XIII. CASA

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Seokjin estacionó su camioneta a unos metros de la casa del omega y prácticamente también de la de Taehyung, quien bajó y regresó de ella con una maleta pequeña y una mochila repleta de sus cosas. Hoseok sintió como si estuviera punto de lanzarse de un paracaídas o algo parecido a cuando subes a una montaña rusa y quedas suspendido unos segundos antes de precipitarte a lo largo de la caída más alta. Algo así sentía mientras veía su 'casa' y sabía que su padre estaba dentro.

"N-no puedo hacerlo". Soltó derrepente. La voz le salió algo graciosa debido al miedo y de no ser por que había dos alfas con él en el auto, y uno de ellos era como un desconocido por completo (aunque no fuera así), ya estaría llorando.

"No puedo decirte nada para calmarte, hyung...". Empezó Taehyung.

"Basta Tae, eso no sirve". Le reprimió el otro alfa desde el asiento del conductor.

"Lo que quiero decir es que no se que te espera dentro, pero mi promesa sigue en pie. No dejaré que te haga nada, antes tendrá que matarme para volverte a poner un dedo encima". Seokjin permaneció con la vista hacía el frente mientras su amigo hablaba.

"Tampoco quiero que te haga nada a ti". Susurró Hoseok. Pensó en todas la amenazas que recibió de su padre, en todas las que su hermana recibió. Incluso el día que Jiwoo se fue, sabía que su padre era manipulador, no era un mentiroso sin embargo. Al menos no con él, todo lo que decía o hacía era cierto y eso le daba aún más miedo. "Iré yo sólo, quedate aquí con... Seokjin hyung. ¿Puedo llamarte hyung?". Le preguntó al alfa que estaba delante.

"Claro que puedes. Eres el omega de mi pequeño Tae". Sonrió limpiandose una falsa lagrima de uno de los ojos. "Ahora también eres como mi hijo". Hoseok rio un poco, ese alfa era demasiado para el mundo.

"Bien, escucha Tae. Iré rápido, traeré mi ropa y cosas necesarias tal como tú lo hiciste y nos iremos. No hay necesidad de peleas". Cerró los ojos y tomó la mano de Taehyung. "Tampoco es hora de jugar al justiciero, simplemente olvidemoslo. Eso sería un gran apoyo". El alfa sintió que tuvo que tragarse todo lo que estaba sintiendo, Hoseok le estaba pidiendo que dejará al alfa que lo hizo sufrir tanto vivir en paz.

"Yo no tengo tantas cosas, hyung. Tú si, necesitarás ayuda". Intentó con una excusa, pero incluso así, Hoseok volvió a negarse.

Lo que ocurría era que, Taehyung siempre le importó muchísimo, y no era solo que quisiera conservar la imagen de un Hoseok no usado, no maltratado por su padre. Quería asegurarse de irse de esa casa sin el recuerdo de Taehyung viviendo en carne propia lo que él sufría, le ayudaría a continuar, a comenzar de nuevo, o así lo creía. Tampoco quería que su alfa resultará herido o algo de ese estilo, si su padre dañaba a Taehyung, Hoseok no soportaría estar con el recuerdo de aquel amable alfa siendo herido por ese horrible monstruo.

"Claro que no, no tengo mucho. Por favor, no quiero que vengas ahora. Será peor". Hoseok puso todo de sí para transmitirle a través del lazo lo que estaba sintiendo.

"Bien, pero no dudes en llamarme si necesitas ayuda o te sientes en peligro". Aceptó Taehyung, y lo hizo porque sabía que desde que Hoseok se presentó como un omega, nunca más fue tomado en cuenta como antes. Incluso él lo hizo y no quería que sintiera que de nuevo estaba poniendo esa clase presión sobre él. La opinión de Hoseok le importaba y si el omega no quería que lo acompañara, no lo haría aunque tampoco dejaría de cuidarlo.

"No entiendo mucho lo que pasa y eso que suelo ser un entrometido en todo". Empezó Seokjin.

"Jamás me he dado cuenta de eso". Habló sarcástico Taehyung. Seokjin lo fulmino con la mirada a través del espejo retrovisor.

LAZO [VHOPE] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora