muy lejano ¿Tú no?

-Ha ido demasiado rápido, no te voy a mentir.

Seguimos llevando el material y las mochilas que quedaban y empezaron a subir a los peques por grupos. Como éramos los últimos me escabullí un momento para poder despedirme a solas de este lugar que me había dado tantas alegrías.

Empecé por la pista de fútbol, donde tantas veces nos habían reunido para empezar actividades y para ver las estrellas. Seguí por las mesas de detrás de la casa que ya estaban recogidas y colocadas como el día que llegamos, en este lugar me había echado buenas siestas con todos mis amigos. Después llegue al otro patio de la casa en el que pocas veces habíamos estado pero aquí fue donde me lie por primera vez con Alex y donde hicimos el famoso fuego de campamento.

-Aria somos los últimos vamos -me dijo Gonzalo de sorpresa.

-Perdón no quería asustarte ¿Qué haces?

-No, no te preocupes, solo estaba diciéndole adiós a este lugar.

Me dio la mano y fuimos juntos al bus. Mis amigas decidieron sentarse atrás y me dejaron el hueco del medio para mi.

-Bueno chicos, vamos a decirle adiós al lugar en el que hemos estado viviendo 15 días.

Todos nos pusimos a mirar como la casa desaparecía a lo lejos hasta que ya no podíamos seguir viéndola. Se me escapó una lagrimita pero creo que nadie lo vio.

-Tenéis permiso para avisar a vuestros padres de que hemos salido y estamos de camino a casa, pero antes de hacerlo queremos explicaros la que va a ser la última actividad del campamento -dijo Rafa.

-Los sobres -dijo Cris.

-Chicas yo no quiero hacerlo que pereza.... -dijo Melody.

-No entiendo nada ¿Qué son los sobres?

-Ahora lo explican -dijo Diana mintiéndose una galleta a escondidas a la boca.

-Muchos de vosotros ya la conocéis porque habéis estado otros años y es siempre lo mismo pero para los peques y los nuevos. Aquí tenemos sobres con todos los nombres de todos los chavales del campamento y ahora Tamara os va a pasar un folio y un boli a cada uno, podéis escribirle un pequeño o bueno gran mensaje a quien vosotros consideréis que ha sido importante en este campamento.

-En estos momentos solemos darnos los números de teléfonos, redes sociales etc... -dijo Marco dándose la vuelta y explicándomelo.

-Y cuando lleguemos a Madrid os daremos el vuestro y podréis leer lo que han puesto vuestros compañeros de vosotros -dijo Rafa empezando a repartir folios.

-Yo no se si voy a escribiros algo tengo mucho sueño -dijo Melody cerrando los ojos.

-Tía esta noche vas a tener tiempo suficiente de dormir -le dijo Diana.

-Disculpa pero quiero ir al baño, ducharme en condiciones y lo otro a gusto, ya sabéis lo que es.

Al decir eso toda la gente de nuestro alrededor empezó a reírse por el comentario de Melody y a muchos de los chicos les vi muy concentrados escribiéndoles a la gente y metiéndoselo en el sobre.

Antes de empezar a escribir a ninguno de los amigos en los sobres decidí mandarle un mensaje a mi padre y le volvería a avisar cuando bajásemos a comer.

Empecé a escribirle a mucha gente y cuando me cansé decidí cerrar los ojos y descansar, el solo haber dormido 5 horas me estaba pasando factura. Al parecer me dormí porque me desperté cuando alguien empezó a moverme en el asiento.

-Vamos Aria tenemos que bajar para ir a comer.

-Eh... si si ya voy -dije medio dormida

Fuimos las últimas en bajar, Cris y yo, y mis amigos se habían puesto en circulo a la sombra y estaban a la espera de coger los bocadillos.

-¿Qué tal la siesta bella durmiente? -vino a Marco a hacerme de almohada.

-Pues sino hubiésemos parado no habría pasado mucho eh.

-¿Habrá escrito mucha gente a Sofía? -dijo Bruno.

-Ni me lo he planteado -contestó Gonzalo.

-Nuestros bocadillos han llegado -dijo Diego que había traído nuestra comida con Diana.

-¿Cuántas horas de viaje nos quedaran?

-Supongo que la mitad, ¿Ya quieres perdernos de vista Aria?

-No pero ir en bus esta siendo muy aburrido.

-¡Pero si te has pasado más de medio trayecto durmiendo!

-Pero sabéis lo que hemos dormido ¡Menos de cinco horas!

-Vuestra putada ha sido una porquería, pero oye, no pasa nada no volveréis a hacer el ridículo nunca más -dijo Sofía sin sus dos amigas a sus espaldas.

-¿Qué pasa Sof ya no tienes a tus perritos falderos detrás tuya? Es una lastima -la dijo Melody comiéndosela con los ojos.

-Estoy muy por encima de ellas no puedo estar con gente así.

-Pues....

-¡Todos al bus! ¡Vamos chicos!

-Te has salvado por los pelos.

Le dijo Melody a Sofía cuando Marco la cogía arrastras para volver a subirnos al bus.

-Es realmente insoportable, ¿Cómo la aguanta Alex?

-Puede que con él sea una persona diferente -dijo Cris.

-El amor cambia a las personas -incluyó Diana.

Todos mis amigos, unos sin quererlo y otros queriendo nos quedamos dormidos en el bus y esta vez fueron los monitores quienes nos avisaron de que ya habíamos llegado a nuestro destino.

Al parar el bus, primero bajaron los peques y me dio tiempo a divisar a mi padre, menos mal que cuando bajamos a comer avisé a mi padre de que llevábamos la mitad del camino y él habrá calculado la hora de la llegada, porque sino no entiendo como puede haber llegado bien.

Bajamos y fui corriendo a darle un abrazo.

-¡Papa! Te he echado mucho de menos.

-¿Cómo estas cielo? ¿Al final salió todo bien?

-Más que bien.

Vi como a mi padre se le ponía la cara tensa al ver a alguien detrás mía y me asuste, hasta que escuche la voz que nunca pensé que estaría en ese lugar.

-¿Aria?

-Hola mama.

Mi penúltimo campamento.Where stories live. Discover now