Capitulo 39

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-Aria esta es tuya.

Me levanté y le di un abrazo a Gonzalo. Me ayudo a ponerme la pulsera que ahora se encontraba al lado de la de Marco y empecé a dar vueltas para ver a quien se la daba.

-Quiero agradecer a todas las personas que han estado conmigo este campamento porque no habría sido nada igual sin ellos. Yo les daría una pulsera a cada uno de mis amigos porque me habéis enseñado los verdaderos valores de la amistad.

Hice una pausa porque no sabía a quien dársela, pero cuando le vi la cara supe que era para él.

-Por eso, creo que se la voy a dar a la primera persona que me dio una oportunidad aquí y se sentó hace 15 días conmigo en el bus, es para Marco.

Él se levantó y le hizo mucha ilusión que yo se la estuviese dando, podía haber escogido a Alex, a Cris, Melody Diana pero no, le escogí a él. Al oído me dijo.

-Esta amistad es para siempre, te quiero muchísimo Aria.

Y me senté. Lo cierto es que tardamos bastante en hacer esta actividad, era muy bonita pero también se hizo un poco pesada. Todos terminaron con una pulsera y los monitores nos mandaron a la cama.

Ya en nuestras habitaciones, cuando nos cambiamos de ropa empezamos a hablar.

-Chicas es la una, ¿Cuánto tiempo vamos a dormir si hacemos la putada?

-Cris ¿Cuándo vamos a volver a hacer algo juntos? -dijo Melody.

-A ver ha sido un día lleno de emociones, yo estoy reventada -dijo Diana.

-Vamos chicas es una noche solo, mañana en el bus podemos dormir.

-Dudo que podamos dormir, mañana te dirán lo de los sobres que hacemos siempre.

-Mmm vale... ¿Pero hablamos con los chicos?

-Voy yo a ver que opinan -dijo Melody saliendo de la habitación.

En esos momentos me acorde del teléfono y lo encendí muy rápido para poder escribirle a mi padre e informarle de que mañana le diría toda la información de mi llegada.

-Chicas, los chicos quieren todos. Vamos Cris... Diana...

-Bueno....-dijo Cris

-Esta bien....-dijo Diana.

-Entonces me pongo la alarma a las 5.

-Vamos a dormir muy poco.... -dijo Diana.

-Desde cuando te has cambiado el puesto conmigo -dijo Melody riéndose.

-Chicas es hora de dormir apagar la luz -dijo Rafa.

Todas nos metimos muy rápido en la cama y no hablamos más, yo al menos me quede al segundo dormida. A las 5 de la mañana sonó la alarma del reloj que tenía y me plantee seriamente el despertar a las chicas, cuando nos fuimos a dormir estaba cansada pero ahora estaba tan a gusto en la cama.... Pero no podía hacer eso, me levanté de la cama y empecé con Melody que sabía que sería a la que más le costaría levantarse, después desperté a Cris y Diana y no tardaron mucho en activarse.

-Vale, nosotras dos -explicó señalándose a Diana y a ella- vamos a por las zapatillas de la habitación de Sofía y las dos siguientes, vosotras las tres habitaciones del medio y las que quedan que se organicen los chicos -dijo Melody.

-Vamos Cris.

Fuimos descalzas hasta la habitación de los chicos para evitar el ruido. Todo estaba en absoluto silencio y si hacíamos cualquier movimiento en falso podríamos despertar a los monitores.

Cris empezó despertando a Bruno y Marco y yo seguí con Diego y Gonzalo, los cuales no tardaron mucho en despertarse. Les explicamos como nos habíamos organizado nosotras y que Melody y Diana ya estarían seguramente abajo colocando las zapatillas de las personas a las que se las habían cogido.

-Si nos necesitáis estamos con los peques -dijo Cris.

Y fuimos muy despacio a su habitación para no despertar a nadie pero especialmente a ellos. Al entrar a su habitación nos dimos cuenta de que era casi imposible, lo tenían todo tirado por el suelo y para encontrar los dos pares de sus zapatillas iba a ser muy complicado.

Fuimos las últimas en bajar con todas las zapatillas que encontramos. Lo cierto era que entre chanclas y pares de zapatillas que habíamos cogido nos daba incluso para hacer un corazón. Cris y yo empezamos a ayudar a nuestros amigos a atar las zapatillas de los niños y a hacer el "siempre". Ya eran las seis y media y no quedaría mucho para que los monitores se despertasen.

Terminamos casi a las 7 de hacer la palabra siempre y un corazón y Diana que estaba supervisando todo desde arriba para que quedase bien nos hizo unas señas de que había escuchado a alguien. Todos corrimos a escondernos detrás del muro y a rezar para que no se diese cuenta de la que habíamos liado.

-Chicos hay que subir ya -dijo Bruno.

-Subir vosotros primero -les dije a los chicos.

Los chicos subieron muy despacio por las escaleras para que nadie les escuchase, dentro de la casa estaba Diana que les indicaba si podían volver a sus habitaciones y pareció que llegaron bien porque cuando volvió a pasar el monitor para volver a dormirse un rato los chicos ya habían pasado y estarían tumbados en sus camas.

-Vamos chicas, ahora nos toca a nosotras -dijo Diana desde arriba.

Subimos como hicieron los chicos y cuando vi el reloj eran las siete, íbamos a dormir 5 horas en toda la noche pero había merecido la pena, había sido nuestra última aventura juntos.

A la mañana siguiente los monitores nos despertaron y empezaron a gritar que teníamos que recoger todas nuestras cosas para meterlas en las mochilas menos el neceser que lo necesitaríamos y que cuando guardásemos todo bajásemos a dejar las mochilas.

Nos costó muchísimo levantarnos a la mañana siguiente porque habíamos dormido muy poco. Al levantarnos nos dimos cuenta de que no había casi nadie en la planta de las habitaciones y los chicos también salían en ese momento de su habitación. Al salir a las escaleras vimos a toda la gente del campamento en las escaleras leyendo lo que habíamos puesto y a los monitores sonriendo.

-Ha sido un placer ser vuestra monitora -dijo Tamara.

-Ahora como buenos mayores a ayudar a vuestros compañeros a recoger las zapatillas -dijo Rafa.

-Ha sido un placer ser vuestros chavales durante tanto tiempo -dijo Marco.

Mi penúltimo campamento.Where stories live. Discover now